La partida deja un vacío entre los tolimenses, pues, aunque Acosta Ortiz era de origen caldense, se había caracterizado por su dedicación al momento de forjar empresa.

Un poco de su vida

José Elías Acosta Ortiz siempre estuvo dedicado a esta rama del comercio, como lo hizo en Manzanares, Caldas, de donde tuvo que partir hacia Ibagué en septiembre de 1949, con toda su familia, a raíz del conflicto armado bipartidista surgido de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.

Nunca se detuvo en el propósito de comenzar de nuevo, por eso al llegar a la Capital Musical entre sus inversiones estuvieron la cigarrería Tropicana, en la calle 12 con carrera Tercera; dos locales en la calle 15 con carrera Cuarta; una bodega en la calle 14 con carrera Primera, y hace 40 años, Elías Acosta y Cía., que funciona en la carrera Segunda con calle 14.

De este último negocio, de los mayores distribuidores al mayor y al detal de esa rama de productos, se recuerda además que había sido comprada al entonces Banco del Comercio.

También, en 1976, adquirió con amigos una parte de la hacienda El Diamante, y luego toda, para fundar allí la hacienda La Guaira, con el Parque Nacional del Arroz, con el fin de reactivar el turismo ante el decaimiento en el negocio de los licores.

En cuanto a su familia, cabe decir que era el último sobreviviente de los cinco hermanos Acosta Ortiz: Neftalí, Luis, Pablo, Antonio, Eugenia y Carlota.

Se destacó en la restauración

Sus huellas en el campo de la restauración se ven en el edificio Urrutia, en la calle 10 con carrera Segunda, edificación de corte republicano que intervino en 1997 ante la necesidad de conservación debido a la gran cantidad de estudiantes.

Pero don Elías, además de restaurar esta y otras edificaciones en Ibagué, también comercializaba con ganado, casas y caballos, entre otros bienes.