Estas son las propuestas de los presidenciables para la educación

Colprensa -EL NUEVO DÍA
A dos días del proceso electoral en el que se podría conocer el nombre del nuevo mandatario nacional, la alianza Educación Compromiso de Todos, presenta el análisis que hizo a esas propuestas de los aspirantes Juan Manuel Santos, Óscar Iván Zuluaga, Clara López, Enrique Peñalosa y Marta Lucía Ramírez.

Desde 1998, la alianza Educación Compromiso de Todos, conformada por organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, busca contribuir con la garantía de la educación como derecho humano en condiciones de equidad, igualdad y calidad, desde la familia, la sociedad y el Estado. En ese sentido ha asumido durante estos años de labores el reto de convertir a la educación en tema prioritario del debate público nacional, a través del seguimiento riguroso de las políticas públicas del sector y la posterior divulgación de ese proceso.

Al ser las elecciones presidenciales un momento crucial para el país, que impacta de forma directa ese seguimiento, Educación Compromiso de Todos, de manera tradicional, desde sus inicios, ha convocado a los candidatos presidenciales para aportar a las campañas el conocimiento ganado sobre el sector y a la vez conocer de primera mano las propuestas de los candidatos, con el fin de tener un diálogo fluido que aporte a la educación del país.

En el proceso electoral que vivimos actualmente, la dinámica no podía ser diferente. Los asesores en educación de las campañas presidenciales se encontraron en el conversatorio de la conferencia I + E = D Innovación + Educación = Desarrollo ¡Una agenda urgente! –convocada a comienzos de mayo por ExE (miembro de la alianza), Connect Bogotá Región y Fundación Telefónica–, para el cual Educación Compromiso de Todos preparó una presentación con los planteamientos en educación de los diferentes candidatos, los cuales fueron enmarcados en tres ejes: primera infancia, educación preescolar, secundaria y media y educación superior.

Para ello la alianza solicitó los planes de educación a las campañas y consultó las páginas web de los candidatos, donde tienen publicados sus planteamientos oficiales. A partir de estos materiales y de lo mencionado por los asesores durante el conversatorio, organizó un documento resumen sobre los planteamientos que entregó a varios expertos del sector, quienes analizaron las propuestas de los candidatos que aspiran a la presidencia de la República.

Alfredo Sarmiento, director de la Misión Calidad de la Educación del Pnund; Carolina Maldonado, directora de Posgrados de Sicología de la Universidad de los Andes; Ricardo Gómez, exrector de la Universidad de Caldas; Francisco Cajiao, rector de la Fundación Universitaria Cafam (Unicafam); Juana Díaz, exviceministra de Educación Básica, y Carolina Guzmán, coordinadora de Educación Compromiso de Todos, participaron en este ejercicio que evidencia las grandes coincidencias de las propuestas, la falta de mecanismos para ejecutarlas y la poca visión estratégica de la educación para el país.

Las conclusiones

“Improvisadas”, “planas”, “convencionales y poco estratégicas para el sector”, “deseables, pero sin ninguna muestra del camino que se requiere para que sean ciertas” y “escasas de referencias puntuales a la evaluación de necesidades que las orientó” son algunas de las características que los expertos consultados por la alianza dan a las propuestas de los candidatos a la presidencia.

Entre las coincidencias señalan el aumento de la jornada escolar, el incremento de la cobertura en los diferentes niveles educativos (favoreciendo principalmente a aquellos niños y jóvenes más vulnerables) y el fortalecimiento integral de los docentes (mejorando sus salarios y dando incentivos a los bachilleres sobresalientes para que se formen como profesores).

De igual forma, los candidatos concuerdan en el compromiso de garantizar infraestructura escolar, dar atención integral y de calidad a los niños de cero a cinco años –ya que permite mejorar la calidad y construir un país más equitativo–, aumentar los recursos para garantizar el acceso a los jóvenes a la educación superior particularmente de la población más pobre del país, y ampliar los créditos educativos a través del Icetex.

Así mismo, proponen fortalecer la educación técnica y tecnológica, específicamente del Sena, y potenciar la investigación haciendo énfasis en aéreas estratégicas para el desarrollo del país.

