“No hubo exceso de confianza”, Santos

El presidente candidato admite no ha logrado comunicarse adecuadamente con los colombianos. Dice que el 15 de junio se va a elegir entre la guerra y el atraso o entre la paz y el progreso.

El presidente-candidato, Juan Manuel Santos, dice que haber ocupado el segundo y no el primer lugar en la votación para elegir al nuevo jefe del Estado no se debió a exceso de confianza de su parte ni de sus asesores. Sin embargo, reconoce que no ha logrado comunicarse de manera adecuada con los colombianos.

Por eso, en este segundo tiempo de campaña trabajará más en alcanzar esa cercanía y, pese a que existan voces en contrario, seguirá haciendo énfasis en que votar por él será votar por el éxito del proceso de paz, pues “no podemos echar por la borda esta oportunidad”.

Al pedirle que planteara otras propuestas que desarrollaría en un eventual segundo cuatrienio, Santos dijo que quiere hacer la revolución de las vías para el campo y continuar el esfuerzo para llevar agua potable y alcantarillado a todos los colombianos. Así habló con Colprensa, seis días después de sufrir un sorpresivo revés en las urnas.

- ¿En qué se equivocaron usted y su campaña en la primera vuelta? ¿Hubo exceso de confianza?

No hubo exceso de confianza. Siempre supimos que la primera vuelta iba a ser muy reñida y así fue. ¿En qué nos equivocamos? En el nivel logístico faltó mayor acompañamiento en algunas regiones.

A nivel de mensaje, no logramos comunicar adecuadamente a muchos colombianos la verdadera opción que tienen en estas elecciones: votar por el fin de la guerra o por una guerra sin fin. Ahora estamos dedicados a contarles a los colombianos por qué con paz haremos más.

- ¿Cómo se está recomponiendo la campaña? ¿cuál es el objetivo con la llegada de líderes de otros partidos y de algunos que estaban en los gobiernos nacional y de Bogotá?

Hemos hecho algunos cambios en la estrategia de publicidad, para ser más eficaces en el mensaje, y ahora el expresidente Gaviria desempeña un papel de coordinador de campaña, que es un verdadero aporte de experiencia y entusiasmo.

A él se suman personas que han decidido separarse del servicio público y acompañar en esta última etapa, como Rafael Pardo, Gina Parody y David Luna, e importantes representantes de los Progresistas, la mayoría de los conservadores y también de los Verdes, entre otros.

Creo que los colombianos, ante la opción tan clara que tendrán ante sí el 15 de junio, no votarán por quien creen que va a ganar, sino por quien quieren que gane. Y somos más los que queremos la paz.

- ¿Los apoyos que está buscando lo comprometen a surtir algún cambio en su programa o a alguna forma de cuadrar gobernabilidad luego del 7 de agosto?

Demostré en este primer gobierno de unidad nacional que las alianzas fueron programáticas más que burocráticas. Cuando recibimos el apoyo en segunda vuelta del Partido Liberal, del Partido Conservador y de Cambio Radical, no fue a cambio de puestos, sino de consensos programáticos.

Propuestas como la Ley de Primer Empleo, la misma Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, programas de lucha contra la corrupción o de vivienda, entre muchos otros, surgieron de nuestra unión para buscar lo mejor para el país.

Espero que lo mismo ocurra en esta oportunidad con los apoyos que estamos recibiendo de gran parte del Partido Conservador, de los partidos de izquierda, de varios dirigentes y miembros del Partido Verde, y de muchos independientes que acompañan nuestra propuesta y que coinciden en la convicción de que no podemos echar por la borda la oportunidad de la paz.

- ¿Cuál será la estrategia para recuperar la mayoría de los votantes en los departamentos en los que su campaña perdió el domingo pasado?

A todas las regiones hemos llegado con más obras y más recursos que nunca, en el centro y la periferia. Lo que nos dicen los resultados de la primera vuelta es que debemos ser más contundentes en comunicar nuestro mensaje en los departamentos del centro, porque ahí también hemos hecho mucho y haremos más.

- Luego de lo pugnaz que ha sido la campaña, ¿pueden esperar los colombianos que vuelva la calma política y terminen las peleas y acusaciones durante el próximo periodo de Gobierno?

No soy amigo de retrovisores ni de revanchismo. El país necesita trabajo y unidad, necesita reconciliación, y no puede estar sujeto a veleidades políticas.

En mi segundo mandato, como en este, me dedicaré a trabajar por Colombia, sin odios ni rencores, solo pensando en el bienestar de los colombianos y de las nuevas generaciones.

- ¿Además del tema de la paz, con el que los colombianos ya identifican su candidatura, cuáles serán los otros asuntos que les propondrá para que voten por su candidatura?

Desde el momento en que el candidato Zuluaga dijo que acabaría con el proceso de paz y luego planteó la suspensión del proceso para imponer condiciones que, en la práctica, significan su terminación, la paz se volvió un tema central, porque los colombianos entienden que no se puede perder la mejor oportunidad que tenemos para terminar un conflicto doloroso de medio siglo.

