Hace 50 años Tolima vio coronar a su primera y única Señorita Colombia: Edna Margarita Rudd Lucena.

Los recuerdos de ese día, 21 de noviembre de 1965 y los 12 meses que tuvo sobre su cabeza la apreciada corona, permanecen intactos en la mente de nuestra beldad, considerada por muchos como una de las mejores reinas de todos los tiempos.

Las imágenes pasan como una película, de la que repite una y otra vez sus momentos más memorables, entre ellos, cuando el maestro de ceremonia se acerca para darle su mano y entregarle el micrófono, confirmando así lo que había escuchado, pero que no creía: que era la mujer más bella de Colombia y la digna representante del país a Miss Universo.

“Yo dije: ‘Creo que oí como mal y si me levanto, mi papá me mata”, relata.

Su escepticismo fue el reflejo de lo que meses atrás le había expresado su padre, quien era el Presidente de la Asociación de Arroceros y Molineros del país: “Usted no tiene ningún chance de ganar por lo que no admitiré que una hija mía vaya a dar espectáculo en el momento en que no la nombren Señorita Colombia”.

Para su fortuna y la de todo el territorio Vinotinto y Oro, su padre se equivocó, a tal punto que no solo fue coronada sin que ninguno de los asistentes de esa noche al Teatro Cartagena hiciera un gesto de desaprobación, sino que al concluirse su año de reinado, el público presente en su despedida se puso de pie y mientras ondeaba pañuelos blancos pedía a gritos “¡reelección!”.

Ese emotivo momento es la huella más imborrable para Edna Margarita de que llevó con honores el título. Valieron sus sacrificios y largas jornadas de viaje, pues como soberana de la belleza, con tan solo 18 años, recorrió todo el país, adelantando obras sociales, a la vez que logró hacer una memorable representación en el certamen universal, desarrollado en Miami, donde quedó séptima en el grupo de 68 candidatas, y en 1966 se coronó reina en Miss Caribe.

¡Qué orgullo!

Para esta armerita, que puso en lo más alto el nombre de Ibagué y la Ciudad Blanca, ostentar el rótulo de la única Señorita Colombia que ha tenido por cinco décadas es un motivo de orgullo, que espera poder compartir con otra coterránea.

Sin ser amante de reinados y de hecho antes de su designación para representar a Ibagué en el certamen nacional jamás se había imaginado ser reina, tras su coronación ha seguido el Concurso haciendo fuerza para que la corona regrese a su casa.

La conmemoración de tan magno día se cumplirá en la Capital Musical, bajo el calor de un grupo de amigos que han querido exaltarla por este logro.

En la víspera de las bodas de oro de su coronación, los recuerdos se apoderan de su ser, tanto que cuenta a EL NUEVO DÍA que es tan fuerte la emoción que parece retroceder en el tiempo, y escuchar de nuevo las continuas llamadas de los alcaldes de Armero e Ibagué, y de Rafael Caicedo, gobernador del Tolima, quienes le narraban la fiesta y baile en que se había convertido la ciudad, “que en el parque Murillo Toro había orquestas celebrando” y no era para menos, su triunfo fue y sigue siendo histórico.

Días después de su proclamación pudo ser testigo de la alegría y el regocijo que se vivía en la ciudad, que le brindó un recibimiento apoteósico.

Edna Margarita o, mejor, la Señorita Colombia 1965 fue recibida con una multitudinaria caravana que empezaba en Buenos Aires y se extendía hasta el Palacio Departamental. Los aplausos y las ovaciones eran dignos de una reina.

La soberana se presentó radiante ante la multitud, luciendo el traje azul con que fue coronada el 21 de noviembre y no el 11, como era acostumbrado, en razón a que se había quemado el mercado de Cartagena, obligando a posponer la velada de elección y coronación.

Tras su arribo al centro de la ciudad se registró el saludo oficial a la comunidad que por horas la esperaba en los alrededores de la Gobernación del Tolima, y con ello el desarrollo de una extensa agenda de reconocimiento en Ibagué y en Armero, población que la había visto nacer el 21 de febrero de 1947, en el hogar del cubano René Raúl Rudd y Rita Lucena.

Hoy, 50 años después de ese glorioso día para toda la región, Edna Margarita continúa siendo esa mujer de mirada cautivadora, dulce voz, bello rostro y elegancia que a la vez de conquistar al jurado en el Concurso Nacional de Belleza, enamoró a todo un país.