A Kodak se le pasó el momento

AFP
Con 124 años de historia, la compañía se acogió a la Ley de Bancarrotas de E.U para reestructurar su negocio. Nostalgia sienten los apasionados de la fotografía análoga.

Cuando la cámara de carrete se vendía como la espuma, Eastman Kodak no hizo caso del invento de su ingeniero Steven Sasson.

En 1975, Sasson (que aún vive), pensó que sería fantástico apartarse del clásico carrete y crear un nuevo dispositivo que guardara el contenido en una cinta de casette y que funcionara al apretar un botón, una experiencia que el usuario ya reconocía. El resultado fue la cámara digital.

Desde entonces, el mundo de sensores y píxeles remplazó el del Haluro de Plata, y avanzó a un ritmo avasallador, al punto que acabó por derrotar al gigante Eastman Kodak, fundado en 1881.

"Siento nostalgia porque es el último de los grandes fabricantes de materiales fotosensibles que quiebra", dice el fotógrafo profesional Alejandro Arango. Su trabajo se basa en el mundo digital del que es inevitable abstraerse, porque así lo exigen los clientes y se reducen costos.

En esta inevitable evolución, del análogo al digital, cree que no puede perderse el "proceso mental", ese en el que se invertía tiempo, dedicación y precisión para planear una toma, como una buena receta de cocina, dice.

Lo que el fotógrafo Juan Carlos Jones concibe como una buena experiencia, esa que suma buen gusto, armonía, composición y efectividad de comunicación. "La fotografía digital nos robó el encanto de la espera del resultado final del revelado", dice.

Y la alquimia de un laboratorio, añade Alejandro, esa en la que se conjugan los olores fuertes del químico, la tenue luz roja y la espera por un resultado que se revela de forma mágica. Sin embargo, unas cosas por otras: brindó la seguridad de ver el producto final de inmediato.

Una crisis cantada

La declaración de bancarrota de Kodak tiene un largo antecedente de más de dos décadas, que incluye malas decisiones y un enfoque conservador, como añade Ricardo Villegas, gerente de InfoConsulting. Así, perdió terreno frente a la japonesa Fuji o competidoras como las también niponas Canon y Sony.

¿Quién podría creer que la película Kodakchrome, el estándar de la alta calidad, podría ser remplazada? Incluso el cantante Paul Simon lo inmortalizó en una canción llamada en honor a este invento, que se hizo famosa en la década del 70, recuerda Ricardo.

Kodak, al dedicarse al segmento de nicho, y ahora, a las impresoras, tampoco visionaron lo que apenas ahora sucede: las nuevas cámaras de fotos son los teléfonos inteligentes, el nuevo carrete son aplicaciones estilo Instagram y los álbumes virtuales son las redes sociales. Un mundo que debe responder con rapidez.

Análisis
La caída de un símbolo
Por: Henry Agudelo
Editor de fotografía de El Colombiano

Kodak fue la primera empresa en incursionar en la era digital, con una cámara de un tamaño que no cabía en ningún bolsillo: era pesada y lenta en su registro. Sin embargo, el desarrollo de esta tecnología la dejó en manos de marcas como Canon, Nikon y Casio.

En 1990, cuando vivía en Bogotá, fui invitado por la Kodak Internacional a experimentar con una de sus cámaras. Con ella se tuvo muchas dificultades: su baja resolución no era comparable con el formato de la película de 35 mm, su nitidez no era la mejor, el color mantenía un azuloso y todas sus lentes se duplicaban en su distancia focal. Además tenía poca capacidad de almacenamiento (36 imágenes). No era la cámara para comprar. Estas correcciones las lograron las otras marcas, quienes le consultaron a los fotógrafos del mundo, cuáles eran sus dificultades y necesidades. Así aplicaron y simplificaron todas estas propuestas en una sola cámara, ya que en esa época se trabajaba con dos, una para color y otra para el Blanco y Negro, y con rollos Kodak de 35 mm y 36 exposiciones.

A pesar de sus 130 años de existencia, ser los primeros en registrar la llegada del hombre a la luna y hacer parte de 80 cintas de cine que ganaron el Oscar, no fueron capaces de sostenerse en la época moderna y digital.

Nunca volveré a trabajar con película, con ese rollo velado de la Kodak. Eso queda en el recuerdo como algo artesanal. La tecnología nos ayuda a facilitar nuestra labor, que no se acabará, porque detrás de todo aparato tecnológico, existe ese ser humano pensante, listo para desarrollar y crear ideas que serán aplicadas a la imagen y la impresión digital.

Credito
NATALIA ESTEFANÍA BOTERO - EL COLOMBIANO

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