El Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) presentó un informe donde destacó el momento actual de los jóvenes, quienes representan el más grande potencial para el desarrollo del mundo, el cual alberga cerca de 1.800 millones de personas entre los 10 y 24 años.

“Nunca antes había habido tantos jóvenes. Es poco probable que vuelva a existir semejante potencial de progreso económico y social. El modo en que abordemos las necesidades y aspiraciones de los jóvenes determinará nuestro futuro común”, resaltó el informe ‘El poder de 1.800 millones: los adolescentes, los jóvenes y la transformación del futuro’.

Allí se analiza la situación de la población joven, de la cual 500 millones (28%) sobrevive con menos de 2 dólares al día, y hace recomendaciones a los países sobre las políticas que deben adelantar para garantizar sus derechos a la educación, la salud (sexualidad y reproducción), el empleo digno y la participación en las decisiones que afectan sus vidas.

Los jóvenes en Colombia también juegan un papel importante y determinante de cara a lo que será el futuro. Actualmente existen cerca de 12,9 millones de personas que están entre los 14 y 24 años, edad que se toma de acuerdo con la Ley de juventud.

Pablo Javier Lara, asesor del Unfpa, explicó que cerca del 26 por ciento de la población total nacional pertenece a los jóvenes, un equivalente que representa que uno de cada cuatro colombianos está catalogado bajo este parámetro, lo cual es “muy importante”.

Sin embargo, las perspectivas de crecimiento de esta población, aunque tienden a mantenerse, van a tener una gran diferencia de cara al 2050, y es que la proporción frente a la población adulta va a ser menor. “En ese año va haber más población adulta. Se estima que el porcentaje va a ser el doble del que existe actualmente”, indicó el experto.

Este es uno de los temas que plantea el informe, según Lara, pues aunque no se puede generalizar el comportamiento que tendrá esta población a futuro, “las condiciones y las políticas que se establezcan” serán fundamentales para el desarrollo de ellos, siendo coherentes que las personas mayores también demandarán servicios.

Precisamente, el riesgo de no invertir en adolescentes y jóvenes es tener generaciones poco educadas, con débiles capacidades para aportar a su crecimiento individual y al desarrollo social, que luego engrosarán el número de personas adultas mayores empobrecidas.

Es por ello que en el informe se plantean grandes interrogantes sobre las actuales políticas que se están estableciendo en el mundo, como también en Colombia, que serán base fundamental del crecimiento del país en manos de una población tan grande como los jóvenes.

“Ese es uno de los temas que plantea el informe. Hay que mirar la fotografía de hoy, pero hay que ver el video, hay que verlo en el tiempo, es decir, las ventajas y las oportunidades que va a haber en el futuro”, indicó Lara.

LOS RETOS FRENTE A LA POBLACIÓN JOVEN

El informe resalta que en esta etapa de la vida se debe poder transitar hacia la adultez de manera segura y exitosa, disfrutando plenamente de los derechos humanos, con amplias oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal, para enfrentar los retos actuales de un mundo cambiante y dinámico, para participar activamente en el destino de las comunidades y los países.

Es por ello que entre los principales retos, en donde Colombia no es la excepción, figura garantizar la salud sexual y reproductiva, de tal manera que los jóvenes tomen decisiones sobre sus vidas conscientes, lo que les permitirá evitar embarazos no deseados, prevenir la violencia de género y evitar infecciones de transmisión sexual.

Para Marta Lucía Rubio, asesora de juventud del Unfpa, uno de los llamados es a invertir en las adolescentes y niñas en temas de empoderamiento de acceso a servicios, “porque en definitiva sigue habiendo una brecha muy importante entre mujeres y hombres y este crea una mayor afectación de la pobreza”.

“El país ha avanzado en aspectos como el embarazo en adolescentes para tener en el centro de las políticas dirigidas a la población. Se debe trabajar en políticas como que las jóvenes, las adolescentes terminen la vida escolar. La calidad de la educación permitirá que salgan adelante”, resaltó la especialista.

