“Doctor, me dijeron que tenía hígado graso. ¿Qué significa eso?”

El hígado graso es una enfermedad crónica asociada a la acumulación de grasa en este órgano y, además, actualmente una entidad padecida por un importante número de personas en la población.

Puede aparecer en el contexto de múltiples enfermedades, sin embargo su principal asociación es con una conocida como síndrome metabólico que combina diferentes factores de riesgo cardiovascular como obesidad, diabetes tipo 2, aumento del colesterol en la sangre -hipercolesterolemia-, concentración de triglicéridos en la sangre superior al normal -hipertrigliceridemia- e hipertensión arterial. 

¿Qué síntomas produce?

Las manifestaciones clínicas suelen ser escasas, por lo que la mayoría de los pacientes son asintomáticos, sin embargo, en casos severos o en los que existe inflamación hepática, se puede tener molestias como dolor abdominal, debilidad, anorexia y náuseas.

 

¿Cómo se diagnostica? 

El diagnóstico se plantea tras un análisis de sangre en el que los marcadores hepáticos (transaminasas) están alterados, o como un hallazgo incidental tras una ecografía abdominal. No obstante, para su diagnóstico definitivo se debe obtener una biopsia hepática que solo está indicada bajo criterio médico.

 

¿Qué tratamiento debo seguir? 

La detección exclusiva del hígado graso no tiene un tratamiento bien definido en este momento. El tratamiento más recomendado es modificar el estilo de vida (disminución de peso en caso de sobrepeso u obesidad, y aumento de la actividad física).

No existe un tipo de dieta específica para prevenirlo, ya que no es una mala alimentación en sí lo que produce el hígado graso, sino el peso excesivo, ya que la cantidad de ácidos grasos que se acumulan en el hígado depende del balance entre depósito y eliminación de los mismos, por lo que se recomienda adoptar una dieta balanceada y la práctica de ejercicio físico para llegar al peso ideal.

En caso de padecer enfermedades asociadas como diabetes mellitus o hipertensión arterial, el buen control farmacológico de estas entidades es también eficaz en el manejo del hígado graso.

 

CONSEJOS

  • Evite el sobrepeso o la obesidad
  • Siga una dieta balanceada y practique ejercicio físico regularmente.
  • Procure tener un buen control de sus enfermedades asociadas (diabetes, hipertrigliceridemia, hipertensión arterial y hipercolesterolemia).
  • Si le han diagnosticado hígado graso, asista a control médico.
Credito
Dr Lucio Guerrero

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