El humedal que añoran los piedrunos

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
En un desierto se está convirtiendo Piedras, pues en los últimos meses el agua de sus quebradas y humedales ha ido desapareciendo, por lo menos 24 hectáreas del humedal Toqui Toqui se secaron, y con ello se acabaron las especies que en él habitaban; pobladores culpan a las empresas petroleras del desastre ambiental.

José del Carmen Ramírez y Alirio Guevara recuerdan los años prósperos y de abundancia en Piedras, cuando vivían de la pesca artesanal que ofrecía el humedal Toqui Toqui. Recuerdan aquellos tiempos que ya no volverán, cuando salían antes que el Sol con sus atarrayas al hombro.

Al llegar al borde de la laguna, arrastraban unos metros la canoa de madera y en medio del espejo de agua lanzaban sus chiles y bastaban unos pocos minutos para que mojarras, tilapias y bocachicos inundaran la canoa.

Hoy, caminando por el terreno que hasta hace menos de tres años era una gran superficie de agua de 26 hectáreas, añoran a los animales que allí también se veían: venados, tortugas, babillas, entre otras especies, pero que la sequía acabó.

El humedal Toqui Toqui, ubicado en la vereda Manga de Los Rodríguez, ahora es un terreno árido, donde las especies murieron y la abundancia de la pesca es solo un recuerdo de quienes pudieron disfrutar de un paisaje y el agrado de una buena pesca.

¿Qué ocurrió con el agua? ¿Qué sucedió con las especies? ¿Cuál fue el motivo para que una vasta extensión de líquido desapareciera por completo?

José del Carmen y Alirio culpan a las empresas petroleras que desde hace unos 25 años vienen explotando sus suelos y que poco han hecho para mitigar los impactos ambientales que de estas exploraciones se derivarían.

“Fui pescador de esta laguna, hace unos tres años tenía buena agua, pescaba mojarras, bocachicos y tilapias, pero ya todo se acabó. Las petroleras tienen mucha culpa en este daño, pero también Cortolima, que les da las licencias para perforar alrededor de los lagos.

“Quienes vivíamos de la pesca artesanal tuvimos que abandonar el oficio, había mucha gente que trabajaba en Toqui Toqui, pero todo se acabó, también los pájaros y las babillas”, indicó José del Carmen.

Son por lo menos 81 pozos petroleros que con sus bombas de extracción trabajan las 24 horas en Piedras; kilómetros de oleoductos que transportan el crudo hasta las baterías que se encuentran en este municipio, ya sea para Ecopetrol o Inter Oil de Colombia o también gasoductos para la empresa Turgas, que vende a Alcanos.

Alirio Guevara, exconcejal de Piedras, también se refirió al tema, diciendo que “estas son las evidencias del desastre que se vive en todas las partes donde hay explotaciones mineras; la parte ambiental siempre se afecta, Toqui Toqui era un espejo de agua, de aquí se sacaban tonelada semanales de pescado que en su mayoría era comercializado en Ibagué.

“El hábitat de especies como pájaros, guacharacas, venados, conejos, guacamayas, ñeques y cajuches se extinguió; los árboles de la región se vieron afectados sobre todo la palma, que por estos días Cortolima en comerciales pide no sea utilizada en las procesiones de Semana Santa.

“Alrededor de lo que era la laguna quedan vestigios de especies como guácimos, tachuelos y caracolí, que guardaban una barrera de protección de lo que era la laguna”, señaló.

La Alcaldía, juntas de Acción Comunal, exmandatarios y pobladores luchan para que el impacto ambiental no siga acabando con la tierra de los ancestros indígenas Itaimas, pues aseveran que los terrenos donde hace un tiempo se podía cultivar maíz, sorgo y algodón se volvieron improductivos.

Más problemas

Pero a las 26 hectáreas desaparecidas del humedal Toqui Toqui también se suman las quebradas que se secaron en este municipio, las cuencas de La Nolizal, Guarapo y Toqui Toqui; en esta última, hace menos de tres meses se produjo un derrame de crudo que colmó la paciencia de los piedrunos.

Sobre este caso se pronunció el excabildante Alirio Guevara, quien sostuvo que hace unos tres meses en tierras de Julio Góngora, se registró un derrame de crudo y que no se debió a problemas técnicos, sino a descuido de los operadores.

“Dejaron abierta una de las válvulas de control y al rebosarse el crudo, fue a dar la quebrada Toqui Toqui”.

No bastando con esto, asegura José Abel Pinzón Hernández, exalcalde de la municipalidad, que se tiene planeado por parte de Cortolima otorgar en concesión de 400 litros de agua por segundo del río Opia, el más importante del municipio, para abastecer a una hacienda en la vereda Guataquisito.