Propuestas que de manera indiscutible son necesarias e indispensables para mejorar la calidad y la cobertura de la educación de Colombia, pero que requieren un componente estratégico para que puedan ser viables, algo que no es explícito en ninguna de ellas.

En el caso de la educación para la primera infancia, “resulta llamativa la falta de referencias puntuales a la evaluación de necesidades que orientó las propuestas de los candidatos, pues en general aparecen pocas menciones explícitas a los puntos de partida que asumen y el componente estratégico de las acciones que reportan. Esta característica, presente en varias de las propuestas, deja cuestionamientos relativos a la rendición de cuentas en el futuro, pues los rendimientos de las inversiones en primera infancia son escasamente medibles a corto plazo y por lo tanto, las políticas dirigidas a esta población deben trascender los gobiernos y asumirse por los Estados”, señala Maldonado.

Los estudios muestran que los efectos positivos de la asistencia de los niños a centros de cuidado son relativos a sus niveles de calidad y a condiciones como la duración de la jornada, los recursos de los jardines y el momento de inicio de la asistencia a la institución. Solo el candidato Enrique Peñalosa, de Alianza Verde, menciona algunos de estos aspectos, pero sin profundizar en el tema. De igual forma este candidato, junto con Marta Lucía Ramírez, del partido Conservador, proponen transformaciones de la institucionalidad que hoy está a cargo de este asunto. Peñalosa plantea la necesidad de una instancia nacional que organice los servicios que hacen parte de la atención integral a primera infancia y asegure los recursos disponibles. Ramírez sugiere que el ICBF se transforme en el Ministerio de la Mujer y la Familia para garantizar el cumplimiento de los derechos de la población infantil y femenina.

“Ninguno de los dos candidatos es explícito en cuáles son las necesidades a las que obedecen estas propuestas, pero es posible pensar que surgen en respuesta a las dificultades operativas del ICBF. Desde esta perspectiva, es necesario conocer las características de las nuevas instituciones, pues las dos propuestas parecen redefinir sus límites presupuestales, su alcance y la autonomía en la toma de decisiones”, indica Maldonado.

En esa misma línea, las propuestas sobre programas nutricionales del presidente-candidato Juan Manuel Santos, del partido de la Unidad Nacional; Óscar Iván Zuluaga, de Centro Democrático, y Clara López, de la alianza Polo Democrático-UP, no hacen explícitas los fundamentos de las intervenciones ni las condiciones que orientan estas intervenciones, además no involucran a las madres gestantes.

Un punto central que llama la atención en las propuestas es que todas incluyen un componente de formación para maestros con el fin de mejorar el desempeño docente, pero no hay una mención a dirigir los mayores esfuerzos a la cualificación de maestros que atienden los primeros años de vida, cuando esa es la tendencia mundial. También se requiere registro y acreditación de programas académicos en primera infancia y programas de posgrado pertinentes y específicos sobre los primeros años de vida, asuntos de mayor envergadura cuando se realizan acciones dirigidas a mejorar los programas de primera infancia.

De este análisis surgen varias preguntas para los candidatos. Una de ellas tiene que ver con de Cero a Siempre, el programa de atención para la primera infancia del actual gobierno que tuvo una significativa inversión. ¿Las propuestas de los candidatos cómo se articulan con dicho programa? Es importante que hagan explícitas las reformulaciones o mejoras que proponen al mismo.

Otras preguntas que surgen son en relación a cuánto vale lo que proponen, cómo lo van a financiar y qué acciones van a realizar para lograr los cambios institucionales que algunos señalan. Todo esto plantea la necesidad de un proyecto de ley de atención para la primera infancia, con el fin, además, de que se convierta en política de Estado. Sin embargo, ningún candidato hace una alusión al respecto. La deuda social con la primera infancia es evidente y buscar la manera de saldarla se hace prioritario. Seguramente en el Congreso tendría viabilidad, pues ya han sentado las bases con el programa de Cero a Siempre.

