La Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), que dirige el científico Manuel Elkin Patarroyo, inició una nueva batalla jurídica para defender sus investigaciones científicas sobre la vacuna contra la malaria. 

Colprensa conoció que esta vez la Fidic interpuso un incidente de desacato contra la Corporación Autónoma Regional de la Amazonía (Corpoamazonia), por no dar cumplimiento efectivo a la sentencia del 12 de diciembre pasado, en la cual el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, le dio 30 días “para determinar si la Fidic ha cumplido con las condiciones impuestas para el otorgamiento del permiso” de captura de monos Aotus, que se utilizan en sus laboratorios de la Amazonía, y de paso levantó la sanción que existía sobre el particular. 

“Han pasado casi seis meses y aún no se nos ha permitido recibir los micos. Hace justo un mes, el 16 de abril pasado, recibimos una comunicación de Corpoamazonia en la que nos dicen que tenemos permiso para recibir cierto número de micos, pero nos advierten que la autoridad ambiental se pronunciará de fondo una vez se realicen las correspondientes consultas al Sinchi (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas) y al Ministerio del Medio Ambiente sobre viabilidad de otorgar permiso para seguir recibiendo monos”, le explicó Patarroyo a Colprensa. 

No obstante, el científico recordó que un estudio reciente del Sinchi, la Universidad Nacional y Minambiente, demostraron que los micos Aotus nancymae son todos colombianos y se encuentran en una proporción de 22 a 49 ejemplares por kilómetro cuadrado. 

“Ahora nos dice Corpoamazonia que primero tiene que hacer la contabilidad de los micos para saber si nos permiten trabajar con ellos o no. Seguimos parados sin poder avanzar en la investigación, mientras miles de personas siguen muriendo por cuenta de la malaria”, se quejó el director de la Fidic. 

En ese sentido, y para defender las investigaciones de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, Patarroyo afirmó que en la más reciente publicación de la revista científica Rhe Lancet, una de las más respetadas en el mundo científico, hay un artículo donde dice que “la vacuna de la multinacional Glaxo fracasó totalmente, los mismos científicos ingleses y autores del trabajo dicen que los resultados fueron decepcionantes y frustrantes. Pues ahora no queda sino nuestra alternativa para que pueda desarrollarse una vacuna contra la malaria, y mientras tanto aquí siguen boicoteando nuestro trabajo científico”. 

“Enemigos agazapados” 

Patarroyo dijo que los obstáculos que ha puesto Corpoamazonía es otra forma de torpedear su trabajo científico y el de la Fundación que dirige. 

“Antes nos decían que traficamos con micos del Perú y con estudios de ADN se demostró que son colombianos, ahora quieren saber qué cantidad de micos hay, cuando ya se hizo un estudio sobre el tema. Estas son otras trabas con nuevas características, pero Corpoamazonía no es exclusiva en poner esas trababas, hay alguien más arriba”. 

Sobre el tema, el científico dice que ha hablado personalmente con el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, quien le aseguró que se está trabajando en el tema. “Nosotros no estamos en contra de nadie, solo queremos que se nos permita trabajar, pero es que el tiempo va pasando y esto no se mueve”. 

Y concluyó: “Lo que veo es que ahí, dentro del Ministerio (de Ambiente) definitivamente hay gente que está obstaculizando nuestro trabajo, creo que es más dentro del Ministerio que dentro de Corpoamazonia. Por eso creo que vale la pena que salgan todos esos enemigos agazapados de la vacuna contra la malaria”. 

Colprensa intentó obtener una versión de William Mauricio Rengifo, director de Corpoamazonía, pero no fue posible ubicarlo en las sedes de la corporación en Caquetá y Putumayo.