Cirugías con incisiones cada vez más pequeñas

Las cirugías de mínima invasión son procedimientos quirúrgicos que brindan grandes beneficios a los pacientes: recuperación más rápida, menos dolor y un bajo riesgo de infección. Especialistas destacan sus bondades y hablan sobre el futuro en el área quirúrgica.

Cámaras diminutas, pero de alta definición que se introducen por pequeños orificios en la cavidad del cuerpo que se requiera y que incluso permiten magnificar hasta 10 veces el área intervenida, se han convertido en uno de los implementos quirúrgicos más comunes; esto, debido a que cada vez toman más fuerza las denominadas cirugías de mínima invasión.

Se trata de una técnica quirúrgica mediante la cual se insertan tubos cortos y delgados (trócares) en el cuerpo del paciente, por medio de pequeñas incisiones (inferiores a un centímetro). Es a través de estos trócares por donde finalmente se insertan instrumentos especialmente diseñados para que el cirujano manipule, corte y suture los tejidos.

Por medio de esta técnica se pueden practicar desde apendicectomías (cirugía laparoscópica más frecuente), colectomías, cirugías bariátricas y corrección de hernias, hasta trasplantes renales. Es más, se considera que puede ser aplicado en cualquier especialidad médica.

Si bien puede parecer que son procedimientos que solo se realizan en Norteamérica o Europa, en Colombia son cada vez más los cirujanos -debidamente capacitados- que optan por invadir lo mínimamente posible a sus pacientes, toda vez que estas intervenciones han demostrado grandes beneficios.

Para Andrés Muñoz Mora, experto en cirugía laparoscópica gastrointestinal, “la cirugía de mínima invasión no es solo el arte de operar a través de pequeños orificios con instrumentación especial, es una técnica que brinda al paciente un gran beneficio debido a que se presenta un menor trauma quirúrgico que redunda en una recuperación más rápida, incapacidad corta, menor riesgo de infecciones y hernias”.

Sin embargo, destacó que “el hecho de que una cirugía sea por mínima invasión no debe generar en el paciente ni en el público general la impresión de que el procedimiento es pequeño o de menor riesgo”.

De acuerdo con el especialista, las intervenciones mínimamente invasivas siguen siendo delicadas, no están exentas de complicaciones, pero “en términos generales, cuando se hace con profesionales idóneos, estadísticamente sí existen menos complicaciones y menos estancia hospitalaria postoperatoria, que cuando se hace con cirugía abierta”.

Avances en la cirugía

Juan Darío Arenas
Profesor de cirugía y jefe de división de la Unidad de Trasplantes de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas (Estados Unidos).

“Cuando llegó, la cirugía laparoscópica tenía costos altos porque los equipos eran desechables. Hoy en día los costos se han reducido, al igual que los tiempos quirúrgicos y los implementos son más de reuso (materiales fácilmente reciclables) y el personal ya está más entrenado.

Llegará un momento en que los procedimientos por laparoscopia se conviertan en rutinarios, al convertirse en una técnica estándar.

Es de destacar que la medicina está en constante avance, por lo que desde hace varios años se implementa la cirugía robótica, que le apunta a renovarse por medio de la nanotecnología para hacerla más portátil y menos excesiva en tamaños y fuentes de energía y luz...

Estamos a años luz, pero con investigación y desarrollo podríamos llegar allá.

La comunidad investigativa está trabajando en disminuir aún más el trauma en los pacientes, por lo que seguramente en un futuro se podrá realizar un sinnúmero de cirugías sin incisiones, como se realiza ahora en ciertos casos utilizando los orificios naturales del cuerpo.

La voz del experto

Camilo Andrés Giedelman Cuevas 

Urólogo, miembro de la Unidad de cirugía de mínima invasión, laparoscópica y robótica de la Clínica de Marly

“Con el entrenamiento las cosas funcionan bien. La mínima invasión brinda procedimientos más seguros, al estar el especialista más cerca por medio de una cámara que ofrece una magnificación de los órganos importantes, lo que hace que las disecciones sean más precisas y las reconstrucciones más óptimas.

En cirugía abierta la visión es 1:1, por laparoscopia se puede magnificar hasta 10 veces y por cirugía robótica es posible hasta 15:1, lo que hace que haya más precisión”.

Preguntas y respuestas 

Ricardo Nassar
Jefe de cirugía mínimamente invasora y cirugía bariátrica de la Fundación Santa Fe en Bogotá

¿Cuáles son los principales beneficios de las cirugías de mínima invasión?

El grado de invasión y lesión de tejidos es menor que cuando se hace una cirugía abierta. Estas incisiones producen menos dolor que las incisiones grandes y menos complicaciones. 

El área de la cirugía ha evidenciado grandes avances...

Sí, vemos que antes se hacían incisiones muy grandes, ahora son de menor tamaño pero algunas veces múltiples, o solo una incisión pequeña.

En este aspecto, cada vez vamos reduciendo el factor agresivo hacia el ser humano.

Habrá un día en que los ingenieros biomédicos podrán ser los cirujanos del futuro. Esto va muy ligado entre la tecnología y el saber de la ciencia médica, sobretodo de la quirúrgica.

¿Cualquier cirujano está en capacidad de adelantar estos procedimientos de mínima invasión?

Si el médico no está entrenado debidamente no debería hacerlo. Esta sería la mayor contraindicación para un procedimiento de estos.

En el país se cuenta con cirujanos entrenados. Hay grupos médicos en Colombia que están a la par de los Estados Unidos, Europa y Asia.

¿Se cuenta con muchos implementos, pero el cirujano tiene la misma libertad al momento de hacer la intervención?

Antes se podía hacer una incisión muy larga y abrir una cavidad muy grande de tal manera que se tenía visión directa del órgano a tratar, se podían introducir las manos y tener sensibilidad con el órgano.

Ahora se debe tener un entrenamiento especial para tener esa misma percepción directa o indirecta con las pinzas.

El reto puede ser mayor, al tener que reconocer la misma anatomía que cuando se hacía con la cirugía abierta. Por eso se necesita más entrenamiento.

Credito
ÉRIKA J. MARTÍNEZ GARCÍA

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