¿Cómo se debe tratar la varicela en los niños?

La varicela se puede contagiar muy fácilmente a otras personas. Usted puede contraerla tocando los líquidos de una ampolla de varicela o si alguien con varicela tose o estornuda cerca de usted.

La varicela es una infección viral por la cual la persona presenta ampollas en todo el cuerpo. La varicela solía ser una de las enfermedades clásicas de la niñez. Sin embargo, desde la llegada de la vacuna contra dicha enfermedad, ésta se ha vuelto mucho menos común.

Sin embargo, como el sistema inmunológico de los menores no ha madurado completamente, ellos son quienes están expuestos a contraer enfermedades infecciosas como ésta.

La varicela se trata de una patología altamente contagiosa, transmitida por el virus varicela zoster, que pertenece a la familia del herpes, y el cual puede pasar de un adulto a un menor y viceversa.

Sin embargo, pese a este panorama, son muchas las personas que no conocen la manera en que se pueden proteger y de paso salvaguardar a sus hijos de este mal, que puede llevar a graves complicaciones e incluso a la muerte.

Señales de alerta

Tal como lo advierte Ricardo Rueda, dermatólogo patólogo de la Universidad del Valle y el Centro Médico Imbanaco, “al comienzo se puede confundir con un cuadro viral, pues se manifiesta con decaimiento, cefalea, agotamiento, malestar general, fiebre y molestias del tracto respiratorio”.

Pero después de unos 10 o 12 días del contagio aparece el brote típico que se caracteriza por cosechas o grupos de vesículas con ‘ombligo’ de menos de cinco milímetros de tamaño, similares a la picada de un zancudo. Luego crecen, se llenan de un líquido amarillento, se secan y se convierten en costras. Las lesiones no son dolorosas, pero sí rascan (pruriginosas).

“La cabeza, la nuca, el cuello, la cara (entrecejo y nariz) el tronco y la espalda son las zonas en las que suelen aparecer las lesiones”. Así lo confirma Yolanda Caicedo, infectóloga pediatra de la Universidad del Valle y el Hospital Universitario del Valle, quien indica que es menos frecuente en las extremidades, caso en el cual tiene relación con pacientes inmunocomprometidos.

Sin embargo, en un tipo de varicela conocido como hemorrágica las lesiones son más agresivas y más diseminadas a manera de manchas rojas.

Para llegar al diagnóstico

Una prueba conocida como test de Tzanck, señala el doctor Rueda, puede evaluar el efecto del virus en las células de la piel, lo que produce unas imágenes muy características.

“El examen de anticuerpos de inmunoglobulina M, que se generan cuando el organismo responde activamente a una infección, también puede dar indicios del contagio tanto en menores como adultos”, agrega el profesional. Así mismo, una biopsia puede ayudar a confirmar sospechas.

La varicela se manifiesta con fiebre y decaimiento, seguido de la aparición de una erupción. Se trata de pequeñas ampollitas de aspecto perlado acompañadas de picazón, que aparecen inicialmente en la cara y cuero cabelludo, y luego se distribuyen en todo el cuerpo. Estas lesiones tienden a secarse y formar costras que luego caerán sin dejar cicatriz. 

El período de incubación (desde el momento del contagio hasta la aparición de síntomas) es de aproximadamente 15 días.

¿Cómo se contagia?

• El periodo de incubación, es decir, el tiempo que pasa entre el contagio y los síntomas va de una a tres semanas; 14 días en promedio, dependiendo del estado inmunológico del paciente, pues si hay alteraciones el periodo se torna más corto.

• Se contagia por vía aérea, al hablar, toser o expectorar o al contacto con las lesiones.

• Dos días antes del brote y hasta cinco después, la varicela es especialmente contagiosa. Pero cuando las vesículas se secan ya no hay riesgo de contagio.

• La varicela congénita, es decir, transmitida por la madre, ocurre en el 2% de los casos, cuando se presenta en las primeras 20 semanas de la gestación. Y cuando aparece en el segundo o tercer trimestre puede llevar a la atrofia de las extremidades por una especie de bandas o cicatrices que se forman y no permiten el adecuado desarrollo de los miembros superiores e inferiores y que terminan por comprimirlos.

• Cuando la madre se infecta cinco días antes del parto o dos días después hay un 20% de posibilidades que el bebé nazca con varicela, caso en el cual la mortalidad llega al 30%.

Cómo se puede complicar

En especial en los adultos, la varicela puede llegar a ser muy severa, dependiendo del estado inmunitario del paciente. 

De tal forma, que personas que ya hayan sido trasplantadas, tomen esteroides o tengan el sistema inmunológico comprometido pueden complicarse más fácilmente con neumonía, encefalitis, hepatitis, síndrome nefrótico, púrpura, miocarditis o pancreatitis, que pueden llevar a la muerte. Esto dado que el virus es capaz de diseminarse hacia órganos vitales como los pulmones, el hígado y el cerebro.

¿Quiénes deben vacunarse?

• Todos los niños entre 1 y 6 años. A partir de los 12 o 15 meses de edad deben recibir la primera dosis. La segunda dosis se aplica hacia los 4 o 6 años. 

•En los mayores de 13 años también se ponen dos dosis, con un intérvalo de uno o dos meses entre una y otra.

•No se debe aplicar en mujeres en embarazo. Solo se permite hasta un mes antes del inicio de la gestación.

¿Quiénes no se deben vacunar?

• Personas sometidas a trasplantes de órganos.

•Pacientes con cáncer que reciban quimioterapia.

•Personas que tomen más de 20 miligramos de esteroides al día.

•Niños con VIH.

Credito
COLPRENSA

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