Ahora dice que ha cambiado de opinión, pero, la verdad, no es creíble este viraje a última hora. Por supuesto, mi propuesta es mucho más que lograr un acuerdo de paz.

Proponemos seguir creando empleos, en este gobierno se crearon 2,5 millones de puestos de trabajo cuando nadie creía que se podía; reduciendo la pobreza; entregando casas; mejorando la salud; ampliando la educación; entregando servicios básicos y conectando al país, tal como comenzamos a hacerlo, con éxito, en estos primeros cuatro años. Eso también es paz: una paz integral.

Y si logramos la terminación del conflicto armado, todos los resultados se podrán multiplicar.

- Usted no descarta una nueva reforma tributaria. ¿Para qué sectores aplicaría y cómo ayudaría a seguir combatiendo la evasión?

La reforma tributaria que hicimos en el 2012, para que los que ganan más paguen más y los que ganen menos paguen menos o no paguen, ha tenido buenos resultados y ha generado un mayor recaudo tributario.

Además, el desmonte de los parafiscales nos ha ayudado a crear empleo. Hacia el futuro, si hacemos una nueva reforma, estaría enfocada básicamente a reducir la evasión de impuestos, que sigue siendo muy grande. Ahí tenemos un margen de recaudo importante.

- En puntos concretos, ¿cuál será su planteamiento con respecto al sector de la salud?

En salud dejamos el camino listo para avanzar, después de que en este gobierno volvimos a crear el Ministerio de Salud, unificamos por lo alto los planes de beneficios, actualizamos el POS con nuevos medicamentos y tratamientos, sacamos adelante la Ley Estatutaria de Salud que establece la salud como un derecho y acaba con los “paseos de la muerte”, agilizamos y establecimos el giro directo a los hospitales para ayudar a sus finanzas, y comenzamos el control de precio a los medicamentos, para hacerlos más asequibles.

En un segundo periodo, profundizaremos la reforma a la salud, para que las EPS se conviertan en gestoras y presten servicios de calidad, haremos énfasis en la prevención, crearemos un Fondo de Garantías en Salud para solucionar los problemas de liquidez del sector, y volcaremos el sistema hacia la calidad de la atención al paciente.

“Hemos garantizado recursos”

- ¿Y para educación y primera infancia?

En educación también avanzaremos sobre lo construido en este gobierno. Ya llegamos al millón de niños en primera infancia atendidos integralmente y esperamos alcanzar la cobertura universal con 2,8 millones atendidos para 2018. Nos hemos puesto la meta ambiciosa, pero posible, de que Colombia sea el país más educado de la región para el 2025.

Ya garantizamos la educación gratuita en los colegios públicos; ahora haremos énfasis en la calidad educativa, llevando el programa Todos a Aprender, que ahora se aplica en primaria, también a la educación secundaria.

Promoveremos la excelencia docente, con mejores condiciones para los maestros, mejor capacitación y atrayendo a los mejores estudiantes del país para que sean profesores. Vamos a poner en marcha un Programa Nacional de Bilingüismo, vamos a seguir fortaleciendo el Sena, para que tengamos una educación técnica y tecnológica de nivel mundial, y vamos a triplicar los créditos subsidiados del Icetex.

Y destinaremos de manera permanente un punto del Cree, que recauda aproximadamente 1,2 billones de pesos al año, exclusivamente a la educación superior pública, para mejorar su calidad, su acceso, sus programas, sus instalaciones y aumentar sus cupos.

- ¿Cómo se garantiza la financiación de los principales programas que están planteando en la campaña?

Las propuestas regionales que hemos hecho en estos cuatro años las hemos cumplido y las estamos cumpliendo, porque hemos garantizado recursos, incluyendo los provenientes de regalías. No hay que olvidar que gracias a la reforma a las regalías que impulsamos pasamos de beneficiar a apenas el 17 por ciento de la población, a prácticamente todos los colombianos.

Pasamos de siete a 32 departamentos beneficiarios y de 522 a mil 89 municipios, que hoy reciben recursos para vías, acueductos, centros deportivos, infraestructura educativa, proyectos productivos y distritos de riego. Hoy la gran mayoría de los municipios del país -por no decir todos- está recibiendo muchos más recursos y ejecutando más proyectos que antes. Y así seguirá en mi segundo periodo.

En estos cuatro años hemos invertido nada menos que 2,5 billones de pesos en las vías terciarias para el progreso rural, y esperamos que este año termine con más de 36 mil kilómetros intervenidos. En los próximos cuatro años queremos hacer la revolución de las vías para el campo, porque así como estamos construyendo las grandes autopistas, necesitamos buenos caminos para que los campesinos saquen sus productos.

Y continuará el inmenso esfuerzo para llevar agua potable y alcantarillado a los colombianos que aún no las tienen, como ya lo hicimos en este gobierno, con más de tres y medio millones de compatriotas. Y seguiremos expandiendo la conectividad digital, aprovechando que este año dejaremos a todos los municipios conectados a fibra óptica e internet. Vienen buenos tiempos para todas las regiones del país, y más aún si logramos la paz.

Credito
BOGOTÁ

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