Prepárese para la alimentación del futuro

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Estudios científicos han previsto que la alimentación del futuro será un poco diferente... o tal vez muy diferente de lo que conocemos hoy. Para empezar, todo tendrá mucha menos azúcar, grasa y sal, algo positivo para su salud. Así que antes de que se vea obligado, prepárese para la alimentación del futuro.

Con la proyección de que la población mundial llegará a casi 10 mil millones para el año 2050, los expertos están buscando formas de asegurarse de que todos tengan suficiente para comer, al tiempo que promueven prácticas agrícolas y hábitos alimentarios que harán un mejor trabajo de protección de la salud humana y la del planeta.

Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en Harvard, lideró un estudio en el que halló que los sistemas agrícolas están degradando los recursos naturales necesarios para la producción de alimentos y que, en 40 años, habrá 2 mil millones de personas más que alimentar.

En los próximos 10 años, el campo emergente de “nutrición personalizada” usará pruebas genéticas para llenar esos vacíos y ofrecer una guía de alimentación saludable adaptada a cada persona. Algunas compañías, los llamados “servicios de nutrigenética”, ya prueban su ADN y ofrecen consejos dietéticos, pero el consejo puede ser impredecible. Para el 2028, entenderemos mucho más acerca de nuestra genética. El Dr. Jeffrey Blumberg, profesor de ciencias y políticas de nutrición en la Universidad de Tufts en Massachusetts, es uno de los defensores más abiertos de esta nueva ciencia. Él insiste en que las pruebas de ADN desbloquearán la nutrición personalizada. “Podré decirle qué tipo de frutas, qué tipo de verduras y qué tipo de cereales integrales debe elegir, o con qué frecuencia”, dice.

 

 Lo que vendrá en materia de alimentación 

La investigación determinó que se necesitan grandes cambios en los alimentos que comemos y la forma en que los producimos, así como en la cantidad de desechos que generamos para el planeta sea viable en un futuro. A continuación, el investigador Eduardo Fontana explica qué podemos esperar en materia de alimentación para el futuro.

1 . Los seres humanos han utilizado la modificación genética durante años, pero gracias a nuevas herramientas como Crispr, se podrán crear cultivos genéticamente modificados que sean tolerantes a la sequía, a prueba de enfermedades y de alto rendimiento.

2 . Las granjas de interior pueden producir grandes volúmenes de productos frescos sin depender de herbicidas, pesticidas o la presencia del sol. También podrían reducir las emisiones de carbono al cultivar alimentos directamente dentro de las áreas urbanas, en lugar de producirlos en áreas rurales y enviarlos a los consumidores que viven en la ciudad.

3 . Para quienes no quieren dejar de comer carne, existirá la alternativa de cultivarla en laboratorios y que tendrían un sabor idéntico al real, pero que no requerirán el cultivo o sacrificio de ganado.

 

Lo que comeremos 

La nutricionista Fabiana Plata explica cuáles y cómo serán los alimentos que consumiremos en un futuro:

1 . Alimentos con menos azúcar, sal y grasa. En el futuro, la comida tendrá mucha menos grasa, azúcar, sal y menos calorías, pero sabrá igual de rico. Los científicos han logrado cubrir partículas minerales inertes con azúcar, aumentando el área de superficie que toca la lengua, de modo que se puede usar menos azúcar para proporcionar la misma dulzura. Sorprendente, ¿verdad?

2 . Alimentos personalizados. Una investigación de la Universidad de British Columbia, Canadá, encontró que la microbiota intestinal puede determinar qué alimentos son mejores para usted, pero no en un sentido general, más bien uno particular. Sí, en el futuro los científicos podrán decirle a usted como individuo qué alimentos le benefician y diseñar así su dieta.

3 . Insectos. En el restaurante Linger, en Denver, Estados Unidos, se ofrecen un plato llamado “Sweet and Sour Crickets”: hormigas negras con arroz blanco y tapas con verduras fritas, grillos cortados en cubitos y saltamontes. Y por mucho que hoy pueda parecerle un plato poco común, en el futuro será todo lo contrario. La creciente industria de insectos comestibles produce pastas y papas fritas hechas de insectos, especialmente de grillos. Comer insectos tiene beneficios tanto ecológicos como para la salud. Los insectos que crecen producen menos gases de efecto invernadero y utilizan menos agua y espacio que la carne de res, pollo y cerdo. Los insectos también son buenas fuentes de proteínas, fibra y ácidos grasos. Puede intentar a probarlos de una vez.

4 . Hamburguesas sin carne y helados sin proteína de leche. Los nuevos sustitutos de la carne a base de plantas, como los productos “Impossible Burger” y “Beyond Meat”, serán en el futuro mucho más comunes. Hechos de vegetales, almidones, aceites y proteínas sintéticas, estos productos imitan el sabor y la textura de la carne que procede de animales. Además, en el futuro, los investigadores podrán “cultivar” carne real a partir de células animales. Por otro lado, ya existen, de hecho en Colombia, helados hechos sin proteína de leche que tienen los mismos sabores que los tradicionales.

5 . Auge de las algas. Muchos afirman que las algas serán la próxima revolución de la agricultura y de la ganadería. Las algas son en la actualidad utilizadas en la cocina tradicional japonesa. Sin embargo, numerosos estudios y chefs de fama mundial están comenzando a valorar sus propiedades tanto por sus nutrientes, como para sorprender a la gastronomía mundial a través de nuevos y originales platos y sabores.

Credito
BELKYS P. ESTEBAN C.

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