Colombia sigue rezagada en garantizar los derechos a la salud de las mujeres

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
En 1987 se destinó un día de mayo para revisar cómo está el derecho a la salud de las mujeres en el mundo. Así Vamos en Salud hizo un balance para las colombianas en tres indicadores relacionados con los modos de vida de las mujeres de hoy.

El 28 de mayo se celebró el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, proclamado en la reunión de integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales Reproductivos, en Costa Rica, hace 28 años.

El objetivo es reafirmar el derecho a la salud, como un derecho humano al que todas las mujeres deben tener acceso. Así Vamos en Salud, el programa que hace seguimiento al sector, hizo un balance de este derecho en las mujeres colombianas. Para ello seleccionó tres indicadores relacionados con el género femenino y que tienen efecto en la salud pública: embarazo adolescente, cáncer de seno y útero y enfermedades cardiacas.

Hay avances, pero el país sigue rezagado en sus metas. Además, existen diferencias por departamentos.

Embarazo adolescente 

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) registra que en América, en los países en desarrollo, las complicaciones del embarazo y el parto son la causa principal de muerte en las mujeres entre los 15 y los 19 años. En Colombia, 65.89 mujeres gestantes mueren por cada 100.000 nacidos vivos, con lo cual Colombia no cumplirá el quinto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuya meta para 2015 es de 45 madres fallecidas por cada 100.000 nacidos vivos. Un requisito para ingresar al grupo de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

“Son innumerables las complicaciones que pueden ser prevenibles si se detectan tempranamente. Desde la primera consulta, y con base en los antecedentes familiares, se pueden implementar medidas para prevenir algunas complicaciones, como por ejemplo el parto pretérmino”, afirma Alejandro Castro, jefe del Departamento de Ginecología de la Clínica de la Mujer.

En Colombia, desde la implementación de la Ley 100 de 1993 se amplió la cobertura y el acceso de las maternas al control prenatal. De acuerdo con las cifras del DANE para el 2011, 90.6% de las mujeres se encontraban afilia das a seguridad social en salud. Este alto porcentaje en el cubrimiento ha permitido un mayor acceso de las mujeres a este control inicial, que permite prevenir problemas como trastornos hipertensivos, abortos prematuros o complicaciones en hemorragias, por nombrar algunos pocos.

Sin embargo, una parte de la población no se hace el control. Se trata de las adolescentes y las mujeres cuya intención no ha sido la de ser madres; la alternativa del aborto está demorando el control. En ese sentido, desde el Ministerio de Salud y Protección Social se han liderado campañas replicadas en los medios y las entidades de salud, con el objetivo de informar la importancia de esta primera cita. Profamilia Joven, por ejemplo, además de brindar información, orientación y educación en salud sexual y salud reproductiva, ofrece servicios médicos para esta población específica, entre ellos el de control prenatal.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2010), el embarazo en las menores de edad ha venido mostrando cambios alentadores, aunque no los suficientes. La tendencia al alza entre 2005 y 2010 se detuvo, e incluso bajó de 20.5 % a 19.5 %. “El punto da una cierta tranquilidad. Aunque si uno desmenuza el tema, el problema está en las adolescentes fuera del sistema educativo. Muchas viven en unión con hombres mayores y eso genera una presión a ser madres”, explica Juan Carlos Vargas, gerente de Investigaciones de Profamilia.

Ante las cifras, y con las variables identificadas, los ministerios de Salud y Educación, en conjunto, han lanzado campañas bajo dos frentes. El primero busca mantener a las adolescentes en el sistema educativo, lejos de ambientes nocivos donde son más vulnerables; y el segundo pretende ofrecerles servicios amigables que les den la tranquilidad para resolver dudas frente a los métodos de planificación, atender los diferentes controles e informarse sobre los derechos que tienen frente a la salud pública.

Con relación a los ODM, la meta del país para 2015 es la reducción del 15 % en adolescentes. Meta que no cumplirá.

