Víctimas reiteran llamado a un cese al fuego bilateral

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Luego de regresar a Colombia, algunos integrantes de la segunda delegación de víctimas que se reunió en La Habana (Cuba), con los negociadores de paz del Gobierno y las Farc, decidieron hablar a los colombianos sobre los avances que se han logrado en la Mesa de Conversaciones.

Esta conversación se llevó a cabo el pasado jueves en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, donde se realizó el conversatorio “Volvimos de La Habana comprometidos con la paz”.

Entre las víctimas, la primera en hablar fue Marleny Orjuela, directora de Asfamipaz, quien contó que durante su reunión con los negociadores de paz exigió a las Farc entregar los restos de los uniformados muertos en combate cuyos sitios conocen. Entre ellos, pidió especialmente los del policía Luis Fernando Peña, quien se fugó de un campamento en 2003 para luego ser recapturado y asesinado.

Así mismo, la directora de Asfamipaz relató que propuso ante la Mesa de Conversaciones una reunión de militares y policías liberados con los guerrilleros, para intercambiar opiniones sobre la realidad de la guerra y el propósito de paz de los contendientes.

Después de ella habló Gloria Gómez, directora de Asfaddes, y cuyo hermano fue un líder estudiantil desaparecido en 1983 tras una redada policial, quien contó que en La Habana le pidió al Gobierno acelerar la búsqueda de los desaparecidos y formalizar los procesos de entrega digna de los cuerpos hallados.

A los medios de comunicación, Gómez les pidió que visibilicen la tragedia de los detenidos desaparecidos que según ella, “ya pasan de los cincuenta mil”.

Esperanza Uribe, viuda de Pablo Beltrán, uno de los 12 funcionarios de la Justicia masacrados el 18 de enero de 1989 en La Rochela por agentes paramilitares en presunta coalición con el Estado, se quejó ante los representantes del Gobierno por el olvido e incumplimiento de las órdenes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que condenó al Estado por la masacre. Ella aseguró que “nos han incumplido en materia de empleo a los familiares, planes de salud y educación”.

Después Yessika Hoyos, cuyo padre el sindicalista Jorge Darío Hoyos Franco fue asesinado en 2001, indicó que en La Habana le reiteró al Gobierno que debe comprometerse en la búsqueda de la verdad sobre la muerte de los sindicalistas que pasan los 2.700. Especialmente pidió que se establezca “quiénes fueron los empresarios beneficiados y promotores de estos crímenes”.

Finalmente, las cuatro víctimas manifestaron que durante su reunión en La Habana, manifestaron unánimemente a la Mesa de Conversaciones que “no se deben levantar antes de llegar a un acuerdo final que ponga fin al conflicto armado” y que “deben acordar cuanto antes un cese al fuego bilateral”.

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COLPRENSA

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