Hace 60 años existe la famosa

Colprensa -- EL NUEVO DÍA
El 13 de junio de 1954, el sueño de traer la televisión a Colombia, lo que en su momento fue una mágica tecnología se materializó y con tanto éxito que hoy cumple 60 años.

En 1936, cuando Gustavo Rojas Pinilla era teniente, fue enviado en misión a Alemania con el fin de comprar municiones para enfrentar la guerra contra Perú. Pese a tener la oportunidad de conocer los más importantes avances de ese país en la industria bélica, fue un invento diferente el que más le llamó la atención.

Se trataba de un sistema para la transmisión y recepción de imágenes en movimiento y sonido a distancia que empleaba un mecanismo de difusión, que para ese entonces era por medio de ondas de radio y que en varias partes del mundo estaba en pleno desarrollo.

Diecisiete años después, cuando era General y llegó al poder, una de sus iniciativas de Estado fue traer la televisión a Colombia. La tarea fue cumplida al pie de la letra, pues el 13 de junio de 1954, ese sueño, lo que en su momento fue una mágica tecnología se materializó y con tanto éxito que esta semana cumplirá 60 años.

Pero por la coincidencia del Mundial de Fútbol y la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la industria decidió aplazar las celebraciones de estas seis décadas de labores para el segundo semestre de 2014.

La tarea de traer la televisión y expandirla por el territorio nacional cayó en manos de Fernando Gómez Agudelo, quien se desempeñaba como director de la Radio Difusora Nacional, en una misión que no era nada sencilla: viajar por el mundo en búsqueda de la tecnología adecuada para la transmisión de televisión en una geografía que, aún hoy en día, con los grandes avances, tiene problemas para llegar a ciertas regiones.

Diez millones de pesos, que para la época era una fortuna, fue el presupuesto inicial. En el sueño, de nuevo Alemania tuvo mucho que ver, pues Gómez Agudelo encontró en la empresa Siemens, la tecnología necesaria para este ambicioso proyecto.

La orden era una, inaugurar la televisión en la celebración del primer aniversario del gobierno militar, por lo que se necesitaron verdaderas brigadas para llevar las antenas, de 30 metros de altura, a lugares como el cerro del Gualí, en el Nevado del Ruiz, que cubría Antioquia, Valle del Cauca y Caldas; así como al páramo de la Rusia para Boyacá, entre otros sitios de muy difícil acceso.

Luego de contar con todas antenas instaladas, los estudios de grabación, las cámaras y dos móviles de transmisión, se dieron cuenta de un detalle mayúsculo: en el país no había personas capacitadas en el manejo de las cámaras, ni expertos en la producción de televisión y sólo faltaban días para la inauguración.

Por ello, Gómez Agudelo debió viajar a Cuba de manera urgente, en donde el Canal 11 estaba quebrado, por lo que pudo contratar a 25 técnicos, quienes empezaron a trabajar en los sótanos de la Biblioteca Nacional, en el centro de Bogotá.

Sin pantalla chica

Junto a toda esta infraestructura, faltaba otro hecho fundamental, que los colombianos adquirieran los aparatos receptores, pero al día del lanzamiento, sólo 400 familias los habían adquirido. El mayor problema era el costo, pues en aquel entonces un televisor costaba 350 pesos, cuando el salario mínimo era de 120 pesos.

Era una época de muy bajo poder adquisitivo para los colombianos; por eso, cuentan los abuelos, era un verdadero acontecimiento que alguien tuviera un aparato de esa magnitud. Era sólo para las personas más adineradas y en muchas ocasiones, cuando los instalaban en salas con ventanas que daban a la calle, se convertía en el espectáculo preferido de jóvenes y niños.

La alternativa, como suele suceder, era ofrecerlos a cuotas a través del Banco Popular, por lo que a finales de 1954, la cifra de ventas aumentó a mil 500 televisores.

El 13 de junio a las 7 de la noche empezó a emitirse la televisión con las notas del Himno Nacional, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Colombia, para luego darle paso al General Rojas Pinilla, quien se dirigió al país desde el Palacio San Carlos, entonces sede del presidente y actual Ministerio de Relaciones Exteriores, y declaró oficialmente inaugurada la televisión en Colombia, con una señal recibida en Bogotá y en Manizales.

Justo tras la alocución presidencial, empezaron los programas de entretenimiento, como el animado por Álvaro Monroy Guzmán, en el que también aparecieron Los Tolimenses, en una primera emisión que duró tres horas y 45 minutos.

Ubicar televisores en distintas partes de Bogotá y Medellín, fue otra de las estrategias del Gobierno para popularizar este nuevo medio de comunicación en Colombia.

Poco a poco se fueron ampliando los espacios televisivos, con algo de presupuesto, mucha improvisación, sin programación establecida, cuando se emitía un programa en directo y luego uno pregrabado, para dar espacio de acondicionar las escenografías y los vestuarios en estudio para la siguiente emisión.

Meses después llegaron los comerciales, tras el final del Noticiero Gráfico, la mayoría de ellos propaganda estatal. Muchas personalidades de la radio dieron el paso a la televisión, para programas culturales, educativos y los primeros deportivos, con Carlos Arturo Rueda.

Credito
BOGOTÁ

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