“Conferencia guerrillera será como otro plebiscito”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El analista Ariel Ávila se ha convertido en alguien que tiene claro el momento que están viviendo las Farc. Estima que llegarán al Congreso de forma directa, que sus disidencias no afectarán y que la X Conferencia Guerrillera será una especie de plebiscito para convertirse en partido político.

Su voz ha tomado peso al hablar del proceso de paz, especialmente sobre lo que pasa en las filas de las Farc y cómo evolucionará esa insurgencia armada a un partido político.

Es Ariel Ávila, actual subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, quien de forma directa habla de los que cree son realidades y mitos que rondan el proceso de paz, como también de los riesgos evidentes que tiene el posconflicto.

- ¿En qué grado de madurez ve el proceso de paz con las Farc?

El proceso está prácticamente finalizado. Las Farc ya están pensando en política y el Gobierno quiere firmar. Hoy es más difícil querer devolverse a la guerra que hacer la paz, ya está la voluntad de las partes. La agenda ya está acordada en un 95% y se está pensando en el momento de la firma. Los temas más álgidos ya se superaron: la justicia transicional y el punto agrario.

- ¿Está preparado el Gobierno para todo lo que significa el posconflicto y su implementación?

Lo que llamamos implementación son realmente cuatro cosas: la seguridad, la filtración en las regiones, el proceso de reincorporación de las Farc y la arquitectura institucional que cambiará en el marco de los acuerdos. En el tema de seguridad está prácticamente todo acordado, pero aún no está el tema de cómo el Estado va a reemplazar la presencia de las Farc en los territorios que deje libre, para que esos no los retomen otros grupos.

- ¿Podrá el Estado hacer esa presencia regional para suplir a las Farc?

Las Farc tienen una cara depredadora, que todo el mundo la conoce, pero también una cara que durante 50 años crearon para relacionarse con la población. Por ejemplo, si hay dos campesinos cocaleros y uno incumple una deuda al otro, pues básicamente no van a un juez sino a las Farc, es decir crearon una especie de Estado paralelo. Imagínese el día que las Farc se vayan de Buenaventura, pues esos narcos se van a matar por ese territorio. El problema es que el Estado no está preparado; por ejemplo, la Policía de Carabineros tiene diez mil efectivos y hasta ahora es que están pensando en incrementar a 50 mil, pero en treinta años, eso es estar ciego a la realidad. En eso el Estado no se ha preparado. Son zonas que están llenas de coca y de minería criminal.

- ¿Ese vacío institucional podría llevar al traste lo pactado?

Haría muy difícil la implementación y la garantía de seguridad de la base social de las Farc, lo que podría traer muchos problemas, pero no sería un tema para que las Farc se devuelvan a la guerra.

- ¿Le parece adecuada la forma como se pactó el modelo de las zonas de ubicación?

Está el mecanismo de verificación internacional, esa es la mejor garantía, con eso está casi todo solucionado. Es la primera vez que el Consejo de Seguridad de la ONU está en el asunto, así que es un tema importante.

- En el punto de participación política, ¿cómo cree que se dará en el inmediato futuro para las Farc?

El 90% del acuerdo de participación política son reformas que se necesitan en el país, con Farc o sin ellas, y el diez por ciento restante es la participación de ellos efectiva. Hay que decírselo al país, porque así va ser: ¿Las Farc van a tener participación directa en el Congreso? Sí. Y sin pasar por elecciones. Hay que ayudarles a hacer política y va a ser por dos periodos electorales. Al Congreso van a ir los comandantes de las Farc; ojalá y es necesario, porque la negociación fue con ellos, no con Piedad Córdoba ni con Álvaro Leiva. Además ellos pueden hacer política mientras están en justicia transicional, el Estatuto de Roma no dice nada de pérdida de derechos políticos. ¿Cuándo llegarán al Senado? Deberá ser a mediados del otro año.

- Es decir, ¿usted ve el 20 de julio de 2017 al expresidente y senador Álvaro Uribe sentado en el mismo salón de sesiones con Iván Márquez?

Muy seguramente, estoy seguro al 95 %.

- ¿De qué otra forma llegarán al Congreso?

