La primera semana completa del general Jorge Hernando Nieto Rojas como director de la Policía Nacional la cerró ayer con noticias agridulces: entre el júbilo de sus hombres por la captura del alias ‘Puntilla’, considerado “objetivo de alto valor” entre las bandas de narcotraficantes, y el dolor por el ataque en Casanare que dejó tres uniformados muertos.

Se trata del mismo escenario de luces y sombras en que se mueve hace meses la Policía Nacional, por el que el propio presidente de la República, Juan Manuel Santos, ha dicho que la principal tarea que tiene Nieto Rojas es “recuperar la unidad, el buen nombre, la respetabilidad y la confianza de la Policía ante los ojos de la ciudadanía”.

En diálogo con Colprensa, el nuevo director de la Policía habló de cómo piensa cumplir esa tarea, combatir la corrupción interna y seguir avanzando en la lucha contra todas las manifestaciones del crimen organizado y contra los delitos que más afectan al ciudadano.

- ¿Cómo es esta nueva estrategia para el posconflicto que, dice el Gobierno, se comienza a materializar con la captura de Óscar Pachón, alias ‘Puntilla’?

Hay una estrategia que ha definido el Gobierno nacional contra el crimen organizado, que vamos a materializar a través de un bloque de búsqueda contra las estructuras altas y con un plan para bajar en el crimen organizado hasta otras estructuras, llegando al nivel local.

Eso implica que golpearemos de manera estratégica a objetivos de alto y mediano valor y a aquellas que afectan al ciudadano común en las diferentes ciudades, con delitos como el hurto y la extorsión.

- ¿Qué beneficios le traerá esta nueva estrategia al ciudadano del común de las concentraciones urbanas?

Que vamos a salir de un remolino, porque a veces capturamos y vuelven a delinquir. Aquí lo que estamos es llegando a toda la cadena criminal, para dar un impacto estratégico. Pretendemos generar, a través de procesos de investigación y de un conocimiento del fenómeno, un trabajo completo contra las bandas criminales.

Eso nos dará un fortalecimiento desde el punto de vista judicial, pues se podrán imputar delitos que generen mayores penas y sanciones, con más certeza en la recolección de pruebas, para colocarlas a disposición de los jueces de la República.

- Una preocupación de la gente es que con la firma de la paz con las Farc, y eventualmente con el ELN, haya un reciclaje de las bases de estas guerrillas que termine afectando la seguridad, ¿eso se controla con la misma estrategia?

Desde luego. La estrategia va encaminada en ese sentido, con un análisis de todos los fenómenos y de cómo muta el crimen en nuestro país. Ese análisis nos permite tener foco y priorización en fenómenos y en lugares con mayor incidencia criminal. Aquí es muy importante un enfoque regional, porque la criminalidad es muy diferente en Bogotá que en Cali, Medellín o Barranquilla. Si tenemos un análisis profundo sustentado en diferentes herramientas, vamos a ser más efectivos.

- Hablando de regiones, le pregunto sobre una zona en la que usted fue comandante (Cauca, Nariño y Valle). Allí preocupa que los guerrilleros de los frentes 29 y 30 de las Farc, que tienen poder sobre el narcotráfico, vayan a seguir delinquiendo. ¿Qué piensa de esa zona del país?

Precisamente el trabajo que venimos haciendo es a partir de análisis integrales de seguridad y convivencia ciudadana, lo que nos permite determinar cuál es el fenómeno en los diferentes lugares y nos da elementos para salir al paso a todos lo que se nos pueden presentar.

Eso es lo que estamos haciendo localmente. Cada departamento de Policía en cada ciudad tiene un análisis de contexto de la seguridad muy detallado, que nos permite determinar cuáles son los focos, las prioridades y las organizaciones delictivas. Este año llevamos más de 2000 organizaciones ya detectadas, las cuales vamos a combatir con todo el trabajo que llevamos haciendo.

- ¿Cuáles son esas particularidades que hay en las regiones, que ya han detectado y están combatiendo?

En Medellín hay estructuras de crimen organizado en diferentes barrios que controlan el delito; en Cali hay una organización distinta, con base en las llamadas ‘oficinas de cobro’; en Barranquilla hay confrontaciones entre estructuras delictivas por el control del tráfico local de estupefacientes. Hay otras regiones que tienen como foco de criminalidad la extorsión y en otros sitios están más afectados los ciudadanos por el hurto de celulares y otros hurtos callejeros. Ese análisis regional es el que nos permite utilizar nuestras capacidades con mayor efectividad.

- ¿Se le da prioridad presupuestal o en número de hombres a las ciudades que tienen los índices más altos de delitos, por ejemplo Cali, que hoy ‘lidera’ ese índice?

Lo que hacemos es que todas las capacidades institucionales se articulan dependiendo el fenómeno. Hay lugares donde hay que enfocarse con equipos especiales del Gaula, otros donde hay que focalizar con la Policía Fiscal y Aduanera, pero la esencia es articular capacidades. Una parte importante es el compromiso de los mandatarios locales, que nos permite fortalecer ese esfuerzo y articularlo.

El trabajo de los análisis integrales de seguridad y convivencia nos genera una matriz de prioridades, que no es solo atacar estructuras delictivas, sino también permite ver qué otros aspectos desde el punto de vista situacional y social tienen que incorporarse para generar una inflexión en el delito.

- ¿Cómo ha encontrado ese compromiso de los alcaldes y gobernadores que han comenzado sus mandatos?

Muy receptivos y colaboradores. Vamos a seguir fortaleciendo esa relación y a acompañar a los mandatarios locales. Hay una propuesta que hemos hecho de construir el Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana, para generar con ellos los insumos que son determinantes para contrarrestar el delito.

