4 %, la primera carta destapada para alza del salario mínimo

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
A diez semanas para que finalice el 2018, la mesa tripartita Gobierno, empresarios, trabajadores se apresta para encarar las discusiones tendientes a definir el ajuste del salario mínimo para el año que viene, y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) empezó a mostrar las cartas.

Según el gremio que preside Sergio Clavijo, el incremento salarial no debería desbordar el 4 % para 2019, resultante de esperar una inflación cercana al 3,5 % y unas ganancias en productividad no superiores al 0,5 %.

“De ser así, el mínimo se elevaría de los actuales 781.242 pesos mensuales a los 812.491”, señaló Anif, con lo que el incremento correspondería a 31.249 pesos por mes.

En ese sentido, fuentes de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) señalaron que en la agremiación no se ha adoptado una postura frente al alza del mínimo.

Desde el Consejo Gremial Nacional (CGN), Jorge Humberto Botero, se declaró a la espera de las conclusiones que redactará una comisión de los gremios que hacen parte de la CPCPSL (Andi, Asobancaria, Fenalco, SAC y Acopi).

“Se trata de llegar a posiciones consensuadas en una materia muy complicada”, mencionó Botero, quien añadió que sólo el miércoles de la próxima semana la comisión gremial tendría un resultado.

 

Desde los sindicatos

Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), también se declaró expectante por el rumbo que tomen las conversaciones que se celebrarán en diciembre, y confió en que la mesa de concertación retome la propuesta del movimiento político, Centro Democrático, de aplicar un aumento extraordinario de 8,5 % e incluso de 10 %. 

“Si ese va a ser el punto de partida la posibilidad de un acuerdo estará muy cercana”, comentó el dirigente, quien previó que las centrales obreras deberán reunirse próximamente para construir una propuesta unificada.

Frente a ese posible escenario, Anif consideró que se trata de “ruidos macroeconómicos” provenientes de una mala idea que constituiría un exabrupto, de aprobarse.

Para Clavijo un reajuste de 10 % acarrearía mayores gastos presupuestales, ya que muchos rubros están atados a esa cifra (empezando por los de salud, pensiones e incluso las demandas a la Nación tasadas en salarios mínimos).

“Habría mayores presiones de costos inflacionarios, en momentos en los que la turbulencia internacional también nos traerá mayores costos devaluacionistas, lo cual haría que seguramente el Banco de la República deba subir su tasa de interés del 4,25% actual a un 6,25 % al cierre de 2019, lo que a su vez encarecería, entre otras cosas, el crédito.

Desde la óptica de Alberto Orgulloso, director de la Escuela Nacional Sindical (ENS), los trabajadores siguen esperando que el Congreso otorgue las facult ades al presidente Duque para que haga efectivo el incremento salarial extraordinario.

“Por ahora todo fue una falacia, un anuncio mentiroso que sirvió de cortina de humo, pero, en la negociación que se aproxima habría una obligación de incluir esa iniciativa y sumarla al aumento ordinario que tenga en cuenta la inflación del año 2018 y la productividad laboral”, afirmó

A su turno, el secretario General de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, manifestó que desde esa organización tampoco se ha fijado una posición frente al incremento que debe tener para 2019 el salario mínimo.

No obstante, insistió en que “al igual que en 2017, cualquier aumento que se defina debe estar basado en la deuda que tiene el gobierno con el aspecto de la productividad laboral, que en los últimos diez años es superior a un 13 %, y en los efectos que causó la reforma tributaria sobre la remuneración de los colombianos. Cuando discutamos sobre esos aspectos podríamos fijar una cifra porcentual para el incremento”.

El investigador universitario, Jorge Coronel, cuestionó que la CPCPSL, que tiene el carácter permanente, sólo opere en diciembre, cuando el tiempo apremia, por lo que señaló que las discusiones serán apretadas y ceñidas a un aumento del mínimo soportado en la variación del Índice de Precios al Consumidos (IPC).

Credito
EL COLOMBIANO

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