El empresario, sus asesores, los cuñados y la herencia de su fallecida esposa

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
He aquí los protagonistas y la historia de la disputa judicial por la fortuna y bienes que Ana Julia Suárez de Zorroza dejó al morir.

El empresario Jaime de Zorroza y Landia, quizá nunca pensó que luego de estar sentado junto con personas de la tercera edad apoyando obras benéficas, tuviera ahora que estar en el banquillo de los acusados en los estrados judiciales.

Y es que después de recibir los mejores comentarios por sus labores sociales junto con su fallecida esposa Ana Julia Suárez de Zorroza, ahora sus cuñados lo demandaron por presunta falsificación de documentos. Además, solicitaron el embargo de sus inmuebles, algunos que habría donado para viviendas y los mismos que tienen detenidas varias cuentas.

El lío que tiene a este hombre de 93 años en la palestra pública se debe a unas firmas de su esposa (ya fallecida) y que aparecen en unos documentos, donde Zorroza y Landia adquiere toda la herencia, pues se cambia la sociedad, de ser limitada a Asimilada por Acciones.

Pero también están implicados, según la Fiscalía, tras las denuncias de los Suárez Rengifo, Raúl Humberto Monroy Gallego (abogado); Ernesto Beltrán Quintero, (contador publico) y Éder Hómez Vanegas (revisor fiscal), quienes han asesorado a la pareja Zorroza Suárez.

Todos los cuatro imputados por presunta comisión de los delitos de falsedad en documento público y privado y fraude procesal; pues de acuerdo con lo señalado, durante las audiencias que se han cumplido hasta el momento, Zorroza, junto con los tres trabajadores, habrían modificado la razón social de las empresas Zorroza y Suárez y Molinos San Isidro, de Limitada a S.A.S.

En cuanto a los motivos que argumentan los hermanos de Ana Julia Suárez de Zorroza, se originan en que a que seis días antes del deceso, los documentos que habrían legalizado estos cambios aparecieron con la firma de Ana Julia.

Los problemas de los Zorroza Suárez habrían iniciado con el cambio de un testamento, al cual EL NUEVO Día tuvo acceso, donde aparecen las firmas de Ana Julia Suárez de Zorroza, tres testigos y el Notario Cuarto de Ibagué, dicho testamento abierto data de 1990.

Los líos

La sociedad Zorroza Suárez inició en la década del 70, años después de que se conocieran Jaime y Ana Julia (década del 50).

Para el 3 de marzo de 1972, se firmó un documento de la Sociedad Limitada Zorroza y Suárez, donde se constataba en el artículo 31, que si uno de los integrantes de la sociedad fallecía, los bienes pasaban a ser administrados por la familia hasta que se liquidara la sucesión.

Cuando inician los problemas de salud de Ana Julia Suaréz de Zorroza, quien falleció el 11 de febrero de 2011 por un cáncer que comenzó en su estómago, órgano que tuvo que ser removido en su totalidad y luego asistir a quimioterapias en la clínica Santa Fe en Bogotá, los asesores hablaron con la pareja sobre los riesgos que podría tener el patrimonio si alguno de los dos fallecía.

Es sabido que una Sociedad Limitada no puede ser constituida por una sola persona, para ese caso, esta se tiene que liquidar, pues de lo contrario, y al dividirse todo el patrimonio, parte de los bienes pasarían al Estado. Ahí fue donde entraron a participar los tres imputados y a quienes los Suárez Rengifo, culpan de haberlos dejado a un lado de la herencia.

El pensamiento de los Zorroza Suárez ha sido por medio de su Fundación, apoyar obras sociales, algunas de las conocidas son la donación del lote donde funciona el Jardín de Los Abuelos y el Conjunto Residencial San Isidro, el cual mediante los pagos de los arrendatarios, sostienen los gastos del ancianato.

También la construcción de la iglesia de Santa Ana, los apartamentos de Santa Ana de Zorroza, la venta del lote a muy bajo precio donde se construyó el colegio de Comfatolima, la donación de los lotes de las viviendas del barrio Tierra Grata, la cual beneficia a los soldados pensionados, entre otros.

Los asesores Raúl Humberto Monroy Gallego, Ernesto Beltrán Quintero, y Éder Hómez Vanegas, al ver que si fallecía alguno de los dos, este sueño de ayudar a los demás podría culminar por lo ya mencionado, le dijeron a los esposos que convirtieran la sociedad Limitada a una S.A.S.

Es por eso que desde noviembre de 2010, según Hómez, iniciaron con los papeles de transformación de sociedades, donde se leían los estatutos a aprobar y entre los esposos señalaban cuál aceptar y cuáles no.

Estos documentos habrían sido llevados ante la Cámara de Comercio donde se revisaban con los abogados de la empresa y en enero, un mes antes de morir Ana Julia, se habrían definido los estatutos para que fueran aceptados y firmados. Éder Hómez, quien oficiaba como revisor fiscal, fue delegado como escribiente, leía los estatutos y los transcribía al computador, se firmaron, y hacia el mediodía le solicitaron a María Eileen Suárez, que los entregara a su hermana para finiquitar la firma.

