Cuando en la mañana del pasado martes en La Habana los negociadores del Gobierno y las Farc volvieron a la mesa para dar inicio al ciclo 36, lo hicieron sabiendo que del mismo deberán salir nuevos puntos en concreto, todo con el fin de volver a entregarle al proceso parte de la credibilidad que perdió en algunos sectores en el país, luego de la muerte de los soldados en Cauca por parte de la guerrilla.

Sumado a ese hecho que fue el detonante reciente, la mesa también ya completó más de 11 meses sin que anuncie el cierre del acuerdo de un nuevo punto, el último fue en el tema del narcotráfico y que se anunció a mediado de mayo de 2014, unos pocos días antes de la elección presidencial cuando la mesa entró en receso.

El analista político Jhon Mario González, aseguró que el proceso requiere en primer lugar que el presidente Juan Manuel Santos, consiga una figura pública muy notoria que le ayude a liderar el proceso de paz y sus alcances, porque en su criterio el jefe del Estado es quien más de lleno lo viene haciendo.

En opinión del profesor de la Universidad Externado, Francisco Barbosa, se requiere que el Presidente de la República deje atrás el activismo político por la paz, gestione el conflicto y no el posconflicto, para centrarse en la negociación.

El académico indicó que en el caso de las Farc, estas deben entender que acciones como las ocurridas a mediados de abril pasado lo que hacen es minar la credibilidad del proceso y fomentan las posturas guerreristas y extremas en Colombia.

Sobre que se debe hacer en este momento en el proceso de paz, el senador de la U, Mauricio Lizcano, sostiene que debe darse y ojalá rápidamente, un paso más en lo alcanzado en el proceso, “debemos ir más allá de las quejas y los reclamos de Humberto de la Calle Lombana”.

El senador de la misma manera considera que el país debe entender que el problema en el proceso de paz lo hizo las Farc y no el presidente Juan Manuel Santos, “los que mataron a los soldados en el Cauca fueron las Farc no el Presidente”.

Lizcano además es claro en señalar que para el bienestar del proceso de paz “la mejor estrategia del Gobierno es no hacer un cese bilateral. Eso significaría hacer un gran Caguán en el país”.

Sin embargo, una opinión distinta la dio la dirigente política y exsenadora Piedad Córdoba, quien asegura que lo mejor que le podría pasar al proceso en este momento es que se de un cese al fuego de manera bilateral, “resulta muy difícil encontrar acuerdos para la Paz en medio de las balas”.

Frente amplio

La semana pasada el Frente Amplio por la Paz, un grupo de Ong’s y organizaciones sociales que le han hecho seguimiento al proceso de paz, pero en especial al cese unilateral de las Farc, indicaron que esa acción de la muerte de los soldados en Buenos Aires, Cauca, es la situación evidente que se rompió esa tregua, pero resaltaron que aún existe la intención de las Farc por no hacer enfrentamientos.

El paso del que habla el senador Lizcano sería el anuncio del Gobierno y las Farc de cómo entrará a ponerse en vigencia el desminado que se iniciaría en los departamentos de Antioquia y Meta, mecanismo que según el propio negociador de las Farc, alias Iván Márquez, se avanzó de manera importante al término del ciclo 35 por parte de la subcomisión encargada del tema.

Menores 

Un paso más que se esperaría diera las Farc es que pase del dicho al hecho su anuncio que no volverán a incluir en sus filas a menores de 17 años, pero en especial devolver a los jóvenes y niños que tiene aún militando, lo cual según han afirmado sería a un organismo como la ONU.

La expectativa estará centrada hasta el 8 de mayo, día en que terminará el ciclo 36, para saber si las partes encontraron la forma cómo volver a empezar a darle otra vez credibilidad al proceso de paz.