LA SEGURIDAD CIUDADANA

- A pesar de los esfuerzos hechos en materia de seguridad ciudadana, aún la percepción del ciudadano al salir a la calle es de miedo. ¿Qué pueden hacer ciudadanos y Policía para que se noten resultados en la lucha contra esos delitos comunes?

La participación activa de la comunidad es muy importante. Nuestro lineamiento es un policía más cercano al ciudadano, con diferentes mecanismos, como el modelo nacional de vigilancia por cuadrantes. Somos conscientes de la percepción que se genera a partir de los miedos que se sienten en la calle, eso lo estamos reduciendo con acciones de impacto que generan credibilidad y confianza en la Policía, pero también es importante que el ciudadano se comprometa, que sea solidario, que informe y denuncie. Desde la casa debemos comprometernos a generar una cultura ciudadana, a respetar las normas y a ser solidarios en la convivencia.

- ¿Esa relación con el ciudadano, siente usted que está rota, debido a los escándalos que han surgido en la Policía recientemente?

No, la Policía Nacional es un patrimonio de todos los colombianos. Desde luego hay dificultades, pero cuando uno ve lo que hacen los policías todos los días, que acompañan al ciudadano y a los campesinos, uno se da cuenta de que hay una relación cercana con la comunidad. Si uno analiza, lo positivo de esta institución está en más del 98% de sus integrantes; hay unas cuestiones que efectivamente generan una percepción diferente, pero hay un compromiso permanente.

- Con esa cifra usted dice que los casos de corrupción son aislados, pero parecen tantos que se ha generado una verdadera desconfianza del ciudadano hacia la institución. ¿Cómo hará para que el ciudadano del común vuelva a creer en el patrullero que ve a diario?

Hay una política de transparencia, a nosotros es a los que más nos duele un policía que afecte la integridad de la institución. Hemos generado un plan que contempla varios aspectos: prevención, control e investigación y no dudaremos ni escatimaremos esfuerzos, seremos contundentes en los aspectos que afecten la integridad de la Policía. Vamos a trabajar en el ser humano, para que sea íntegro, disciplinado e innovador y que sea un policía efectivo contra todas las modalidades delictivas.

- Cuando se pregunta por los casos de corrupción en la Policía, se dice que han sido respuestas contra el Plan Transparencia, sin embargo, ¿no creé que hay razones más de fondo para que haya hechos tan graves como el de los catorce policías que apoyaban una banda de microtráfico en Bogotá?

Nuestra política de transparencia tiene inmersa toda la cadena del ser humano, desde la incorporación, para tener un policía más íntegro. Tenemos dificultades, es verdad, porque alrededor hay delito pululando y hay manzanas podridas, pero ante esas manzanas podridas seremos inflexibles, por eso es que no escondemos nada y, precisamente, con decisión salimos a reconocer los errores ante los colombianos.

- La Policía puede ser de las instituciones más queridas por los colombianos, pero también hemos tenido momentos angustiosos con ella, cómo antes de la llegada del comandante Rosso José Serrano (1994). A muchos nos preocupa que se pueda llegar a la descomposición interna de esa época…

Aquí hay una gran oportunidad y eso es lo que estamos haciendo, podemos enfrentar estas tempestades que llegan y salir airosos; ese es el compromiso, unido con todo el cuerpo de generales y con unos lineamientos muy claros: queremos unión y grandeza para seguir construyendo la paz de todos los colombianos.

- De los recientes problemas de la Policía se dice que ocurrieron por una división interna, con dos bandos alrededor de la cúpula. ¿Qué sabe usted de eso?

En ese sentido lo que puedo decir es que el cuerpo de generales está unido y estamos generando todos los mecanismos para que siga así; de hecho, dispuse que cada dos meses nos reunamos para generar sinergia y evitar todos esos comentarios que afectan a la institución y al país.

- ¿Ya se reunió con la comisión civil independiente que nombró el presidente para revisar la situación interna de la Policía? Ahora que hubo cambio en la dirección, ¿qué tipo de trabajo hará esa comisión?

Desde luego, el presidente de la República dispuso que de manera articulada revisáramos todos los temas de preocupación, y en ese sentido se le entregó a la comisión el primer balance de la cumbre de generales.

- En el caso de las Fuerzas Militares, los comandantes organizan un cambio pensando en el posconflicto, incluso con un plan hasta el 2030, ¿en la Policía qué cambios deben operar para esa etapa?

Tenemos un nuevo modelo de Policía para el posconflicto, que tiene un componente focalizado hacía la seguridad rural y una línea muy importante de coordinación internacional, que nos permita ser más efectivos. Esta es una Policía que se ha venido construyendo, que tiene unos grandes intangibles, como su direccionamiento estratégico, estamos preparados para las transformaciones sociales del país.

- Otro asunto en discusión es si la Policía debe salir del Ministerio de Defensa y pasar al del Interior, ¿qué opina de ese posibilidad?

Es un debate que más adelante se tendrá que dar, estaremos abiertos a ese debate, pero en este momento lo que nos interesa es seguir construyendo nuestro país de la manera como está la Policía y seguir combatiendo la criminalidad desde ahí.

- El año pasado conocimos el vídeo del patrullero Rubén Darío Rozo Giraldo en que hace denuncias sobre desigualdad laboral, ¿hay desmotivación en los patrulleros?

Siempre hay preocupaciones y expectativas, somos conscientes y desde luego que las entendemos. Haremos todo el esfuerzo para seguir trabajando por nuestros hombres, todo lo que esté a nuestro alcance lo vamos a hacer para mejorar las condiciones de nuestros policías, ya que si ellos están bien, el servicio estará bien y la credibilidad y confianza de los colombianos en su Policía siempre se va a ver reflejada.