Según las cifras reveladas por el informe, cerca de 200 adolescentes mueren cada día como consecuencia de un embarazo temprano y en últimas, como resultado de un pobre acceso al ejercicio de sus derechos. Más o menos 70 mil fallecen cada año en el mundo.

Para no ir muy lejos, en Colombia la tasa de fertilidad en adolescentes se ubica para 2012 en cerca de 68.537, que aunque es inferior a lo registrado años atrás, sigue siendo bastante alta para una población entre los 15 y 19 años de edad.

La inversión en las adolescentes es una de las más acertadas que puede efectuar un país. Al disponer de servicios de salud, educación y oportunidades, las adolescentes estarán en condiciones de contribuir plenamente en sus sociedades y ayudar a romper el círculo de la pobreza, según los expertos.

La educación y el empleo son otros factores determinantes dentro de la vida de los jóvenes, según resaltó el informe, y que también hacen parte de los retos que tienen los gobiernos para sacar adelante a esta población, según los exper tos consultados por Colprensa.

“Colombia ha avanzado, pero hay retos. A nivel global 9 de cada 10 jóvenes están en países en desarrollo y justamente son donde hay mayores obstáculos en cuatro aspectos: educación, salud, violencia y acceso al empleo. Esos cuatro elementos son los más importantes de trabajar”, resaltó Pablo Javier Lara.

Precisamente, la educación hace parte de esos pilares del actual gobierno, donde Colombia tendrá que adelantar políticas para mejorar los niveles de educación, especialmente superior. “Colombia ya cumplió metas en educación primaria, tiene dificultades en educación básica y media, pero hay unos retos importantes en educación superior”, resaltó el experto.

La situación general de los jóvenes en cuanto al sistema educativo y el mercado laboral se puede observar en la transición del mundo académico o de formación hacia el mundo laboral a medida que transcurre el ciclo vital. La proporción de jóvenes que sólo estudia disminuye drásticamente al aumentar la edad. De 65,4% (2,3 millones de personas) en el grupo de 14-17 años, baja a 19,3% en el grupo de 18-21 años y es sólo de 4,3% en el de 22-28 años.

Mirando el tema a nivel global, encontramos que cerca del 60 por ciento de los jóvenes en los países en desarrollo no tienen trabajo ni van a la escuela. En ese mismo sentido, 73,4 millones de jóvenes entre 15 y 24 años están desempleados, lo que corresponde al 36 por ciento del total de las personas desempleadas del mundo.

“Los temas de empleo son cruciales. Colombia debe poder generar empleo de calidad. Se estima que hay 120 millones de jóvenes que ingresan a la fuerza laboral en el mundo, por eso hay que anticiparse, porque cuando el Estado no tiene la capacidad surgen muchos problemas”, señaló Lara.

Otro de los temas es la violencia, donde Colombia tiene en sus espaldas la responsabilidad con los jóvenes víctimas del conflicto armado, que ascienden a cerca de 2’004.331 personas, donde el desplazamiento forzado es el que mayor cantidad representa con 1’832.900.

Así mismo, la violencia interpersonal, con 74.925 casos a jóvenes en 2013; los homicidios, con 6.162 en el mismo año; suicidios, con 627; y las lesiones en accidentes de tránsito, con 298 casos de conductores jóvenes en estado de embriaguez, también hacen parte de la violencia en esta población.

Lara señaló que es muy importante que el tema de jóvenes sea mirado de una manera transversal y se convierta en parte de las acciones estratégicas de todos los ministerios del país, de una forma coordinada para que se logren grandes cosas a futuro.

Precisamente, el informe resalta que es urgente que las necesidades y los derechos de adolescentes y jóvenes se ubiquen como prioridad en las agendas de desarrollo internacional y nacional a partir de 2015.

Sin embargo, hasta el momento, en la agenda en negociación los adolescentes y jóvenes no están suficientemente presentes, y es labor de todos los gobiernos, de la cooperación internacional y de la sociedad civil, abogar por que la juventud sea una prioridad para la inversión en las siguientes dos décadas.