¿Qué es la halitosis?

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Halitosis es la presencia de mal aliento y un problema que muchas personas padecen alguna vez. Se calcula que el 40% de la población sufre o sufrió de halitosis en algún momento de su vida.

La halitosis no es otra cosa que mal aliento y se puede definir como un conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca.

En odontología, la halitosis tiene el rango de enfermedad, pues en el 90% de los casos se debe a problemas de la cavidad bucal. “La halitosis es causada principalmente por bacterias en la boca que se pueden crear por los residuos de los alimentos que quedan después de cada comida y que al estar en la cavidad bucal se transforman en compuestos sulfurados originando el mal aliento”, comentó el odontólogo Miller Ferney Guzmán Millán.

Así mismo, si hay poca salivación y esta no es suficiente para llevar todos los alimentos al estómago, también se es propenso a la proliferación de estas bacterias que producen el mal aliento, comentó Guzmán Millán. De hecho, durante el sueño se reduce la producción de saliva, lo que hace que con frecuencia se tenga mal aliento al levantarse.

Por eso, en situaciones de estrés, en las que es frecuente que se seque la boca, es conveniente estimular la salivación, por ejemplo con chicles, caramelos (sin azúcar) o cualquier cosa que aumente la secreción de saliva y se evite la halitosis.

 

Tipos de halitosis

Existen dos tipos de halitosis: la halitosis oral y la halitosis extraoral.

“La halitosis oral proviene de la propia cavidad oral y se debe principalmente (en un 41%) a la acumulación de biofilm oral (placa bacteriana) en la lengua. Aunque también puede estar causada por otras situaciones como: problemas periodontales, caries dentales, hábito de fumar, entre otras. Según múltiples estudios científicos, la halitosis oral corresponde al 90% de casos”, dijo la odontóloga Paola Trujillo Ramírez.

Cuando la halitosis se origina fuera de la cavidad oral, se denomina halitosis extraoral. Se debe principalmente a trastornos sistémicos, del tracto respiratorio superior/inferior, del sistema digestivo, así como enfermedades hepáticas o renales. Y ésta corresponde al 10% de los casos.

 

Las causas de la Halitosis oral pueden ser patológicas y no patológicas

Las no patológicas:

1 Aliento matutino: durante el sueño el flujo de la saliva disminuye, ello facilita el crecimiento incontrolado de bacterias productoras de gases malolientes.

2 Edad: la calidad del aliento cambia con la edad. Es probable que los ancianos sufran cambios regresivos en las glándulas salivales y afecten a la calidad y cantidad de la saliva, incluso con una buena higiene bucal.

3 Prótesis dentarias: las dentaduras postizas y puentes pueden acumular restos de comida. Si se dejan toda la noche se produce un desagradable y característico olor.

4 Fármacos: existen medicamentos que producen xerostomía (boca seca), como los anticolinérgicos, antidepresivos, etc. La saliva favorece la limpieza de cavidad oral y reduce el mal olor.

5 Tabaco: fumar crea un aliento característico que puede durar algunos días más, incluso después de haber dejado de fumar.

6 Periodos de ayuno: saltarse las comidas y llevar una dieta hipocalórica puede favorecer el mal aliento.

7 Dieta: después de la ingesta de algunos alimentos (cebolla, ajo) o el consumo de alcohol, ciertos metabolitos pueden absorberse a nivel gastrointestinal, pasan a la circulación, se metabolizan en la mucosa e hígado y son expulsados por los pulmones.

Las causas patológicas:

1 Enfermedad periodontal, caries.

2 Higiene oral deficiente, la falta de eliminación de biofilm oral (placa bacteriana), provoca el crecimiento bacteriano. Los lugares donde se suelen acumular las bacterias son la lengua, espacios interproximales, área subgingival, abscesos. La lengua es la localización de mayor predominio de las bacterias anaerobias en la boca.

3 Causas ulcerativas: úlceras traumáticas, infecciosas, estomatitis.

4 Faringe: infecciones víricas, bacterianas o fúngicas.

5 Necrosis por radioterapia y quimioterapia en pacientes con neoplasias.

6 Las causas de la halitosis extraoral podrían ser: nasales (sinusitis), enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, enfermedades sistémicas (diabetes mellitus mal controlada, infección renal, disfunción hepática, Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, etc.).

 

Tratamiento

El tratamiento de halitosis oral está orientado a disminuir el número de bacterias productoras de mal olor depositadas en el dorso posterior de la lengua y en el surco o bolsa periodontal, así como la volatilización de productos malolientes.

Entre los agentes antimicrobianos usados en el tratamiento se encuentra la Clorhexidina a baja concentración 0.05%, el Cloruro de cetilpiridinio y el Lactato de zinc que han demostrado su eficacia en la reducción de variables asociadas a la halitosis.

A nivel general, los protocolos de tratamiento contemplan la realización de una limpieza dental profesional e instrucciones de higiene oral que van desde un correcto cepillado y limpieza interproximal, a una limpieza completa de la lengua (con un limpiador lingual acompañado de un enjuague bucal realizando gargarismos para alcanzar la parte posterior del dorso lingual).