Tras esto, los documentos fueron llevados a la Cámara de Comercio de Ibagué, donde habrían sido aprobados y registrada la nueva figura.

Esas actas, según lo que se ha mencionado durante las audiencias penales, son las que los hermanos Suárez Rengifo están demandando como ilegales.

Pero existe una prueba reina, que no se conoce públicamente y es un Testamento Abierto realizado el 4 de abril de 1990, realizado en la Notaría Cuarta del Círculo de Ibagué, el cual dice: 

Otorgante: Ana Julia Suárez de Zorroza otorga testamento abierto.

Entre los artículos Tercero y Cuarto reza: “carezco de herederos forzosos, pues no tengo descendencia y mis padres murieron. “Es mi voluntad instituir como heredero único y universal de todos los bienes que tuviere al día de mi muerte a mi esposo Jaime de Zorroza y Landia”.

Este sería el ‘as’ bajo la manga que tendría la defensa, para argumentar que todos los bienes son parte del empresario español, y con ello podrían recibir nuevamente su salario los más de 90 empleados que viven del trabajo producto de los bienes hoy embargados y algunos dineros para obras benéficas.

Además de esto, la construcción por parte de Jaime de Zorroza y Landia de una clínica de ojos y más viviendas. 

La demanda

El caso de la sociedad Zorroza y Suárez S.A.S., que inició con una demanda civil por parte de los hermanos Fabiola Suárez Rengifo, María Suárez Rengifo, Francisco Antonio Suárez Rengifo, Pedro Luis Suárez Rengifo, Beatriz Suárez Rengifo, Pedro Luis Suárez Rengifo y Ernesto Suárez Rengifo, ha traspasado varias instancias, esta última la penal.

La disputa por la herencia inició apenas falleció Ana Julia Suárez de Zorroza. Desde ese instante los hermanos Suárez, quienes trabajaron en la Hacienda San Isidro, creyeron que iban a obtener por lo menos la mitad de los bienes, calculados en por lo menos 16 mil millones de pesos.

Al darse por enterados de la nueva forma de sociedad, instauraron una demanda civil, la cual no habría prosperado como deseaban, allí fue cuando interpusieron una demanda ante un Juzgado de Familia, siempre por falsedad de documentos y en esta última pidieron un embargo de bienes.

Este embargo tiene en jaque los intereses de la empresa, puesto que existen algunas cosechas que se podrían perder, porque no se pueden tocar los dineros y esto puede representar daños económicos.

Contra Jaime de Zorroza y sus asesores, la Fiscalía ha solicitado medida de aseguramiento, argumentando que representan un peligro para la sociedad; esto ha generado voces de rechazo por parte de personas que conocen al empresario español y quienes por medio de redes sociales brindan apoyo a Zorroza.

Los cuñados

Fabiola Suárez Rengifo, María Suárez Rengifo, Francisco Antonio Suárez Rengifo, Pedro Luis Suárez Rengifo, Beatriz Suárez Rengifo, Pedro Luis Suárez Rengifo y Ernesto Suárez Rengifo y José Francisco Suárez Ahumada, son familiares de Ana Julia, y éstos podrían haber sido parte de la herencia antes de que se firmaran los documentos.

Durante la audiencia que se cumplió el pasado jueves, se conocieron más aspectos económicos, donde los demandantes solicitaron el amparo de pobreza, argumentando que no tienen dinero para sobrevivir.

Por su parte, el abogado que defiende los intereses de los acusados, argumentó que esas pruebas no eran contundentes, puesto que los denunciantes poseen cuentas bancarias abiertas en zonas exclusivas de Barranquilla y Bogotá y, por ende, no cumplen dicho amparo.

También se conoció, fuera de los estrados, de algunos abultados cheques que fueron girados a los familiares, a modo de liquidación de contratos de trabajo para los Suárez Rengifo, además de entrega de propiedades.

El desenlace de este pleito aún no se conoce, pero de momento la palabra la tiene el Juzgado 8 de Control de Garantías, donde se han adelantado las audiencias en contra de Jaime de Zorroza y Landia. Justo para este jueves está programada la continuación de la pasada audiencia.

Jaime Zorroza, el benefactor

Jaime Zorroza y Landia es el filántropo más importante del Tolima. Sumado a sus múltiples aportes a lo largo de los años a la educación y el bienestar de centenares de tolimenses.

Inauguró la sede de la fundación Zorroza y Suárez, proyecto que, a través del arriendo de apartamentos del conjunto residencial San Isidro, aporta recursos para el sostenimiento de los adultos mayores que pertenecen a la Corporación Jardín de los Abuelos.

Asimismo, el tolimense, de origen español, en la Noche de Los Mejores de Fenalco Tolima, recibió el galardón de Mérito Cívico por su aporte y servicios a la comunidad, en que se destaca la creación de la cooperativa Serviarroz, El Jardín de Los Abuelos, la iglesia de Santa Ana, la fundación de la Universidad de Ibagué y, ahora, el proyecto Torreón de Santa Ana de Zorroza.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

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