Antes del inicio de su mandato Guillermo Alfonso Jaramillo afirmó que reorganizaría la casa y esto incluía a los entes descentralizados. No habría cabida para personas cuestionadas de la administración del exalcalde Luis H. Rodríguez o que fueran cuota de los ‘trillizos’, que incluye a los exalcaldes Jorge Tulio Rodríguez y Jesús María Botero.

De la misma manera a quienes hubieran apoyado a su excontricante en las pasadas elecciones al palacio municipal, Jhon Ésper Toledo, quien tuvo detrás toda la maquinaria de los mencionados para gobernar en el siguiente cuatrienio.

La misma Secretaria Administrativa dejó entrever que fueron removidos del cargo los directores de Apoyo Comunitario y de la Umata, Piedad Solanilla y Ernesto Forero por provenir de la administración de Luis H. Indicó que Jaramillo necesitaba un equipo de su entera confianza que lo rodeara.

Por otra parte, la tesis del Alcalde podría ser una verdad a medias. El primer nombramiento que le generó un traspié fue el del secretario de Hacienda, Juan Espinosa, quien tuvo el aval del partido Cambio Radical en su campaña hacia el Concejo, colectividad que dio respaldo a la candidatura de Toledo.

Por otra parte, la designación de José Alberto Girón en la Gerencia del Ibal, quien apoyó a Ricardo Ferro en su segunda carrera a la Alcaldía.

Sin embargo, Girón obtuvo 100 de 100 en el concurso de meritocracia que aperturó para el nombramiento del segundo cargo más importante en el Municipio como es la empresa de Acueducto.

Jaramillo dio respaldo y otorgó a Girón el voto de confianza a pesar de encontrarse inhabilitado para asumir la gerencia de la empresa de Acueducto.

Un abogado cuestionable

El pasado 15 de febrero Girón renovó por tres meses el contrato al abogado conservador, Carlos René Orjuela Gálvez, quien después de perder la Personería municipal y la Procuraduría en el 2012 poco o nada se sabía de su relación con el poder político local.

De Orjuela Gálvez se conoce que era muy cercano al exalcalde Luis H. Rodríguez y a Jorge Tulio Rodríguez, pues ejerció la Gerencia de Infibagué en donde se involucró en la celebración del contrato 042 entre el Municipio e Interaseo para la recolección de basuras.

Este proceso le conllevó la apertura de una investigación disciplinaria de la cual salió indemne por preescripción del mismo.

Girón contrató a Orjuela Gálvez para servir como asesor jurídico externo de la secretaría General del Instituto por tres meses, función que ejerce desde 2013 en la entidad.

Pero resulta cuestionable el ¿por qué mantener en el cargo a Orjuela Gálvez? de quien se conoce su filiación a dos de los “trillizos”, además, al estar inmerso en la firma de los polémicos contratos entregados a Presea y Proactiva para la gestión comercial del Ibal.

Sobre este aspecto, la Contraloría Municipal en informe del 14 de diciembre de 2014 profirió hallazgo administrativo y disciplinario contra el comité técnico que avaló la propuesta del consorcio Presea.

“Este órgano de control evidencia que la Entidad y el comité evaluador faltaron al cumplimiento de los principios de la función pública, violando el principio de igualdad y selección objetiva”.

El mismo informe de respuesta a la evaluación de propuestas allegadas a la licitación de la gestión Comercial del Ibal corrobora la participación de Orjuela Gálvez en la adjudicación del proceso.

“Siendo las 8 a.m. a los 19 días del mes de julio de 2013, los miembros del comité evaluador designado por resolución No. 0641 de fecha 27 de junio de 2013, por medio de la cual se integra un comité de evaluación de propuestas: el director operativo del Ibal, Luis Ricardo Salcedo; el jefe de Contabilidad e impuestos, Willinton Jaramillo, y los asesores externos Clara Isabel Caicedo Cardozo, William Javier Rodríguez Acosta, Carlos René Orjuela Gálvez y Jorge Andrés Carrillo Cardoso”.

La auditoría estableció que Presea aportó como experiencia dos contratos celebrados entre la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá E.S.P. y la sociedad Aguazul Bogotá S.A. E.S.P., de la que hacía parte del consorcio Presea Apartadó, sin verificar la participación de la firma en el desarrollo del contrato y basándose solo en su participación accionaria dentro de la sociedad.

La Contraloría argumentó que tanto Presea Apartadó y sociedad Aguazul eran dos personas jurídicas diferentes, y en consecuencia con experiencia técnica independiente, que no permitía confirmar o por lo menos sugerir que Presea Apartadó efectivamente participó en las actividades, acciones o labores que le acreditó el Comité evaluador para adjudicar la propuesta al consorcio Presea.

Por este motivo se compulsaron copias a la Procuraduría Provincial para llevar a cabo las acciones disciplinarias pertinentes contra los integrantes del Comité Evaluador sin que a la fecha se conozca los avances de la investigación.

De igual manera, Orjuela Gálvez participó en el comité evaluador que adjudicó en 2014 el contrato de la gestión comercial a Proactiva Soluciones. Ambos contratos ampliamente criticados por el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo.

Hipótesis de la permanencia en el Ibal

Como lo hizo público EL NUEVO DÍA Orjuela Gálvez, egresado de la Universidad Católica y con especialización de la Universidad Externado, tiene una marcada afinidad con Luis H. Rodríguez, quien desde 2013 lo incluyó en la contratación del Ibal.

Pero además, una filiación con el exsenador Mauricio Jaramillo de quien se rumora tiene en la actual Administración control de la Secretaría de Infraestructura y el Ibal con José Alberto Girón.

Surge el interrogante: ¿se dará continuidad a Orjuela Gálvez al interior del instituto no solo por los antecedentes expuestos por parte de la Contraloría, también por la filiación marcada con los dos exalcaldes Rodríguez?.