Tumaco clama ayuda para sobrevivir

Se tiene prevista la llegada de 6147 tanques de recolección de agua lluvia, que servirán principalmente en zonas rurales.

Jairo del Castillo Cabezas es el representante del Consejo Comunitario del río El Rosario. Desde una modesta oficina en el casco urbano de Tumaco atiende a un centenar de personas que llegan desde las 15 comunidades que alberga su región.

Castillo Cabezas siente todos los días la impotencia por no ser escuchado en un espacio televisivo de por lo menos una hora, tiempo que sería necesario para hacer el resumen de las necesidades de su población.

Con voz enfática dice que todo parece ser manejado para que ellos no sean visibles: “No nos creen que estamos en una situación muy grave. Somos pescadores, agricultores y vivimos de lo que nos da el río Rosario. No solo es llegar con tanques para almacenar agua o motobombas para sacar el agua de una quebrada; se nos trastocó nuestro modo de vida, la subsistencia. Es como una persona de la ciudad que va al supermercado a comprar para alimentación, pues el río era nuestra tienda y ya no la tenemos”. El líder se queja constantemente, porque dice que los medios de comunicación no llegan a su comunidad, conformada por cerca de 10 mil habitantes.

Pescadores en problemas

Los trasmallos, las redes, las trampas para la pesca y las jaulas para la cría de especies están guardados. La gran mayoría de los pescadores artesanales esperan una oportunidad para que la petrolera estatal Ecopetrol los contrate y puedan conseguir para comprar comida enlatada, al menos los cinco mil pesos para comprar una bolsa con agua de cinco litros.

“Es absurdo. De la noche a la mañana empezó a bajar la mancha negra por la orilla del río Caunapí y nos quedamos sin nada. Solo pasaron unas horas y los peces flotaban muertos, la corriente los llevaba con dirección al Mira y de ahí al mar. Muchas aves murieron por consumir esos pescados”, cuenta Estanislao Cuero, un viejo pescador.

Para los moradores de las riberas de los ríos Caunapí y El Rosario, no es nuevo ver manchas negras en el agua. Hace 15 años unos trabajadores dejaron derramar suficiente petróleo como para que llegara hasta el mar, “ese también fue un desastre ecológico, pero nadie le puso cuidado. El Gobierno no llegó con ayudas ni los medios de comunicación hicieron bulla.

Por el invierno, la fuerte corriente de los ríos se encargó de llevar la evidencia, pero también sufrimos. Sin embargo, antes había más alimento y otras quebradas donde se pescaba. Ahora todo está seco y la contaminación también llega del aire, por las fumigaciones con glifosato”, sigue quejándose Jairo del Castillo.

No se tiene un estimado de las veces que ha sido volado el oleoducto Trasandino en este sector. Lo único claro es que el 90 % de los territorios subsisten de la pesca, de ‘conchar’, escarbar para sacar la piangua y los camarones.

Además de la pesca, se calcula que solo en el Consejo del río Rosario, que comprende unas 15 mil hectáreas, hay sembradas cerca de cinco mil de cacao y hay unas dos o tres mil de coco.

“Si hay una verdadera solución, sería la de garantizar la comercialización y el cuidado de nuestros cultivos. No necesitamos que nos den dinero sino inversión en proyectos e investigación para que podamos sobrevivir dignamente”, finalizó Del Castillo.

Retaliación

Este fin de semana se conocerán los resultados de las pruebas fitosanitarias del agua que realizan técnicos de Acuaseo y Ecopetrol. Si las condiciones se dan, posiblemente ‘La perla del Pacífico’ podrá contar con el líquido que llega desde la planta de Buchelli.

Con gran expectativa son esperados esos análisis que realizan técnicos de la empresa Acuaseo, encargada del suministro del líquido en Tumaco y de la nacional Ecopetrol, quienes en un laboratorio instalado en una barcaza tomaron muestras del agua en la bocatoma de donde se surte agua para la planta de tratamiento.

Todos los organismos de socorro y gubernamentales que se reúnen a diario en la Sala de Crisis esperan que el resultado sea positivo.

Gustavo Martínez, director de la oficina de Gestión del Riesgo de Nariño, expresó que son varias entidades las que están comprometidas con este problema: “Al siguiente día de presentarse la emergencia, estábamos atentos a la problemática.

No solo el personal del gobierno local, sino del nacional, que con los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente, Salud y el viceministerio de Aguas, entre otra entidades, tratamos de que los moradores de Tumaco no sufran las consecuencia por cuenta de este hecho”.

Se estima que aproximadamente 36 mil 800 familias de manera directa en el sector urbano y rural están afectadas por la falta de agua y la contaminación de los ríos Mira, El Rosario y Caunapí.

Tres buques de la Armada Nacional, 40 carrotanques que recogen el agua desde la población de Esmeraldas, en el Ecuador, y dos pozos alternos en la sede de la Universidad Nacional y en Tagareal son los encargados de distribuir diariamente 600 mil litros de agua potable a por lo menos 120 mil moradores.

Sin embargo, se calcula que el promedio de consumo diario en condiciones normales en Tumaco podía estar alrededor de un millón 500 mil litros de agua; por lo tanto hay zonas en esta ciudad donde escasea el líquido, por la falta de distribución a tiempo.

Se hace la perforación de un pozo en el sector de Gualtal que supliría la necesidad para la zona rural, “con la declaración de emergencia sanitaria es más fácil canalizar recursos para agilizar la búsqueda de agua en pozos profundos.

Se tiene prevista la aprobación, por parte de Corponariño, pero se hará uso de un permiso vigente”, dijo el director de Gestión del Riesgo.

Todos los días, en la llamada Sala de Crisis, se reúnen funcionarios de entidades como Acuaseo, el Instituto Departamental de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, Aguas y la Secretaría de Gestión del Riesgo de Nariño, para analizar lo que pasa en el puerto.

¿Qué le quedará a Tumaco luego de la crisis?

A pesar de la gravedad de la crisis por el agua, varios expresan que esta servirá para que a Tumaco se le mejore a futuro el suministro del líquido, por ejemplo con la optimización de pozos profundos para usarlos en casos de emergencia.

Además se tiene p revista la llegada de 6.147 tanques de recolección de agua lluvia, que servirán principalmente en zonas rurales. También motobombas y se proyecta la construcción de plantas potabilizadoras.

El total de los barrios afectados por la falta de agua asciende a 14 y a 259 las veredas. Pero no se tiene un consolidado de los pescadores artesanales afectados, quienes están distribuidos principalmente en los Consejos Comunitarios, Unión de Caunapí, Rio Rosario, Pueblo Nuevo, Bajo Mira y Frontera y en los resguardos indígenas de Chinguilito Mira, Palangala, La Brava, La Peña, El Cedro, Santa Rosa, Feliciana y Aguas Turbias.

El Ministerio de Agricultura aprobó recursos por el orden de 38 mil millones de pesos para proyectos de los sectores pesqueros, agrícolas y pecuarios. Y posiblemente sea utilizada más mano de obra de los sectores afectados por la contaminación en los trabajos de recuperación de las cuencas hídricas.

También la oficina de la Unidad Nacional de Víctimas y la Unidad de Consolidación Territorial hacen presencia para iniciar proyectos en beneficio de la gente. “El 9 de julio tendremos una reunión para tratar temas de suma importancia, en especial en generación de mano de obra y ayuda directa a pescadores artesanales y agricultores, entre otras personas. La idea es hacer acompañamiento hasta que todo vuelva a la normalidad”, dijo el gobernador de Nariño, Raúl Delgado Guerrero.

Credito
EL NUEVO DÍA

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