La biodiversidad, clave para el desarrollo del país

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Con el propósito de incidir en el Plan Nacional de Desarrollo del próximo cuatrenio, el Plan de Acción de la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad, la construcción de escenarios de paz y la agenda post 2015, se presentará hoy el Quinto Informe Nacional de Biodiversidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Ambiente.

Este documento da varias recomendaciones al Estado colombiano para que dentro del desarrollo del país en el sector productivo se tenga en cuenta la sostenibilidad del medio ambiente y la biodiversidad.

Además, basado en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), que firmó Colombia en la Cumbre de la Tierra de 1992 y que entró en vigencia dos años después en el país, esta herramienta informa acerca del panorama del estado de implementación del Plan Estratégico 2011-2020, y ofrece al Gobierno un panorama nacional (2009- 2013) sobre el estado y tendencias de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos identificando logros, barreras y limitaciones.

Se deben fortalecer en todos los ámbitos, y de manera decidida, las instituciones con la mayor capacidad de implementación en la gestión de la biodiversidad. “Es necesario potenciar en especial el rol de las autoridades ambientales locales para la gestión”, resaltaron expertos que trabajaron en el estudio.

El objetivo del informe, que se realiza cada cuatro años, busca la conciencia social acerca de la importancia de la biodiversidad y enfatiza en la importancia de los sectores productivos y el bienestar humano.

En esa línea, los tres ejes principales para las recomendaciones tienen en cuenta la importancia de la biodiversidad en el sector productivo y el desarrollo del país, además de las amenazas y retos que enfrentan los sistemas biofísicos debido a las formas de uso de la tierra.

La segunda parte resalta los avances en la política nacional de gestión integral de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos y de la estrategia y plan de acción en biodiversidad del período 2009-2013.

Por último, aclara cuáles son los logros hacia las Metas Achi acordadas por los países en el CDB y las contribuciones a las metas del milenio (post 2015).

Ese primer eje que trata el documento sobre el panorama, indica que Colombia ocupa el 0.22% de la superficie de la tierra, siendo un país que alberga un 10% de las especies conocidas en 311 tipos de ecosistemas, dos eco regiones marítimas y costeras en el Atlántico y el Pacífico, además de cinco regiones de áreas naturales en la plataforma continental, siendo uno de los países más biodiversos del mundo.

Por tales razones, el país, según el organismo, debe implementar políticas para la gestión de la biodiversidad, que tengan en cuenta la sostenibilidad ambiental, la cual genera competitividad y desarrollo.

En el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 se establecen los sectores de la minería, la infraestructura y el sector agrícola como ejes para plantear el desarrollo. Por eso es necesario, dice el Pnud, que así como estos sectores crecen aceleradamente lo hagan también los planes y programas ambientales.

Un ejemplo claro de sostenibilidad y buena administración ambiental, explicó Juan Pablo Ruiz, consultor del Pnud, es que Bogotá ahorra entre 15 y 16 millones de dólares en tratamiento de agua gracias a la reserva de Chingaza.

Además, en este punto se habla del panorama de los sectores como el agropecuario, la infraestructura vial, generación de energía, turismo, pesca y bosques, que están ligados tanto al deterioro como a la conservación de la naturaleza. “Aquí el tema son las sequías, inundaciones, erosión del suelo y remociones de flora en masa”, dijo Ruiz.

Esa degradación significó que entre 2010 y 2011, debido a los climas voraces, el 14% de la red nacional de vías tuviera un deterioro total, además de la afectación a 7% de la población.

En cuanto al sector agropecuario, se estima que los sistemas de riego de los parques naturales abastecen a cerca de 88.325 hectáreas y benefician al rededor de 24 mil familias en todo el país. Aquí, según el Pnud, la producción de arroz en los departamentos de Huila y Tolima se vería afectada por el deterioro de la biodiversidad.

Con la oferta de 11,3% de los parques naturales en el país de recurso hídrico, la generación de energía sería la gran afectada, ya que la cifra del año 2010 en generación de energía fue de 64,1%, más de la mitad del total nacional, que complementan las fuentes térmicas con el 30,8%, y otras fuentes con el 4,7%.

Así mismo, se indica que el sector del turismo se vería afectado por la degradación del ecosistema, puesto que entre 2001 y 2011 este creció 10,3%, siendo la región cafetera uno de los principales destinos por su alta biodiversidad.

De otro lado, en el sector forestal, que generó un 2,2% del PIB agropecuario, se estableció que un cambio en los bosques generaría erosión, sedimentación, inundaciones y derrumbes que afectarían las vías, la producción del campo y la calidad de vida de poblaciones rurales como indígenas.

También se revelan cuales son esos motores de cambio que inciden en todos estos sectores y que principalmente generan el deterioro de la biodiversidad.

La degradación de los bosques está ligada con las intervenciones del territorio asociadas a la minería, donde los títulos otorgados para la extracción de carbón aumentaron entre 2004 y 2007 en 87% y para oro se quintuplicaron.

En cuanto a cultivos ilícitos, estos incidieron en la deforestación de selvas del bosque húmedo tropical; en ganadería en los últimos 50 años se pasó de 14,6 millones a 39 millones de hectáreas para este fin, donde se reemplazaron bosques por pastizales; en cuanto a la agroindustria, esta contribuyó con una transformación de sabanas tropicales de 100 mil hectáreas por año.