EDUCACIÓN SUPERIOR

En cuanto a los planteamientos para educación superior, hay algunos similares entre candidatos, por ejemplo menos intereses en los créditos Icetex y aumento de los mismos; subsidios a la demanda y articulación con el sector productivo, pero de igual forma no son explícitas las estrategias. “Específicamente, no se entiende cómo la candidata López logrará la gratuidad en la educación superior. Es una propuesta que no se ve viable para los próximos 4 años”, señala Gómez.

Tampoco los candidatos han dado mayor información sobre la reforma universitaria, un tema inaplazable. El Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu), el Ministerio de Educación y los actores de este nivel educativo han avanzado en una propuesta de reestructuración del sistema para llevarla al Congreso, qué candidatos están dispuestos a dar esa discusión. De igual forma, no han mencionado cómo ampliarán la cobertura con estándares de calidad.

“Se requiere darle mayor énfasis a la ciencia, y para eso hay que darle prioridad a Colciencias y fortalecerla como la máxima autoridad de la ciencia en el país. Algo que no es claro en los planteamientos de los candidatos”, asegura Gómez. También hay que seguir fomentando la articulación de programas de formación y centros de investigación con sectores estratégicos para el país.

En general, puede decirse que las propuestas de los candidatos no apuntan a una transformación de fondo de la calidad con equidad, lo cual implica “dejar de pensar que la calidad de la educación es solo un asunto de la institución escolar, cuando es un tema de toda la sociedad; y comprender que la calidad de la educación debe ser entendida como la capacidad de cambiar a la sociedad”, señala Sarmiento.

La inequidad en la educación es caldo de cultivo de la violencia, del surgimiento de corruptos y de instituciones débiles, por tanto, contrarrestarla debe ser un punto focal en los planteamientos del próximo gobierno. Los niños que no logran tener en su casa lo que requieren para su formación: alimentación saludable, acceso a adultos preparados que puedan orientarlos y resuelvan sus preguntas y acceso a medios de comunicación, entre otros, deben tener la posibilidad de contar con ellos en un espacio público.

EDUCACIÓN BÁSICA

No es diferente el análisis cuando se abordan las propuestas de los candidatos en relación con la educación básica primaria, secundaria y media. De nuevo aparecen preguntas sobre cómo y cuánto cuesta conseguir los planteamientos que proponen. “Todos hablan de la jornada completa, pero no se ve por ninguna parte una alusión a una reforma del sistema educativo, que también tendría que pasar por el Congreso porque afecta intereses laborales. ¿Las mejoras salariales para los maestros que señalan son en las condiciones actuales o con un régimen especial? También deben hablar de reforma curricular y de infraestructura. La jornada completa no puede ser una promesa de buena voluntad”, explica Cajiao.

La jornada completa implica una reforma profunda del currículo ya que se requiere contenido, un planteamiento pedagógico para ese tiempo extra. No basta con unas horas en el colegio. De igual forma, no se ha hecho explícito cuánto cuestan la infraestructura y los recursos adicionales que se necesitan para esas otras medias jornadas.

Este es un proceso que se puede iniciar en el próximo gobierno y que requiere una proyección razonable en el tiempo, una década, por ejemplo, para lograrse al ciento por ciento. Para ello es urgente trazar un plan financiero y llevar a cabo las negaciones pertinentes.

Los candidatos también coinciden en mejorar la formación docente como una manera de alcanzar mayores niveles de desempeño educativo. Esta, en cambio, es una propuesta que no requiere pasar por el Congreso de la República, depende de la voluntad política del Ministerio de Educación y de su capacidad para concertar con las Facultades de Educación, con el fin de mejorar los procesos de formación de los maestros, y de su capacidad para lograr que se asignen presupuestos y ejecutarlos en la capacitación de los maestros en ejercicio. Esto es viable, requiere una concreción que debe figurar en el Plan de Desarrollo.

Finalmente, entre las propuestas para este nivel educativo resalta la del candidato Zuluaga, quien se compromete con otro título para los bachilleres: técnico del Sena. “Esta propuesta no puede ser en el aire, implica montar un aparato de infraestructura: laboratorios especializados y talleres. ¿Cómo se va a hacer eso? ¿Se incrementarán los aportes del Sena para esto específicamente? Esto suena a frase cajón”, asegura Cajiao.

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ESPECIAL PARA COLPRENSA

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