Según el exmandatario, este permiso se estaría dando con unos estudios cuando el afluente era más caudaloso.

“Solicitamos a Cortolima que no dé la concesión de los 400 litros a la hacienda Guataquisito, esta se otorgaría con unos estudios de hace 15 años, cuando el río tenía otras expectativas de humedad y había periodos más largos de lluvia.

“Pero también necesitamos que se cambie la reglamentación del río Opia, que lleva 11 años, y sobre él se están otorgando las concesiones de agua, no se ha verificado el nuevo caudal, el calentamiento global hizo que los ríos no tengan la misma corriente y como las temporadas de lluvias son más cortos, están desapareciendo algunos afluentes”, indicó el exalcalde.

Por supuesto, otro de los temores de los habitantes, es la Procuraduría y la ‘locomotora minera’, que dicen ellos, radica en que Piedras sea obligado a que se realicen actividades de tipo aurífero.

Es de recordar que el pasado 28 de julio se efectuó en este municipio una consulta popular en que la gente solicitó que no se llevara a cabo trabajos de exploración, explotación, tratamiento, transformación, transporte y lavado de materiales provenientes de las actividades de explotación minera aurífera a gran escala en ese territorio, el cual la gente apoyó y ahora el burgomaestre se ve involucrado en una investigación preliminar por parte de la Procuraduría.

Estudios realizados cuando existía el humedal

Cortolima, la Universidad del Tolima y Corpoica efectuaron un estudio completo sobre Toqui Toqui el 10 de marzo de 2010, cuando existía.

El humedal Laguna de Toqui - Toqui está localizado en la vereda Manga de los Rodríguez en Piedras, ocupa una extensión aproximada de 26 hectáreas en una altura promedio de 276 m.s.n.m. y tiene 176.96 hectáreas en la zona definida como la microcuenca del humedal.

Al humedal se llega desde el casco urbano, tomando la vía que por el Nororiente conduce a la vereda Manga de los Rodríguez, en una distancia de 1.33 kilómetros por vía pavimentada y luego tomando un desvío que conduce a la zona de explotación petrolera por vía d estapada en un tramo de 5.8 kilómetros aproximadamente.

El humedal Laguna de Toqui - Toqui pertenece a la cuenca del rio Opia, el recurso hídrico del mismo ofrece belleza escénica y paisajística caracterizada por un espejo de agua permanente que se puede apreciar con buen detalle desde el occidente y el oriente del humedal el cual drena sus aguas a la quebrada Guarapos, localizada al norte del espejo de agua.

Desde la Alcaldía

El alcalde de Piedras, Arquimedes Ávila Rondón, se refirió a los posibles daños contra el medio ambiente que las petroleras estarían provocando en la región, y señaló que si bien es cierto se han registrado algunos inconvenientes por derrames o incendios, desde su administración ha exigido a las empresas para que minimicen los riesgos.

“En las reuniones que efectuamos, les decimos que nos causen daños ambientales mínimos, porque eso afecta y en este momento vemos el problema de los Llanos Orientales, en Casanare, y en Piedras nos preocupa también una posible tragedia.

“Exigimos que efectúen reforestaciones, que no derramen líquidos que causan daños a las zonas acuíferas. Después del derrame tuvimos una reunión con los petroleros, campesinos que resultaron afectados; allí estuvo el Procurador Ambiental y hemos estado vigilando para proteger los campos”, aseveró Ávila Rondón.

Peticiones

El exalcalde de Piedras José Abel Pinzón Hernández espera que el director de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Jorge Enrique Cardoso Rodríguez, les otorgue un espacio en la próxima junta directiva, con el fin de exponer los problemas ambientales que el municipio estaría padeciendo.

“Hemos tenido varias conversaciones con el Director y estamos solicitando participación en la junta directiva y que luego que se realice un foro abierto con la comunidad y que cada uno de los sectores con problemas ambientales hable; creo que es la única forma para que Cortolima escuche nuestras inquietudes.

Willington Lerma Ospina, representante de la Junta de Acción Comunal, comparte las opinión de Abel Pinzón, sobre el permiso de Cortolima para que una finca otorgue un permiso de concesión de aguas del río Opia.

“Cortolima quiere desaparecer el municipio, otorgó 400 litros por segundo a una sola finca, y nosotros, como usuarios de un acueducto malo hemos pedido hacer un pozo profundo y no nos dieron el permiso.

“Es raro que una sola persona pueda tener tanto poder, o influencias y nosotros que recogimos 930 firmas para tumbar ese permiso no pudimos y no fue posible que el director de Cortolima nos escuchara.

“Es que el Opia ya no arroja más de 500 litros de agua por segundo, piensan acabar con el río”, sostuvo.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

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