La política de los pequeños logros

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Poco a poco vamos llegando a la meta y si tenemos voluntad alcanzaremos todo lo que nos hemos propuesto. Eso sí, hay que ser perseverantes y celebrar cada triunfo, así sea menor. De hecho, yo defino a la voluntad como la política de los pequeños logros.

La respuesta más rápida es la acción y ella solo se da si tenemos voluntad para ponernos manos a la obra.

La voluntad es, de manera precisa, la capacidad que tenemos para decidir con libertad lo que deseamos y lo que no. Dicho de una forma más práctica: ella es la clave para conseguir lo que nos propongamos.

 

¡Y es así como lo lee!

Si nacimos pobres, no tenemos porqué vivir en la miseria; si somos obesos, podríamos hacer el suficiente ejercicio como bajar de peso; y si estamos desempleados, deberíamos pensar en generar algún tipo de empresa, en fin...

 

¡Querer es poder!

Si anhelamos ser feliz y trabajamos para ese propósito, así será. Es la voluntad la que transporta las montañas.

Eso sí, siempre debemos actuar de una manera adecuada para no dejarnos amilanar.

Lo digo porque a veces nos comportamos de una forma necia y emprendemos carreras desaforadas en torno a nuestras cosas. Y ni siquiera porque tropezamos y sufrimos decepciones, recapacitamos.

Por eso quiero invitarlos a perseverar en sus propósitos y a no desanimarse. En ese sentido, siempre será clave aplaudir los avances que tengamos.

Adquirir el hábito de felicitarnos por cada triunfo, más allá de que sea ‘pequeño’, es el paso más sencillo para darnos cuenta de la gran cantidad de cosas que somos capaces de alcanzar.

Este documento no es otra cosa que una propuesta para abonar el don de la voluntad. La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero; tarde o temprano el que gana es aquel que cree poder hacerlo.

Usted dirá que se lee fácil proponerlo, pero que es difícil poner en práctica este mensaje.

Pues, ha de saber que el poder se encuentra dentro de cada uno de nosotros.

Reflexionemos sobre las decisiones que hemos venido tomando durante los últimos tiempos y analicemos qué tan convenientes han sido.

También nos corresponde analizar muy bien las decisiones que vamos a tomar de ahora en adelante, para que no volvamos a cometer los errores del ayer.

Si tenemos educada la voluntad veremos que nuestros sueños se irán convirtiendo en realidad.

Claro está que es preciso recuperar la confianza en nosotros mismos y decidirnos a actuar.

¡Conectémonos con nuestra fe!

Y si sentimos que no estamos contentos con lo que nos rodea, tomemos la decisión de cambiarlo de una vez por todas.

Credito
EUCLIDES KILÔ ARDILA

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