El presidente César Gaviria creó la ‘Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo’ con el objetivo de proyectar y orientar la definición de las políticas públicas en dichas materias para los siguientes 25 años. El informe ‘Colombia, al filo de la oportunidad’, publicado en julio de 1994, concentró retos y metas como una expedición científica nacional, que nunca inició, o tener ocho mil doctores para 2004, lo que tampoco se logró; o destinar el 2 % del PIB para la inversión en ciencia y tecnología.

La próxima semana se lanzará en la Procuraduría General el informe de balance de los 20 años de esa publicación, que hicieron el Instituto de Estudios del Ministerio Público y la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia. El documento, conocido por Colprensa, consigna en 223 páginas, en qué se avanzó, en qué no y por qué, y expone recomendaciones con miras al 2034.

Ciencia y tecnología

Aunque la decisión de impulsar la ciencia y la tecnología tuvo impulso inicial, documentos Conpes e iniciativas legales, el balance 20 años después es que la situación “sigue siendo precaria”.

Entre los factores para ello estuvo que “la coyuntura ligada al proceso 8.000 impidió que muchos de los buenos propósitos se llevaran a cabo”, aunque se registraron nueve desarrollos legislativos en el gobierno de Ernesto Samper, que incrementaron los recursos de Colciencias y del Sena, entre otros asuntos. Luego hubo un ‘bajón’ significativo durante el gobierno de Andrés Pastrana, cuando el presupuesto de Colciencias pasó de 70 millones a 20 millones de dólares.

De acuerdo con la Misión, los Planes de Desarrollo de los dos gobiernos de Álvaro Uribe tampoco fijaron metas cuantitativas de inversión. En cambio, un avance se pudo ver en el primer gobierno de Juan Manuel Santos, con la ‘locomotora de la innovación’, que introdujo cambios positivos, como la modificación de la destinación de las regalías para que el 10 por ciento se use en ese campo.

El balance general es que Colciencias se ha visto debilitado, pues se ha vuelto un “fortín político”; que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología poco ha sesionado; que no se ha creado una oficina asesora del Congreso para estos campos y que se necesita dos por ciento del PIB para inversión, tal y como se proyectó.

“Nos olvidamos de que la verdadera innovación surge de la investigación y que la solución a nuestros problemas climáticos, de salud, o el aprovechamiento de la biodiversidad requiere de investigación básica de frontera”, dice el informe.

Esto se agrava, pues la meta de llegar a 8000 en 2004 no se cumplió y en materia de becas un programa lanzado por Colciencias en 2009, para formar 500 doctores al año, tuvo como inconveniente que la financiación recayó toda en esa entidad, representando 65 por ciento del prepuesto total, afectando así la financiación de proyectos de investigación.

También se indicó que el programa para que los ‘cerebros fugados’ regresaran al país tiene errores en el diseño “al pretender que las entidades involucradas hagan inversiones cuantiosas con recursos propios, para lo cual el país aún no está preparado”.

En ese sentido, dice la Misión que “la formación de investigadores al más alto nivel estuvo estancada durante muchos años, teniendo muy baja prioridad en las preocupaciones del Gobierno”.

Aun así se han incrementado los grupos de investigación de manera significativa, pues hay 5511 reconocidos y 13 mil 727 registrados en Colciencias, lo que contrasta con los 400 existentes en 1994. Ahora bien, requiere de apoyos de redes de investigación globales, para lo cual la Misión aclara que se debe hacer una política de Estado de colaboración internacional en ciencia y tecnología, con inserción de universidades y de centros de estudio.

También fue positivo el balance de la financiación privada para la inversión y la política de propiedad intelectual que ha permitido dar 5184 patentes de invención por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), entre 2003 y 2012, en biotecnología; ingenieras eléctrica, mecánica y química; en química farmacéutica y química pura.

En cuanto a biodiversidad, es preocupante, dice el informe, la falta de una política de Estado definida que mantenga el nivel de financiación que se requiere. Por solo hablar de un aspecto, no todo el país tiene agua potable y, a pesar de diagnósticos, no hay un sistema de información sobre las estrategias y técnicas de gestión del agua y sobre las tecnologías más adecuadas para acueductos rurales. Lo mismo pasa, dice la Misión, con los recursos forestales y el manejo de agrosistemas frágiles.

