La Cartagena, un barrio con voluntad de progresar

El barrio consta de tres sectores, que aunque tienen diferencias, comparten la voluntad y el empuje para sacar a la comunidad de los problemas que la aquejan.

Ubicada en la comuna 11, al extremo sur de la ciudad, La Cartagena está poblada por gente que se caracteriza por el esfuerzo y trabajo para conseguir el desarrollo y progreso que aún no ha llegado al sector.

“Lo mejor que tiene el barrio es la gente, es muy trabajadora, gente humilde pero pujante, que tiene amor por lo propio, compromiso y que cada día el barrio salga adelante”, destaca Luz Mélida Vega, presidenta de la Junta de Acción Comunal.

En los años cincuenta, el sur de la ciudad llegaba hasta la fábrica de Licores del Tolima. Para entonces un grupo de hacendados eran propietarios de los terrenos que hoy están sobre la variante, precisamente uno de ellos, dueño de la hacienda La Manuela, le heredó a sus hijos los predios donde La Cartagena iba a edificarse.

Cuentan los habitantes del sector que esos descendientes, decidieron lotear y vender los terrenos por varias razones, la principal es que la ciudad empezó a crecer y la vida agitada y convulsionante de Ibagué llegó hasta sus predios.

Así las cosas, paulatinamente, personas arribaron al lugar, hasta que la concentración de personas fue suficiente para constituirse como barrio hace 45 años. Hoy son 401 habitantes en 123 casas distribuidas en tres sectores, bajo, medio y alto, los que residen en La Cartagena.

En 1994, el río Combeima era una división natural que dividía a los habitantes con el resto de la ciudad, de modo que cuando se construyó el puente y la variante en ese año, al barrio llegó un atisbo de progreso.

“Cuando el puente se hizo nos comunicó con el otro lado, y le dio más vida a La Cartagena, llegaron más compradores, a medida que el tiempo iba pasando se fue poblando el barrio”, señala Vega.

La presidenta cuenta que el barrio es considerado una invasión, esto se debe a que algunas construcciones son dispares y el terreno no es homogéneo, de hecho, cada sector del barrio está separado por varios metros de distancia.

Algunas necesidades

Debido a que la parte baja de La Cartagena está construida a 30 metros del río Combeima lo convierte en zona de vulnerabilidad, que no ha podido recibir apoyos de las administraciones locales porque implica un riesgo para los habitantes. Pese a eso, los miembros de la Junta insisten en aprovechar una vieja escuela, que hace de salón comunal y biblioteca comunitaria para la construcción de un parque y gimnasio público. Ante esa situación la Junta espera contar con el apoyo de empresas privadas.

“Estamos trabajando en un proyecto para arreglar la infraestructura de la Escuela Comunitaria La Cartagena, la escuela no es pública, hacemos todas las reuniones y eventos ahí. Está en malas condiciones, pero estamos trabajando un proyecto de una biblioteca comunitaria que ha recibido donaciones de libros.

“Vamos a hacer un parque, una cancha de fútbol y baloncesto, queremos dejarle a los niños un lugar donde puedan jugar, lo vamos a adaptar con las ayudas que nos dan, le hemos pedido la colaboración a muchas empresas por responsabilidad social, porque la Secretaría de Planeación no nos da el permiso”, indicó Vega.

Ella admite que ponen a la Administración en una encrucijada; por un lado deben cumplir con el deber social, pero el barrio está construido a pocos metros del río, por otra parte, los habitantes tienen necesidades que deben ser atendidas.

Personas del sector aseguran que en el barrio aumentó la inseguridad, en las noches llegan jóvenes que han robado el cableado de la energía y las lámparas del alumbrado público, además de consumir sustancias alucinógenas en la vía pública, a la vista de los niños.

“La Policía Metropolitana nos ha estado ayudando pero no pueden estar toda la noche, el barrio es un punto estratégico para los consumidores porque se conecta con los barrios Uribe, la quebrada El Tejar y con la comuna 12”, dice la presidenta de la JAC.

Asímismo, la poca red de alcantarillado que hay es obsoleta, incluso las aguas negras caen al río Combeima produciendo malos olores, en consecuencia no hay una malla vial apta para ser transitada porque no está pavimentada.

“Queremos que la Alcaldía haga la reposición del alcantarillado para hacer la respectiva pavimentación, pedimos el acueducto y alcantarillado. Los vecinos nos hemos unido y echamos cemento en algunas calles, pues estaban en un estado no transitable”

Vega asegura que está haciendo las gestiones en la Secretaría de Planeación para que el barrio sea incluido el Plan de Ordenamiento Terriorial como una zona urbana, que aunque hace parte de la comuna 11, no está reconocida como una localidad urbana.

AGENDA

1. Con ayuda de la Secretaría de Planeación, la comunidad espera de que sea asignada la nomenclatura a algunas calles del sector medio del barrio. 

2. La maleza ha crecido a tal punto que en algunas partes del barrio se ocultan plagas de animales que afectan la imagen del sector, por esto esperan que Infibagué realice una jornada de limpieza. 

3. El barrio carece de intervenciones sociales, por esto están adelantando un proyecto con la fundación Icoltes para crear una asociación para el adulto mayor, madres cabeza de hogar y escuelas deportivas para los niños. 

4. De darse la creación del parque, la Junta buscaría jornadas recreativas y salud para los habitantes del sector.

Credito
EL NUEVO DÍA

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