Colombia, paraíso turístico que esconde problemas de abuso sexual infantil

Playas y nevados; lagos y desiertos; montañas y hermosas planicies; dos océanos. Esta es Colombia. Una nación rica en pisos térmicos, variedad en flora y fauna, y plena de sitios para el descanso, el ecoturismo, el deporte extremo y la diversión. Y es precisamente esta diversidad y riqueza natural la que anualmente atrae a más de un millón y medio de visitantes, según estadísticas del Ministerio

Así como ocurre en otras naciones, es el turismo el escudo tras el que se refugian bandas criminales que, con oscuros tentáculos, truncan los sueños de niños y adolescentes, a través de la explotación sexual.

“La explotación sexual de niños y adolescentes en el país es muy alta. Cerca de 30 mil niños han sido víctimas de este flagelo y muchas veces estos menores de edad no saben qué está pasando, tal vez por sus carencias afectivas y económicas, lo que los vuelve más susceptibles al engaño y a creer en lo fácil”, afirma Genny Padilla Reinoso, Psicóloga adscrita al ICBF en el Tolima.

Colombia cuenta con la ‘Ley de Infancia y Adolescencia’, a través de la cual se protegen los derechos de esta población, pero debido a los altos índices de incidencia del flagelo de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes (Esnna), fue necesario expedir la Ley 679, con la cual se genera el estatuto para prevenir y contrarrestar la explotación, la pornografía y el turismo sexual con menores de edad. Posteriormente, nace la Ley 1336, para robustecer la anterior, al ordenar a las organizaciones prestadoras de servicios turísticos acoger el Código de Conducta, emanado en la Resolución 3840, que es específica para el sector turismo.

La dureza de esta normatividad se extiende tanto a los propietarios de los establecimientos como a quienes trabajan en ellos. “Quienes incurren en delitos relacionados con Esnna están expuestos a perder sus negocios, y a la cancelación del Registro Nacional de Turismo. Por ello, se hace énfasis en la necesidad de capacitación de todo el personal y de hacerles firmar un acta de compromiso o una cláusula en el contrato de trabajo para que queden verdaderamente comprometidos con el cumplimiento de la Ley”, explicó Diego Urueña, patrullero de la Policía de Turismo del Tolima.

Los acuerdos con los funcionarios buscan que su accionar no se limite simplemente a impedir el ingreso de niños, niñas y adolescentes a los establecimientos, sino igualmente a no ser multiplicadores de información sobre sitios donde puedan encontrar menores de edad. “Si no existe ningún compromiso firmado, el grado de responsabilidad se extiende al dueño de la organización, quien se verá involucrado en el delito”, aseguró Urueña.

Son varias las entidades que trabajan en la prevención de la problemática, para evitar que se siga desarrollando en el país. Para ello, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y el Fondo de Promoción Turística implementaron el programa de ´’Turismo Responsable’, encaminado, justamente, al el ejercicio ético de los servicios turísticos, por parte de los operadores y los turistas.

Otras instituciones del orden nacional y regional, como el Sena, el ICBF, la Policía de Turismo, las gobernaciones y alcaldías, también adelantan acciones, que incluyen procesos de identificación, divulgación de rutas de atención, evaluación y erradicación del problema.

Estrategias Sena
Frente a esta problemática, el Sena apoya la campaña “Colombia es un destino turístico, nuestros niños NO”, a través de acciones de sensibilización y formación, dirigidas a la comunidad en general y, en particular, a quienes tienen relación con este sector, a fin de reducir el impacto de este flagelo social.

Ejemplo de ello, es la labor realizada por el Sena en Caldas, donde lideró en La Dorada un proceso formativo, con ayudas didácticas de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, y Microsoft, sobre los riesgos de la explotación sexual y comercial de niños, niñas y adolescentes, a través de internet y las redes sociales. Así mismo, la entidad diseñó y desarrolló el proyecto “Protección de la persona y sus valores en la era virtual”, para apoyar la formación ética de todos sus grupos, a nivel interno, y los de las instituciones educativas que se vincularon al proceso, que está vigente y con buenos resultados gracias a la vinculación efectiva de otras instituciones, como Bienestar Familiar, Policía Nacional,  Comisarías de Familia y Fiscalía.

De otra parte, el Sena en Antioquia forma a los aprendices del programa ´técnico en atención integral a la primera infancia’ en la norma de competencia laboral, denominada ‘promover la protección y restauración de los derechos y responsabilidades de la primera infancia de acuerdo con la legislación vigente’. También, desarrolla un curso de formación complementaria sobre ‘problemáticas de infancia y restauración de derechos’, a través del cual se aborda la problemática.

En Tolima, la labor del Sena se centra en la sensibilización y formación de aprendices de la entidad y de operadores de servicios turísticos frente a la problemática, sus causas y consecuencias, y la normatividad vigente y su aplicación. Con los jóvenes se han desarrollado actividades lúdicas y culturales, como obras de teatro y composiciones musicales, que se llevan a diferentes escenarios como parte del proceso de socialización. Además, se hace énfasis en la necesidad de denunciar el delito ante las autoridades.

La responsabilidad social del Sena y la bandera de las comunidades debe conducirse al fortalecimiento de la campaña: “Colombia es un destino turístico. Nuestro niños, niñas y adolescentes NO”.

Comentarios