Más emotiva no pudo ser la celebración vivida ayer en la Universidad de Ibagué en virtud de sus primeros 35 años de vida académica, al evocar con distintas personalidades, en diversos momentos, los recuerdos y las expectativas de esta institución.

Y es una trayectoria que no solo se enfocó en el regocijo tras el aniversario actual, sino que también se encaminó al alcance de una nueva etapa: los primeros 50 años, tiempo para el que se avizora una alma máter con más expansión hacia la región.

Orden del día

La capacidad de conciliar la sabiduría universal humana con el compromiso del desarrollo regional fue la premisa del acto litúrgico en el coliseo de la Universidad: así, con la bendición de monseñor Flavio Calle Zapata, arzobispo de Ibagué, comenzaba esta especial conmemoración.

Acto seguido, tuvo lugar el conversatorio ‘Exrectores de la Universidad’, liderado por quienes han dirigido la institución, para recordar el trasegar de la misma: en él, compartieron Carmen Inés Cruz, Camilo Polanco, Luis Eduardo Quintero y Leonidas López, con el rector actual, Alfonso Reyes Alvarado.

“Siempre fue una aspiración de los fundadores que el Departamento tuviera una universidad a imagen y semejanza de las que han logrado apoyar a otras regiones para su desarrollo”, destacó López Herrán, ahora rector de la corporación Uniminuto.

También aseguró que la Universidad de Ibagué “tiene todas las condiciones, unos orígenes y pilares excelentes, su docencia, sus programas acreditados y su impacto regional. Esta es de las universidades que pueden ser modelo en el país”.

A su turno, la exrectora y exalcaldesa de Ibagué Carmen Inés Cruz Betancourt fue firme en indicar que en lo que sigue del camino “la Universidad debe continuar en la lucha contra la corrupción y la inequidad social que tanto nos ha afectado”.

Incluso recordó la fortaleza que tuvo la institución durante su rectoría (1986 - 1995), a la que llegó meses después de la avalancha que sepultó Armero, y en la que la entidad tuvo entre sus acciones aprovechar los recursos del fondo Resurgir para lograr la recuperación del tejido social.

“Aquí a Ibagué habían venido muchos desplazados y se trabajó en la restauración del tejido social para que ellos pudieran asumir emprendimiento”, agregó.

Entre tanto, el exrector Camilo Polanco invitó a las directivas de la Universidad a trabajar con más ahínco en temas de cobertura, pues la expectativa ahora se fijó para los 50 años, un lapso en el que se debe incrementar la cobertura en el Tolima.

“La tarea ahora es que podamos llegar a nuestras Bodas de Oro con la mayor cobertura en el Departamento”, destacó.

Más específico fue Luis Eduardo Quintero, quien se sumó a este propósito indicando que otra tarea hacia la meta 2028 es que a partir de las acciones lideradas por la Universidad “la sociedad se haya podido librar de la corrupción”.

Por último, estuvo el mensaje de superación y trabajo en equipo del rector Alfonso Reyes Alvarado, al recordar que en 2010, seis meses después de haber llegado a asumir su cargo, afrontó la recuperación del espacio físico de la alma máter, luego de que un fuerte vendaval hiciera estragos en la misma.

“Ese día sentí en la Universidad tan alto sentido de pertenencia”, expuso, por ello se mostró complacido y a la expectativa de ver en los próximos años una institución que trabaje “más en red, aprovechando los nodos que tiene en el Departamento, y donde los bordes entre sus disciplinas vayan desapareciendo”.

De esta manera finalizó el conversatorio, para dar paso a las condecoraciones y menciones especiales, otorgadas por 10 instituciones de la ciudad y el Departamento.