Seguro agropecuario pretende unas espigas amparadas

Suministrada - EL NUEVO DÍA
El Gobierno, con este seguro, busca que las siembras de los campesinos tengan amparo de sus cosechas ante fenómenos naturales y ataques de plagas y enfermedades muy frecuentes en la agricultura y que han arruinado a miles de agricultores en el país.

Los números no le son favorables en la actualidad al seguro agropecuario, a pesar de ser una política estatal subsidiada en un gran porcentaje desde hace 18 años, cuando a esta iniciativa se le dio impulso.

De acuerdo con las cifras del Ministerio de Agricultura, el área de siembra asegurada en el país no llega al uno por ciento, muy distante del 40 del área en Argentina y 50, en México.


Lo anterior traduce que de las 4.8 millones de hectáreas sembradas en el país, el amparo sólo llega a 48 mil.


Pero el Gobierno nacional lo plegó a todo crédito de Finagro, lo que pretende una mayor cobertura para el sector agropecuario del país.


¿Qué ocurre con el seguro agrícola que no camina en un país donde las olas invernales arrasan miles de hectáreas cultivables?

Para Juan José Barbudo Vicioso, gerente de la Cooperativa de Palmicultores de Colombia, Coopalcol, en principio y esencia es un instrumento valioso para el sector agropecuario, pero al entrar en detalle les pareció muy costoso.

“El seguro funciona para pequeños productores, pero para medianos y grandes agricultores la prima es muy alta. Por ejemplo, para 100 hectáreas estaría cerca a los 20 millones de pesos anuales”, agregó.


Barbudo Vicioso dijo que en el tema palma, las aseguradoras no son muy cercanas debido a la presencia de la Pudrición de Cogollo, PC, enfermedad que ha afectado en Santander cerca de 12 mil hectáreas.


“Ahora, en caso de inundaciones no nos favorece, pues como la palma no muere, no se toma como pérdida total sino parcial; pero esas anegaciones derivan en enfermedades que llevarán a pérdidas muy altas. Es decir, no hay claridad sobre la cobertura”, agregó.


Otro costo
Germán Pava Capacho, gerente de la Cooperativa Panelera de Santander, Coopanelas, dijo que en el negocio de la panela dada la incertidumbre de los precios es muy difícil meterle “al cultivo otro elemento que incremente el valor de los costos de producción, pues el seguro agropecuario no es barato”.

El directivo dijo que ha faltado mucha información y no se conoce el detalle, la letra menuda, hasta dónde llegan las coberturas. La Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, piensa todo lo contrario. Estima que es un instrumento de gran ayuda y que será sustancial en la producción arrocera del país.


Rafael Hernández Lozano, gerente de Fedearroz, dijo que el departamento económico de la Federación junto con la aseguradora diseñó un producto para el sector de todo el país.


En resumen, sólo le vale al gremio 32 mil pesos por hectárea el semestre y tiene una cobertura que va desde lo sanitario hasta daños por efectos climáticos.


“El Gobierno sacó la herramienta y cada sector debe buscar la forma de cómo apropiarse de ella. Los arroceros vendieron a la aseguradora, literalmente, todo el sector en el país, de ahí que haya salido económica para los productores. Esto se logra cuando se le propone a la compañía de seguros el potencial del sector y se busca un negocio que favorezca a las partes”, agregó.


Obligatoriedad
Recientemente, el Gobierno nacional determinó que todo crédito o subsidio que sea canalizado a través del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Vinagro, obligatoriamente tiene que ir acompañado­ de un seguro contra riesgos naturales o ­biológicos.

Para el Gobierno, la medida revolucionará el sector agropecuario colombiano pues se contará con un seguro masivo.

En primera instancia esa determinación será aplicada para cultivos semestrales o de ciclo corto.

Pero desde el primero de enero de 2013, se hará extensiva a los créditos destinados a la financiación de cultivos de mediano y tardío rendimiento.


Igualmente se aplicará para las actividades de explotación pecuaria.


Credito
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