Colombia sigue pidiendo especialistas en varias áreas de la salud

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La casi inminente aprobación de la reforma a la salud por parte de la Cámara de Representantes, que le daría paso a su revisión en la Corte Constitucional, ha dado cabida a una gran cantidad de controversias por los grandes cambios que propone en el sistema mismo y en la forma en cómo los trabajadores harán parte de él.

Ahora, luego de las polémicas por puntos de la reforma como la integración vertical, el libre nombramiento y remoción de los gerentes de los hospitales públicos y la creación del fondo de administración y recaudo Salud Mía, la atención se centra en la posibilidad de que los hospitales universitarios puedan otorgar títulos en especialidades médicas.

No obstante, el pasado 5 de noviembre, el Gobierno nacional anunció que retiraría el artículo en la reforma que tenía esa propuesta y lo reemplazaría con la idea de crear una nueva institucionalidad para fortalecer la oferta y el acceso a la formación de médicos especialistas en el país.

Dicha entidad, será el Consejo Nacional de Residencias Médicas y estará encargada de proponer estrategias y medidas para mejorar la disponibilidad de médicos especialistas, de acuerdo con las necesidades del nuevo modelo de salud para todos los colombianos.

No obstante, directivos de entidades directamente relacionadas con la medida manifestaron que el problema no es tanto quién capacite o forme a los especialistas, sino más bien la manera en cómo aprovechar los que hay, los que se están formando y los que vendrán.

Igualmente, aseguraron que la reforma no debería detenerse mucho en este punto, pues la solución a esta incógnita no es inmediata. Sería un proceso progresivo que para llevarse a cabo de manera apropiada, llevaría unos cinco o diez años, pues se está hablando de formación de profesionales médicos y de tiempos de enseñanza.

¿Hay déficit de especialistas?

Para el presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Jaime Arias, hay sin duda una falta de especialistas y subespecialistas en el país. Según él, hay unos 10 mil de estos profesionales en todo el territorio, lo cual casi que garantiza que éstos no puedan llegar a las personas que requieren de tratamientos médicos.

“Faltan sin duda subespecialistas, pero eso no se puede resolver en uno o dos años, ese es un tema que toma cinco o diez años y hay que comenzar a trabajar en eso. Lo que hay que hacer es darles las herramientas y las competencia a los médicos generales para que ellos resuelvan el 80 por ciento de los problemas de los pacientes, por ahí hay que comenzar”, indicó. El directivo también dijo que aunque es un problema del sector, no es un punto de crisis del sistema, pues no se puede solucionar con una reforma. Además dijo que es inoportuno tratar de llevar el debate al Congreso cuando hay que actuar primero en otros frentes. Entre otras cosas, porque hace unos años se aprobó una ley de talento humano en salud y en su concepto, es ahí donde debe tocarse el tema.

De otro lado, Ricardo Rozo, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), aseguró que frente a este tema hay algunas zonas del país donde efectivamente pasa eso en las especialidades básicas, sin embargo, manifestó que deben considerarse otros elementos.

Por ejemplo, dijo que desde hace mucho hace falta una encuesta del recurso médico nacional, ya que según él, son una gran cantidad de estos profesionales que aún en las especialidades básicas no tienen trabajo porque no los contratan. “Y eso pasa porque no quieren tener más costos y porque se ha constituido en una barrera al servicio; si la EPS o gestora no contrata especialistas, no se van a generar más costos”.

En ese sentido, también sostuvo que es necesario hacer una amnistía con muchos profesionales de estos graduados en el extranjero, que no se les ha validado el título porque fueron medidos con los requisitos actuales. Eso significa que si se hace dicha amnistía, esos títulos de Venezuela, España, Francia y muchos más países, se ampliarían notoriamente la oferta de especialistas en el país.

Rozo advirtió que lo que está mal en la actualidad es el modelo de atención. Según él, este modelo le quitó la capacidad resolutiva al médico general, “porque no los dejan formular, no los dejan dar exámenes y obviamente la gente los desprestigió porque perdió la fe en ellos. Lo primero que hay que hacer es crear, entrenar y recuperar ese prestigio con la implementación de un modelo que se llame: especialistas en Medicina General o especialistas en Medicina Familiar, que no son lo mismo”. Y agregó: “Si la gente llega donde uno de ellos, ese profesional le solucionaría el 70 u 80% de las necesidades de su salud y solamente tendría que ir a los especialistas en casos puntuales”.

Las especialidades que se requieren 

Otro de los problemas de las especialidades, es que según los directivos, la mayoría del personal experto está concentrado en las ciudades capitales, dejando sin cobertura de peso a muchas zonas del país.

Asimismo, concordaron en que los pocos subespecialistas están concentrados en Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga y Barranquilla, lo cual representa el 80% en la distribución de los más expertos en áreas vitales de la salud.

Recalcaron además que este es un problema bastante serio, pero que nada tiene que ver con la reforma a la salud. Según ellos, el problema se hace más agudo por las condiciones de las ciudades, las posibilidades de trabajo y la capacidad de pago de los hospitales, EPS o clínicas.

“Esto se soluciona dándoles recursos, porque usted qué hace con un especialista en una población apartada, en un hospital de primer nivel y ni siquiera hay camas e infraestructura necesaria para atender a los pacientes. Para poder trabajar y desarrollar sus especialidades necesitan los sitios para poderlo hacer”, expresó Rozo.

Credito
COLPRENSA

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