Desde una sala diferente cada uno, Luis Fernando Tamayo Niño confrontó a Juan Carlos Daza, comandante del Bloque Tolima, en una nueva audiencia de versión libre, adelantada ayer en Ibagué.

Tamayo Niño, abogado de profesión y quien para la época de los hechos laboraba en el distrito de riego de Usocoello, fue víctima de un atentado en 2002, cuando paramilitares de este bloque le dispararon varias veces, afortunadamente, sin lograr el objetivo de matarlo.

EL NUEVO DÍA tuvo la oportunidad de dialogar con la víctima, conocer detalles de su caso y algunos documentos que revelan, nuevamente, el nombre del actual alcalde de Espinal, Orlando Durán Falla, y su presunto vínculo con paramilitares, para la época. Señalamientos que ya fueron investigados en un proceso que hoy día, está precluido.

El Alcalde y su preclusión

“Considero que el fiscal 56 dejó pasar un gran momento para que el postulado del Bloque Tolima, Juan Carlos Daza Aguirre, alias ‘Camilo Méndez’, ilustrara y ampliara la versión que dio ante la Fiscalía Séptima Especializada donde mi mismo hecho victimizante se sigue contra algunos actores intelectuales, donde inclusive están hechos que adelantó el Bloque Tolima a solicitud del actual alcalde del Espinal”, dijo Tamayo Niño.

La víctima basa sus señalamientos en unas declaraciones que hizo el comandante ‘Camilo Méndez’ a la Fiscalía Sexta Especializada. En el documento del ente investigador se lee que el paramilitar declaró que el apoyo que recibía el Bloque Tolima de Durán Falla, era netamente “económico y de colaboración”.

“Dijo Daza también que a raíz de ese apoyo que recibía, Durán Falla había solicitado que mataran a un muchacho con el alias de ‘Sancocho’ porque lo señalaban de haber sido uno de los encargados de secuestrar a su hijo”, contó el abogado.

Y siguió: “esos son hechos muy graves, pero la justicia, infortunadamente, no le da la importancia que requiere”.

Pese a las declaraciones de Tamayo Niño, vale la pena recordar que el actual alcalde del Espinal fue investigado junto a otro grupo de espinalunos, vinculados con nexos paramilitares. Esta investigación precluyó.

Intento de homicidio a Tamayo Niño

“Yo me encontraba en mi oficina de abogado cuando llegó un tipo desconocido a contratar mis servicios profesionales, por un problema de dineros que había en la zona rural de La Chamba. Una zona donde habían matado, un año antes, al vicepresidente de la junta de Usocoello, Germán Gómez Leal.

“Eso me llevó a dudar de la seriedad de la persona que me quería contratar, como vio que no quise ir con él, esta persona desenfundó la carga de una pistola nueve milímetros y me hizo varios disparos que me tuvieron al borde de la muerte”, relató Tamayo Niño.

A partir de señalamientos que hicieron algunas personas que también trabajaban para ese momento en Usocoello, los paramilitares querían acabar con la vida de Tamayo Niño. Dentro de esos trabajadores estaba Carlos Altuzarra, quien fue gerente de Usocoello (2001-2003), Mario Gómez y Roque Aya, vinculados con el distrito de riego.

De acuerdo con lo referenciado durante la diligencia, a la víctima la acusaron de colaborar con el Frente 21 de las Farc. “Esa fue la argucia que ellos utilizaron ante los integrantes del bloque paramilitar”.

Sin embargo, el abogado Tamayo Niño aseguró que el motivo de su asesinato iba más allá de simples señalamientos. Para 2002 trabajaba como asesor jurídico y a partir de su cargo, según él, empezó a detectar ciertas irregularidades que tenían relación con el Bloque Tolima. Al parecer, algunos dineros del Distrito eran destinados al grupo paramilitar.