Educación

Si hace 20 años la situación era preocupante, ahora lo es más, con solo mirar el noticiero. Dice el informe: “Jóvenes de 15 años que no saben marcar los formularios de los problemas de matemáticas de las pruebas Pisa o el millón de jóvenes de 18 años que no supieron marcar los tarjetones al Congreso. No solo sigue siendo necesario un cambio profundo en la educación como proceso social muy amplio, sino que cada vez es más urgente y apremiante”.

Todo comienza, señala el reporte, por temas como que se aprobó la Ley 30 de 1992 sin que se hubiera hecho diagnóstico sobre la educación superior y los afanes que esta tenía. Esa imprevisión y ligereza se ve en otros lados, por ejemplo que en el Metro de Bogotá sí se haga millonarios estudios, pero “para agregar o recortar miles de millones anuales en la educación no hay investigaciones ni estudios de viabilidad”.

La propuesta es conservar la legislación actual y abrir un diálogo social para trazar una nueva carta de navegación que oriente futuros proyectos de ley, decretos y presupuestos del 2015 en adelante. En este diálogo entraría una ley que asegure que la educación es un derecho fundamental, al menos hasta los 18 años y que se dé autonomía a las instituciones educativas y libertad de cátedra.

También hace falta desarrollar el espíritu científico y promover una popularización del saber que genere procesos de innovación, así como su evaluación crítica y la formulación de líneas estratégicas de desarrollo de tecnología que respondan a las necesidades del país.

Un aspecto clave es regionalizar la ciencia y de la tecnología, pues en 1994 se propuso que hubiera Institutos de Innovación Regional .Innovar- en ciudades de al menos cien mil habitantes, dedicados al conocimiento de tareas propias de cada región. Solo se logró en el Tolima.

Lo pertinente para 2034

 Recomendaciones en ciencia, tecnología e innovación

- Crear en cada departamento una secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación que se encargue de la política a nivel regional y crear consejos departamentales que tengan un papel activo en la evaluación de los proyectos de regalías, antes de ser enviados a Colciencias.

- Reformar la Ley 1530 de 2012 sobre regalías para este campo, que represente el 0.13 % del PIB. Allí se debe crear un mecanismo de concertación entre las regiones y el Gobierno nacional entre otros y apoyar la investigación sobre temas críticos.

- Crear una política industrial y agrícola que integre actividades con mayor contenido científico y tecnológico para promover verdaderas innovaciones.

- Crear mecanismos de incentivo al registro de propiedad industrial para empresas colombianas y consolidar incubadoras de empresas de base tecnológica.

- Sobre Colciencias se recomienda poner en marcha la faculta que permite coordinar presupuestos de ciencia y tecnología de las entidades gubernamentales, presentar propuestas Conpes acerca de los recursos que las entidades descentralizadas deben destinar a la ciencia en cada vigencia fiscal y permitir que la comunidad científica pueda enviar candidatos al cargo de director.

- Incrementar progresivamente el presupuesto del sector hasta llegar al 0,5 del PIB, establecer que los recursos de becas de doctorado y maestría estén en cabeza del Icetex o de Colfuturo y no de Colciencias, fortalecer su presupuesto y dar incentivos y estímulos para la investigación y la propiedad intelectual.

- Aprovechar recursos de regalías para la investigación en biodiversidad y recuperar el conocimiento ancestral de las comunidades indígenas frente al maneo del medio ambiente. 

Recomendaciones en educación

- Fortalecer el desarrollo de la autonomía curricular y de proyectos educativos en educación básica y media que fortalezcan la respuesta del entorno inmediato, así como los retos de la educación actual, integrando educación superior y espacios de investigación.

- Promover estrategias para permanecer en el sistema educativo, ofreciendo alternativas de calidad para distintos perfiles.

- Estimular la formación académica y la apropiación del conocimiento mediante procesos basados en pedagogías críticas.

- Dignificar la profesión docente. Para esto se debe fortalecer la formación de los maestros, promover la participación docente en el desarrollo estaciona y la contratación de tiempo completo, así como asegurar la permanencia, el escalafón y la remuneración.

- Promover alianzas público privadas, ajustar programas de incorporación de tecnologías, trabajar en el diseño de la educación de infancia, generar puentes con la familia y garantizar acceso a material didáctico.

- Desarrollar el espíritu científico, crear en cada departamento un centro Innovar, integrar la educación a la vida social, al igual que promover la formación en artes y deporte.