Con circunscripciones de paz. Por los territorios más afectados por el conflicto van a tener una representación en la Cámara y ahí cualquier ciudadano se puede lanzar, incluidos los guerrilleros indultados. Consideramos (en la Fundación) que deben ser 17 en la Cámara y nueve senadores de forma directa.

- ¿Cómo va a entender la gente en las ciudades este posconflicto?

Va a haber un posconflicto territorial; es decir, a 281 municipios, de los 1141 que hay en el país, va a tener que llegar el Estado, a hacer vías terciarias, acueductos, distritos de riego, a formalizar la propiedad de los campesinos. Eso debe pasar en Barbacoas, Tumaco (en Nariño), Toribío, Jambaló, Caloto (en Cauca), Miraflores (en Guaviare), Mitú, Carurú (en Vaupés), eso no va a ser en las ciudades. Y va a haber un posconflicto nacional, que son todas las grandes reformas. El beneficio inmediato será para el campesinado, a quien reclutan, al que bombardean, allá se va a ver el día después de la firma.

- Las voces de oposición al proceso, ¿hasta dónde podrán afectar su fase final y la refrendación?

Esas voces son necesarias en la democracia, lo que uno espera es que no digan mentiras; ellos, además, están muy desesperados, porque le apostaban a que el proceso de paz no iba a funcionar y a que no iba a haber plebiscito y ambas cosas van a pasar. El Centro Democrático tiene un debate interno entre si participa por el No o sencillamente no participa, se queda disidente del plebiscito y se va por la abstención, pero allá saben que eso seguramente es una pérdida. Están muy desubicados.

También le van a apostar a que la implementación del posconflicto salga mal, a que haya violencia, que maten la gente, que maten a la gente de las Farc, para ellos mantener su discurso político y posicionarse en el 2018, de lo contrario pasarán a ser un partido como lo es hoy el Polo Democrático o la Alianza Verde, con cinco senadores como oposición de derecha.

- ¿Afectarán al proceso las disidencias de hombres de las Farc?

En las Farc disidencias graves no hay. Ese Frente Primero, por ejemplo, no ha saboteado el cese unilateral al fuego; lo que creo es que ha faltado mucha pedagogía. En la calle en Bogotá la gente dice que las Farc no van a cumplir, que Santos le entregó el país a la guerrilla; la base social de las Farc opina lo mismo, pero al contrario. Cree que el Estado va a cumplir, que los van a matar, que va a pasar lo mismo que con la UP. Lo que siento es que hay mucho miedo, ni el Gobierno ni las Farc han sabido hacer una estrategia buena de pedagogía. En todo proceso de paz hay disidencias, con los paramilitares fue un desastre. Con las Farc puede ser un poco menos del diez por ciento. Va a haber una gente que se quede en armas, es lo normal.

- ¿Qué importancia tiene hacer una Conferencia Guerrilla de las Farc en este momento?

La Conferencia Guerrillera es para ellos como el plebiscito para el Gobierno. Hay que hacerla, hay que garantizarle la seguridad, es una figura en la que todos sus mandos se reúnen y será la X Conferencia, por la que pasarían de ser un ejército a un partido político.

- ¿Es decir allí estarán miembros de todos los mandos de las Farc?

Todos los mandos, desde los chiquitos hasta los grandes, desde los comandantes de bloque y del Secretariado hasta los comandantes de escuadra o de unidades tácticas de combate. Todos los mandos van para allá.

- ¿Para dónde se irían los guerrilleros que sigan en armas?

Ellos formarían grupos aparte, no se unirían ni a los Úsuga ni al ELN, formarían grupos de alcance regional, para seguir en la ilegalidad. En el futuro les esperan dos alternativas: los terminan aplastando el Estado o grupos criminales o se van ‘bandolerizando’, como pasó con el EPL y Megateo, que con el tiempo se vuelven narcos.

- ¿Los colombianos se deben hacer la idea de que verán en poco tiempo a los jefes de las Farc en las calles de las ciudades?

Sí y haciendo política, para eso es este negocio; ese es el tema de la paz, no hay que asustarse, es lo que va a pasar.

Credito
COLPRENSA

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