Para el año 2012, las tasas más altas de fecundidad específica en niñas entre los 10 y 14 años de edad las presentaron los departamentos de Guainía, Caquetá, Arauca y Cesar, con tasas por encima de 5 nacidos vivos por 1.000 mujeres de 10 a 14 años; duplicando y triplicando incluso las tasas más bajas presentadas en Bogotá, Boyacá y San Andrés: con una tasa promedio de 1 nacido vivo por cada 1.000 mujeres de 10 a 14 años. Una mujer de Guainía, por ejemplo, entre los 10 y 14 años tiene casi cinco veces más posibilidades de quedar embarazada que una mujer de la misma edad de Bogotá.

En el año 2012 las mayores tasas de fecundidad específica para el grupo de mujeres entre los 15 y 19 años se presentaron en los departamentos de Caquetá, Casanare, Cesar, Arauca, Magdalena, Huila, Amazonas, Meta y Bolívar, con tasas de fertilidad específicas por encima de 90 nacidos vivos por 1.000 mujeres entre los 15 y 19 años. A su vez, las tasas de fertilidad más bajas se dieron en los departamentos de Quindío, Bogotá, Nariño, Chocó, Vichada y San Andrés y Providencia, con tasas por debajo de 60 nacidos vivos por 1.000 mujeres de 15 a 19 años.

Cáncer de mama y cérvix, perdiendo terreno

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), el de mama y el de cuello uterino son los principales tipos de cáncer en las mujeres colombianas. El primero es más frecuente. En Colombia cada año aparecen aproximadamente 7.000 nuevos casos de cáncer de seno y se prevé que para 2015 esta cifra aumente a 9.500, de acuerdo con la Liga Colombiana contra el Cáncer.

En Bogotá se ha ganado terreno, gracias a las constantes campañas del Distrito. La ENDS realizada en el 2011 mostró que el 71% de las mujeres entre 18 y 69 años de edad manifestaron haberse realizado el autoexamen de seno, por encima del 62% reportado a nivel nacional. A su vez, el 61% de las mujeres manifestó que le han hecho el examen clínico de seno, siendo este porcentaje mayor en mujeres entre 50 y 69 años, y entre estas, al 5% le han detectado un tumor.

Las recomendaciones del Instituto Nacional de Cancerología para la detección temprana incluyen la mamografía de chequeo, el autoexamen como una prueba que permite un mejor conocimiento de los senos por parte de la mujer y la posibilidad de consultar ante cambios en los mismos.

En cuanto a cáncer de cuello uterino, el segundo en prevalencia, se evidencia que prácticamente todos los casos por este cáncer están relacionados con la infección genital por el virus del papiloma.

Según las estimaciones de incidencia, se calculan cerca de 21.5 nuevos casos de cáncer de cuello uterino por cada 100.000 mujeres. La enfermedad pasó del primero al segundo lugar en Colombia, lo que es alentador, pero sigue siendo preocupante al tratarse de un tema prevenible.

La prevención de este tipo de cáncer se viene trabajando con el aumento en el cubrimiento de pruebas de citología, la vacuna del papiloma humano y la introducción de las pruebas para la detección a partir del ADN en el Plan Obligatorio de Salud (POS). Con esta prueba se detecta la infección por los tipos virales de alto riesgo, especialmente el 16 y el 18, responsables de casi el 70% de los cánceres de cuello uterino.

El Plan Decenal para el Control del Cáncer en Colombia 2012-2021 tiene entre sus objetivos “lograr y mantener coberturas útiles de vacunación (95%) contra el virus de papiloma humano”. Hoy en día, la vacuna se ofrece de manera gratuita en todo el país en las niñas escolarizadas desde cuarto año elemental hasta los 17 años.