 

Remedios caseros para eliminar el mal aliento

1 El bicarbonato de sodio es una de las sustancias más empleadas en el tratamiento de la halitosis. Sus propiedades antimicrobianas ayudan a controlar el crecimiento bacteriano para neutralizar el mal olor y posibles infecciones.

Por sus potentes cualidades antisépticas, el aceite esencial de árbol de té es un desinfectante natural que inhibe la acción bacteriana en la boca para controlar el mal olor.

El perejil contiene una sustancia llamada clorofila que actúa de manera eficaz contra los síntomas de la halitosis.

El vinagre de manzana contiene ácido acético, una sustancia que baja el pH de la boca para alterar el ambiente que necesitan los microorganismos para proliferarse.

El jugo de limón es uno de los remedios más antiguos contra este problema. Su ácido cítrico detiene la proliferación de las bacterias en la lengua y encías.

El té de ortiga es una bebida depurativa que estimula la eliminación de toxinas y metales pesados acumulados en el organismo. Aunque la mayoría lo ignoramos, estas condiciones también influyen en la dificultad para controlar el mal aliento.

Las semillas de hinojo son útiles para aliviar el mal aliento ocasionado por comidas cargadas en condimentos y sequedad bucal.

Prepare una infusión con una cucharada de yerbabuena y una taza de agua, deje hervir diez minutos y beba después de cada comida.

No pase mucho tiempo sin ingerir ningún alimento. Por ejemplo, una zanahoria a media mañana es una buena opción.

10 Evite alimentos que sean muy secos o fibrosos y aumente el consumo de ensaladas crudas.

 

Recomendaciones para evitar el mal aliento

1 Cepille sus dientes, mínimo dos veces al día.

Cepíllese los dientes de dos a tres minutos por lo menos dos veces al día, para eliminar la placa y los restos de comida. Es muy importante cepillarse los dientes antes de irse a dormir. Puede probar realizar un cepillado adicional con bicarbonato de sodio para reducir la acidez de la boca y dificultar el crecimiento de las bacterias que causan el mal aliento.

2 Usar el hilo dental diariamente.

Usar hilo dental eliminará los restos de comida de entre los dientes a los que no puede llegar con su cepillo de dientes. Si no se eliminan los restos de comida, las bacterias comenzarán a alimentarse de ellos, lo cual provoca mal aliento.

3 Cepille o frote su lengua.

Para eliminar cualquier residuo que pueda acumularse entre las papilas gustativas y los pliegues de la lengua, invierta en una herramienta económica denominada raspador de lengua, que se encuentra disponible en farmacias. Si no tiene un raspador de lengua, puede usar su cepillo de dientes para cepillarla.

4 Use un enjuague bucal.

Tenga en cuenta que si el aliento crónico es provocado por un problema dental, el enjuague bucal solo ocultará el olor, no será una cura. En algunos casos, los enjuagues bucales pueden empeorar un problema de mal aliento al irritar el tejido de la boca. Para refrescar la boca en caso de emergencia, pruebe enjuagarse la boca con una mezcla de agua y unas gotas de aceite de menta. O enjuáguese la boca con té negro o verde. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago, enjuagarse la boca con té negro o verde inhibe el crecimiento de las bacterias que causan el mal aliento.

5 Visite al dentista.

La mejor manera de asegurarse una buena higiene oral es visitando al dentista de forma regular. Si sufre de mal aliento crónico, debe primero visitar al dentista para descartar cualquier problema dental. Y si su dentista cree que la causa del problema es una fuente sistémica (interna), como una infección, podría derivarlo a su médico familiar o a un especialista que ayude a solucionar la causa del problema.

6 Deje de fumar y evite el uso de productos de tabaco.

Si alguna vez necesitó otra razón para dejar de fumar, aquí hay una muy simple: fumar contribuye a tener mal aliento. El tabaco tiende a secar la boca y dejar un olor desagradable que permanece incluso después de cepillarse los dientes.

7 Tome agua.

Asegúrese de beber suficiente cantidad de agua (de seis a ocho vasos de 8 onzas) al día para evitar la sequedad en la boca. Beber agua ayuda a mantener el olor bajo control porque ayuda a arrastrar las partículas de comida y las bacterias, que son la principal causa del mal aliento. Si sufre de sequedad bucal crónica o toma medicamentos que hacen que se le seque la boca, hable con su dentista para que le recomiende un sustituto de saliva de venta libre.

8 Consuma un caramelo sin azúcar o mastique chicle sin azúcar.

Chupar un caramelo sin azúcar o masticar un chicle sin azúcar ayuda a estimular el flujo de saliva. La saliva ayudará a arrastrar los restos de comida y las bacterias.

 

Cifra

80 millones de personas que sufren de halitosis crónica, o mal aliento. En la mayoría de los casos, su origen es la lengua y las encías. 

Credito
EL NUEVO DÍA

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