Se resalta también que la explotación de la pesca ha llegado a un punto de degradación que en 2010 se produjo un 25% de lo que se produjo en 1972 (83.000 toneladas); en tanto que especies de fauna y flora invasoras representan también un problema, con una cifra de 298 nuevas especies de las cuales se tiene registro de 88.

Las dos últimos motores hacen énfasis en la contaminación de las fuentes de agua, producto de la minería, agroindustria, ganadería y asentamientos humanos, y que han disminuido el abastecimiento de agua potable. Así mismo, el cambio climático, como uno de los grandes motores de la transformación ambiental, dieron prueba con fenómenos de sequía y largas lluvias que el país es vulnerable en esta materia, y que llegaría a reducir notablemente la biodiversidad si no se tienen políticas ambientales.

En el segundo eje, los avances en la estrategia y plan de acción en diversidad biológica, su aplicación e integración en las propuestas de desarrollo se centran en seis temáticas: conservación de la naturaleza, que busca ampliar el sistema de áreas protegidas; la gobernanza y creación de valor público, que la creación y fortalecimiento de las unidades ambientales en cuatro Ministerios (Transporte, Minas y Energía, Agricultura y Defensa), además de agendas ambientales para crear la ley de ordenamiento territorial.

En cuanto a desarrollo económico y calidad de vida se tiene en cuenta la aplicación de una estrategia de pago por servicios ambientales y una de compensaciones; mientras que gestión del conocimiento, tecnología e información se definen lineamientos de política para la gestión integral suelo-subsuelo, como base para la relación biodiversidad y los ecosistemas en los sectores productivos de agricultura, turismo y minería.

En gestión del riesgo y suministro de servicios ecosistémicos se formuló una Política Nacional de Cambio Climático, un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, la Estrategia Nacional de Lucha contra la Deforestación, el plan de acción nacional de lucha contra la desertificación y la sequía; y finalmente, en corresponsabilidad y compromisos globales, se tuvo en cuenta la incidencia colombiana en la agenda de desarrollo sostenible mundial para los próximos 50 años.

Finalmente, en las recomendaciones el aporte de estos sectores que plantea el documento en la protección de la biodiversidad se debe reconocer la relación de la dependencia de los sectores con el desarrollo y la sostenibilidad del ambiente; así también se debe planificar la sustentabilidad de los territorios y su funcionalidad.

También se tiene en cuenta involucrar la conservación y uso de los ecosistemas para el beneficio de los asentamientos humanos, ya que en ocasiones las comunidades tienen intereses distintos al desarrollo y protección del entorno.

“El país está avanzando para alcanzar las Metas Aichi. Se espera que el nuevo gobierno (2014-2018) aplique los planes y políticas definidas en este periodo y disminuya la brecha entre la velocidad de crecimiento de los sectores productivos y la asignación de recursos para la gestión ambiental”, concluye el informe en su tercer eje.

En cuanto a las contribuciones de la gestión de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos hacia el logro de las metas pertinentes de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el informe plantea que Colombia enfrenta condiciones particulares para el logro de dichos objetivos, pues a los retos propuestos en términos socioeconómicos y ambientales se superpone, como hecho de gran relevancia, la construcción de la paz.

Tiene en cuenta también la reducción de la pobreza en las comunidades indígenas y afro que habitan en zonas de alta biodiversidad; la reducción de la mortalidad infantil; tratamiento de enfermedades tropicales como venéreas y la restauración de las áreas deforestadas en el país.

La biodiversidad en la paz

Dado el momento histórico que vive Colombia respecto de la construcción de contextos de paz y el buen estado de conservación y alta fragilidad de los ecosistemas presentes en escenarios del conflicto armado, el documento da señales iniciales sobre las condiciones y dinámica que se puede desencadenar para los ecosistemas en esas regiones.

“Las decisiones que se tomen sobre el uso de la base natural en estos territorios definirán la posibilidad de un desarrollo sostenible en estas regiones y afectaran la estabilidad de los acuerdos”, dice el documento.

El Informe Conjunto de la Mesa de Conversaciones entre el Gobierno y las Farc, sobre la Política de Desarrollo Agrario Integral, señala varias medidas que dependiendo de cómo se implementen pueden representar oportunidades o riesgos para el medio ambiente.

P or ejemplo, aquellas que tienen que ver con la economía campesina, familiar o comunitaria, las que se refieren a la creación de un fondo de tierras alimentado en parte por la sustracción de las reservas forestales, pues la expansión de la frontera agrícola puede degradar áreas de interés ambiental.

Aporte a la agenda Post 2015

El informe resalta elementos que deben considerarse en la agenda, entre los que se destacan una gestión integral del territorio en todos los ámbitos de la sociedad incluidas las instituciones y la cual debe respetar y conservar la red de procesos ecológicos para garantizar el ecosistema en servicio de la comunidad.

Las iniciativas de inclusión de la biodiversidad para la reducción de la pobreza con mejoramiento de la educación y la capacidad para fortalecer la gestión comunitaria como la búsqueda de los compromisos socio ambientales.

Otro de los puntos es la asignación de presupuesto para la gestión de la biodiversidad, así como la construcción de la paz, que permitirá mayor presencia del gobierno en áreas frágiles de la naturaleza.

También se recomienda mejorar las medidas de manejo y recuperación de las especies vulnerables al cambio en la biodiversidad, como vetar la pesca o la tala de bosques, con alternativas sostenibles de desarrollo.

Finalmente, se resalta el reconocimiento de la diversidad biológica en el nivel de especies y ecosistemas y en los motores de cambio que determinan el deterioro medioambiental.

Credito
COLPRENSA

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