El Atlas de Mortalidad por Cáncer en Colombia (2010), del Instituto Nacional de Cancerología señala que la región central es donde más se concentra la muerte por cáncer de seno, seguida de la región nororiental andina y algunos focos en la región Caribe. Los mayores riesgos de muerte coinciden con la ubicación de las capitales departamentales, específicamente en Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Medellín, Bogotá y Cali.

En cuanto a la mortalidad por cáncer de útero, los departamentos de Amazonas, Tolima, Caldas, Quindío y Cauca tienen las tasas más altas, por encima de 10 muertes por 100.000 mujeres, cuando el promedio nacional es de 8.46 muertes por 100.000 mujeres.

El Atlas indica que las áreas con mayores riesgos son las zonas aledañas a los ríos navegables, las áreas de frontera, el golfo de Urabá y la serranía del Baudó. Las regiones del centro de Antioquia, Boyacá y Santander mostraron un menor riesgo de muerte por cáncer de cuello de útero en relación con el promedio nacional.

El corazón, un tema de cuidado

El salto a la vida laboral y el cambio en el ámbito social ha llevado a las mujeres a padecer enfermedades cardiovasculares. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los que antes se consideraban problemas ‘masculinos’, hoy son la principal causa de muerte de las mujeres de edad avanzada en el mundo. Los síntomas que ellas presentan son diferentes a los de los hombres, lo que contribuye a que algunos casos femeninos de cardiopatía pasen inadvertidos. El tabaco está relacionado con cerca de un 10% de los casos de enfermedad cardiovascular en la mujer. 

El porcentaje de este padecimiento en los hombres colombianos era de un 70% y de 30% en las mujeres. Actualmente, la relación es de 51 en hombres y 49 en las mujeres, según señala Juan Carlos Santacruz, director ejecutivo de la Fundación Colombiana del Corazón, entidad que ante la alarma lidera desde hace seis años la campaña Corazones Responsables, que entre otros temas busca que las mujeres tomen conciencia de la importancia del cuidado desde sus primeros años. 

Generar buenos hábitos desde temprana edad es el centro de la campaña. “La mujer es el dinamizador de los hábitos hacia lo saludable, por ello promovemos una cultura del cuidado. Si la mujer tiene buenos hábitos, su familia y quienes la rodean también los tendrán”, asegura Santacruz.

El programa trabaja en tres frentes, el primero de ellos es la cultura del movimiento que busca erradicar el sedentarismo. El segundo, la cultura de aprender a comer, buscando que las mujeres no se dejen empujar hacia el hábito de comer menos. El director de la campaña explica que para la gente sana no existe una dieta. Se debe comer todo lo que hace parte de la oferta nutricional y de esta manera alcanzar el equilibrio alimenticio, que a su vez logre el peso ideal de cada quien. 

El tercero es la cultura de los espacios libres de tabaco, que no busca simplemente cumplir con la ley. “Se trata de conquistar espacios libres de humo para que todos disfruten de aire limpio, no busca satanizar al fumador”, aclara Santacruz. La estrategia de comunicación busca lograr espacios de reflexión y sensibilización a través de la pedagogía en torno a los espacios libres de humo y su normatividad. 

Según el Segundo Informe del Observatorio Nacional de Salud, 2013, de los principales eventos que hacen parte del grupo de enfermedad cardiovascular, la Cardiaca Isquémica (ECI), tanto en hombres como en mujeres, es la primera causa de muerte. En el primer análisis hecho por este observatorio, en el año 2010, la ECI fue la primera causa de muerte en la población general, con una tasa cruda de 64.6 por 100.000 habitantes. En las mujeres fue la primera causa de muerte (tasa cruda de 56.9 muertes por 100.000 habitantes) y en los hombres la segunda causa de muerte (tasa cruda de 72.5 muertes por 100.000 habitantes). 

El análisis por departamentos presentaba a la ECI como la primera causa de muerte en 25 departamentos y segunda causa en 7 (Arauca, Valle del Cauca, Guaviare, Cauca, La Guajira, Putumayo y Guainía).

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