El Gustavo Petro de hoy no es el mismo que cuando fue candidato presidencial

COLPRENSA – EL NUEVO DÍA
Los balances que se hacen por esta época no sirven solo para medir la imagen del gobierno de Iván Duque, sino la de sus opositores y en especial, la del segundo candidato con mayor votación en las últimas elecciones, Gustavo Petro.

En agosto de 2018 cuando Duque asumió la Presidencia de la República, Petro emergió como su mayor contradictor político, luego de obtener más de 8 millones de votos en la segunda vuelta. Se llegó a discutir en ese momento si el candidato de la Colombia Humana ejercería durante este gobierno como el principal jefe de la oposición.

Hubo muchas razones para pensarlo, Petro tenía garantizada una curul en el Senado por cuatro años, una bancada de ocho congresistas y ante todo una imagen muy fuerte en la opinión nacional.

Pero así como la imagen de Iván Duque empezó a bajar, la de Gustavo Petro como principal figura de oposición también comenzó a diluirse, ante el surgimiento de otras figuras de la oposición como Claudia López y Angélica Lozano, que encabezaron con gran éxito la consulta anticorrupción; Juanita Goebertus del Partido Verde, la voz más escuchada en temas relacionados con la implementación del acuerdo de paz, y los tradicionales Jorge Robledo e Iván Cepeda, destacados en el control político desde el Congreso.

Pero Petro desde su curul de senador empezó su lidia por enfrentar a Álvaro Uribe por el supuesto apoyo que ha dado al paramilitarismo. Así como lo hizo cuando fue representante a la Cámara o senador, el Petro modelo 2018 fue recio y contundente en sus críticas al uribismo, lo que le mantenía, en ese momento, vigente como el principal opositor a Uribe y al presidente Duque.

Sin embargo, fue a finales de noviembre pasado, en medio de un debate que le hizo la oposición al entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez, cuando la imagen del jefe de la Colombia Humana recibió su mayor golpe: la publicación de un video por parte de la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, en el cual Gustavo Petro aparecía recibiendo una millonaria suma de dinero que guardó en unas bolsas plásticas.

Esto llevó a que Petro tuviera que salir a dar explicaciones. Que fue un préstamo, que fue un aporte, que fue legal, fueron algunas de las explicaciones que dio Petro para justificar el porqué recibió el dinero.

Para el analista político Fernando Estrada, ese video fue “un golpe muy duro que recibió Petro en un momento en que pretendía consolidar su imagen como la gran figura de la oposición, el que iba a poner en aprietos a Iván Duque”.

Otra voz que considera que la figura del jefe de la Colombia Humana ha caído es la del analista John Mario González, quien estima: “hoy no queda ni la sombra del Gustavo Petro cuando fue candidato”.

González explica que Petro está debilitado: “ya no es el que tuvo más de ocho millones de votos en la segunda vuelta y que le hizo bullying a Sergio Fajardo en la primera vuelta, y por eso es que aún asegura que por él fue que perdió la Presidencia con Iván Duque”.

 

Otras sombras

Pero no solo es el ‘Petrovideo’ el que le ha golpeado. En las actuales elecciones regionales, las jugadas que ha hecho Petro no parecen haber sido las más brillantes.

Su apoyo irrestricto al concejal Hollman Morris como candidato a la Alcaldía de Bogotá, a pesar de las denuncias por supuesto maltrato que le hizo su exesposa, le ha costado enormemente al excandidato presidencial.

A raíz de este apoyo, las cinco candidatas que tiene Petro al Concejo de Bogotá, en una lista que encabeza la exfuncionaria de su alcaldía Ana Teresa Bernal, manifestaron su rechazo a la candidatura de Morris.

“Esa es la incongruencia con que está actuando Petro por tratar de mantener su vigencia, en especial en la Capital del país, en donde tiene su principal nicho electoral”, considera Fernando Estrada.

Otra apuesta política que parece haber perdido Petro fue el apoyo que dio en el Valle a la exministra de Trabajo, Griselda Restrepo, para la gobernación.

En este caso se le ha criticado a Petro que haya hecho alianzas con sectores que son vistos como cercanos a la política tradicional, a la que tanto se ha opuesto. Restrepo, quien ha militado por varios años en el liberalismo, ha sido cuestionada por sus prácticas políticas, lo que llevó a un amplio sector de la Colombia Humana en el Valle a dejarlo sólo en esa alianza.

De otro lado, la postulación de su hijo Nicolás Petro para enfrentar a la aparentemente imbatible exministra Elsa Noguera en la campaña por la gobernación del Atlántico, también le ha provocado críticas por nepotismo, por querer imponer a su ‘delfín’, práctica que también él ha criticado en otros dirigentes políticos.

Y este escenario lo completa la pérdida de antiguos aliados, como Claudia López. La excandidata a la vicepresidencia fue uno de sus apoyos más importantes para la segunda vuelta presidencial en junio de 2018, pero ahora que encabeza con amplio margen las encuestas para la Alcaldía de Bogotá ha preferido distanciarse de él y no pierde oportunidad para lanzarle puyas.

La posición inamovible de Petro de que el metro de Bogotá sea subterráneo y que en la coalición debía ir Hollman Morris, fueron los principales puntos de ruptura de una alianza que probablemente hubiera sido muy provechosa para Petro.

Hoy Petro es “un lastre para la mayoría de los candidatos que quieran estar a su lado”, asegura el analista González, quien considera que en octubre se “verá el fracaso electoral de la Colombia Humana”, aunque reconoce que el excandidato presidencial sigue teniendo un electorado que lo acompaña casi como si fuera una religión.

Aunque aún falta mucho para conocer si las elecciones regionales serán o no un descalabro para Petro, lo cierto, por el momento, es que el dirigente de la Colombia Humana se jugará en ellas buena parte de su suerte para las presidenciales del 2022.

Credito
COLPRENSA

Comentarios