Incontinencia urinaria afecta al 50% de las mujeres adultas

En un sistema urinario saludable la vejiga funciona en coordinación con la uretra que es el conducto por el cual sale la orina al exterior. Para las mujeres este funcionamiento se ve afectado no solo por el normal deterioro del sistema con el paso de los años, sino debido a los partos y la pérdida de hormonas que experimentan con la menopausia.

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de la orina. Y por pequeña que sea, mientras se salta, se ríe, o se tose, es anormal.

Hay dos tipos principales de incontinencia urinaria, según explica el urólogo Mauricio Plata: la de urgencia o vejiga hiperactiva, que consisten en afán para orinar, aumento de la frecuencia urinaria y escape de orina; y la incontinencia urinaria de esfuerzo, que es el escape de orina con esfuerzos como toser, correr o reírse.


Aunque son las mujeres en quienes se presenta con más frecuencia la incontinencia de esfuerzo, también los hombres sufren, y con la misma frecuencia que las mujeres, la incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva.


La incontinencia puede ocurrir por una conducta de mal aprendizaje en los hábitos para orinar.


Plata recomienda reconocer cuál tipo de incontinencia tiene la persona para hacer el tratamiento más indicado.


Tipos de Incontinencia urinaria

• Incontinencia urinaria de esfuerzo: la pérdida de orina se produce al realizar cualquier movimiento o actividad física. El origen de esta incontinencia se encuentra en la uretra, que en la mujer es corta y está en la vejiga y en los genitales externos. Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar.
• Incontinencia urinaria de urgencia: pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Por lo tanto, existe una consciencia previa. El origen de esta incontinencia se encuentra en el detrusor.
Se pueden distinguir dos tipos de incontinencia urinaria de esfuerzo:
-Sensitiva: es provocada por un aumento de los impulsos sensitivos desde los receptores de tensión/presión que se encuentran en las paredes de la vejiga. Aparece una sensación temprana de plenitud y urgencia por orinar. Puede estar asociada a enfermedades.
-Motora: la pérdida de orina es motivada por una hiperactividad del detrusor, es decir, un fallo en la inhibición motora del reflejo de la micción. Está causada, principalmente, por mecanismos psíquicos, esfuerzos u obstrucción.
• Incontinencia urinaria mixta: pérdida de orina se produce por un hiperactividad del músculo detrusor y un trastorno en los mecanismos esfinterianos. En este caso, la incompetencia del cuello vesical permite la entrada de orina en la uretra proximal. Como consecuencia, el detrusor entiende que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su contracción.
• Incontinencia urinaria por rebosamiento: pérdida de orina se produce porque la vejiga se encuentra distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado. Se distinguen dos causas de incontinencia urinaria por rebosamiento:
-Orgánica: en este caso la vejiga se encuentra distendida por una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más se produce el rebosamiento. Los tumores prostáticos y la hipertrofia benigna de próstata son las principales enfermedades que originan este tipo de incontinencia.
-Neurológica: un daño neurológico del núcleo parasimpático medular o del nervio pélvico provoca que el detrusor no tenga fuerza.
Generalmente es motivada por lesiones medulares, esclerosis múltiple o intervenciones quirúrgicas que afectan al nervio pélvico.
• Incontinencia urinaria de causa psicógena: está asociada a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o agua); a emociones fuertes y repentinas (miedo, angustia o placer); o a fobias y manías.
• Incontinencia urinaria de causa neurológica: engloba las alteraciones de la dinámica miccional que se originan en el sistema nervioso. En su desarrollo influyen los accidentes cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y las lesiones medulares.

VOZ DEL EXPERTO
Mauricio plata
Urólogo
Jefe de la sección de incontinencia urinaria y piso pélvico de la Fundacion Santa Fe de Bogotá. Vicepresidente de la Sociedad Colombiana de UrologÍa.
www.mauricioplata.com
Los tratamientos de la incontinencia urinaria varían dependiendo del tipo de incontinencia. Si se trata de la incontinencia urinaria de urgencia o vejiga hiperactiva,  el  pilar  del  tratamiento son las modificaciones de hábito como orinar más seguido, disminuir el  consumo  de  cafeína,  alcohol  o  cigarrillo, evitar cítricos y consumo de picantes. Adicionalmente el uso de unos medicamentos llamados anticolinérgicos puede ayudar a controlar el problema. Tres de cuatro personas con estas medidas mejora. En aquellos en los que no hay respuesta, se puede utilizar la toxina botulínica aplicada en la vejiga como un procedimiento ambulatorio sin necesidad de anestesia general y altamente efectivo. Otra opción es la modulación sacra utilizando dispositivos que actúan como marcapasos para la contracción de la vejiga.  

En el caso de incontinencia urinaria de esfuerzo en la mujer, en casos leves la mejor opción es la rehabilitación del piso pélvico, la cual a través de dos sesiones semanales de aproximadamente 40 minutos permite  a la persona reconocer los músculos responsables del control de la vejiga y además, estimularlos de manera pasiva con corriente para fortalecerlos. En casos de incontinencia urinaria moderada a severa el pilar del tratamiento son las intervenciones quirúrgicas. La técnica más usada en la actualidad es la cinta libre de tensión, en la cual se utiliza una banda sintética colocada por vía vaginal, que permite reemplazar el soporte normal que tiene la uretra y la vejiga y así evitar la incontinencia urinaria. Es un procedimiento que no requiere hospitalización, no requiere sondas, se usa anestesia local con sedación y  el tiempo quirúrgico es corto. Además, la recuperación es menor a 10 días.


En casos de incontinencia urinaria en hombres, si esta es leve puede usarse la rehabilitación del piso pélvico  también. En casos moderados existen las bandas similares a las usadas en las mujeres y en casos más severos se
puede utilizar el esfínter urinario artificial, una técnica que permite restablecer completamente la función del esfínter urinario de manera rápida y útil”.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN

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