'Super' recomienda a Gobernación negociar las deudas del Fedelleras para evitar embargos

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Al faltar un poco más de dos meses para que la Superintendencia Nacional de Salud entregue la administración del hospital Federico Lleras Acosta al Gobierno seccional, el superintendente Delegado para Medidas Especiales, Javier Villarreal, mostró un panorama del estado actual de la entidad.

El Ministerio de Salud informó, a principios de septiembre, la finalización de la medida de intervención administrativa que tiene sobre el hospital Federico Lleras Acosta desde 2014, desde entonces son varias las críticas que han surgido, debido a que las deudas y los procesos de embargo se mantienen.

Del mismo modo, se puso en tela de juicio la labor cumplida por el agente interventor Alfredo Julio Bernal, quien estuvo frente al manejo administrativo como delegado de la Supersalud y quien está a la espera del nombramiento oficial de su reemplazo.

Ante las diferentes circunstancias que rodean este centro hospitalario, EL NUEVO DÍA dialogó con Javier Villarreal, superintendente Delegado de Medidas Especiales, quien, además de explicar el porqué de la salida del Agente Interventor, precisó que el trabajo que le correspondía a la Superintendencia en el Federico Lleras ya fue culminado.

EL NUEVO DÍA: Se especula sobre los motivos de la salida del agente interventor Alfredo Julio Bernal, del hospital Federico Lleras Acosta. ¿Cuál es el pronunciamiento de la Supersalud sobre el tema?

JAVIER VILLARREAL: Desde junio nos había avisado que después de agosto no podía continuar, la verdad llegamos a ese mes esperando un poco, qué pasaba con la Secretaría de Salud y el Departamento (ante el anuncio de la terminación de la intervención). Pero nos llamaron y dijeron que no estaban listos para recibirlo.

Entonces prorrogamos (el tiempo) para que hubiera un plazo. (Por ello) nos tocó pedir el favor al Interventor, (que siguiera) pero él ya tenía programada otra cosa. Yo no estoy removiendo al doctor Alfredo Bernal, él presentó una renuncia y ha sido muy amable con nosotros, esperando que tengamos resuelto el tema de su reemplazo, no lo estamos removiendo por ninguna situación extraña.

E.N.D.: ¿Es decir que el Federico Lleras Acosta ya puede ser retornado al Departamento?

J.V.: Nuestra misión como Superintendencia en la intervención era estabilizar la prestación del servicio, que estaba colapsada cuando se inició. Asimismo, reabrir los servicios cerrados, se estaba negando el acceso a la gente del Departamento.

Digamos que las metas se han cumplido y hay una cosa que se debe aclarar, la intervención para administrar el hospital Federico Lleras no equivale a un programa de saneamiento fiscal y financiero.

Nosotros lo que hacemos es estabilizar la operación del hospital, frenar el gasto desbordado y encontrar una senda de sostenibilidad. Pero la Superintendencia no paga las deudas, sino que inspecciona, vigila y controla.

Lo que hace es determinar procedimientos, mecanismos de gerencia pública para lograr que el hospital llegue a un punto de equilibrio. Es decir que los ingresos y los gastos se equilibren y no (pase) lo que encontramos, que era el gasto corriente desbordado por encima del ingreso mensual.

E.N.D.: ¿Y con respecto a las deudas que continúan vigentes...

J.V: En este momento, el hospital está en punto de equilibrio, los pasivos que están por el orden de los $50 mil millones, (pero) tienen una ventaja y es que el Federico Lleras Acosta es propietario de un inmueble, que es la clínica de El Limonar.

Cuando se hizo la valoración de ese activo por un perito, se determinó que tiene un valor que supera por muy poco el valor de los pasivos.

Entonces, como en cualquier empresa, cuando usted tiene muchas deudas, pero tiene activos que lo respaldan, usted no está en causal de liquidación, lo que tiene que hacer es gestionar esos activos bien sea vendiéndolos, arrendándolos o titularizando la renta del canon futuro. (Es decir) tiene una fuente para garantizar el pago de las obligaciones.

Así se lo hicimos conocer al Departamento a través de un comunicado hace tres o cuatro meses, en el que les dijimos que no será la Superintendencia la que gestione ese activo, porque esa es una decisión administrativa. Esa es una labor que les corresponde, (decidir) qué va a hacer con la clínica de El Limonar.

La labor de la Superintendencia de Salud está terminada desde hace dos meses, que era el plazo inicial para la entrega. Nosotros escribimos al Departamento en dos oportunidades diciéndoles ‘por favor, adelanten las actuaciones administrativas necesarias para recibir el hospital sin sobresaltos’.

E.N.D.: ¿Es decir que esta intervención no debe mirarse con una solución económica?

J.V.: Entender como Departamento, que en la intervención de la Supersalud, que hace inspección, vigilancia y control, equivale que llegó el Gobierno nacional a pagar las deudas, que de alguna manera se desaparecieron los recursos del Hospital, que no le corresponde a esta Superintendencia hacer sindicaciones de ese tipo, es equivocado, porque eso no es lo que dice la Ley, insisto en esto, no es una opinión mía, es lo que dice la Ley.

Por ejemplo, el viernes de esta semana voy a estar en Montería, entregando la intervención del hospital San Jerónimo, y por qué lo vamos a entregar.

Porque conseguimos recursos del Fonsaet, que es un fondo que lo maneja el Ministerio de Salud por $20 mil millones y el Departamento de Córdoba asumió que de su presupuesto va a pagar otros $20 mil millones, y otros $20 mil millones a través de apertura de nuevos negocios. Hemos logrado bajar esa deuda y vamos a entregar el viernes el hospital sin deudas.

En el caso de Ibagué, el punto es que existe un activo en el que la valoración que se hizo es suficiente para cubrir los pasivos, entonces lo que hemos dicho es que le corresponde al Departamento gestionar ese activo y con eso tiene una garantía.

E.N.D.: Hace unas semanas se dio inicio a una auditoría con la Gobernación del Tolima...

J.V.: Nosotros hemos dicho lo siguiente: el Departamento es el dueño de su red hospitalaria, la Ley asigna esa competencia territorial. Si la administración del Departamento quiere hacer verificación, auditoría, cualquier procedimiento, nosotros estamos abiertos a eso, porque no hay ninguna información oculta, ni nada de lo que no podamos hablar.

E.N.D.: En cuánto al cronograma que se está manejando, ¿alcanza el tiempo para surtir todo el proceso?

J.V.: Nosotros hemos puesto el equipo de la intervención a disposición de la Secretaría de Salud, ellos vienen trabajando y a partir de esta semana estará la nueva persona que hemos designado con toda la disposición con todo lo que quieran ver.

Esto que han bautizado allá (Gobernación del Tolima) de auditoría, creo que técnicamente no es auditoría, están pidiendo información, que tienen todo el derecho, por supuesto, para saber qué se hizo durante la intervención, y la información está disponible.

Tenemos tiempo suficiente para que el Departamento adelante todas las actuaciones administrativas necesarias, para poder hacer una entrega tranquila y ordenada.


E.N.D.: ¿Se condicionó esa entrega de información a un acuerdo de confidencialidad?

J.V.: No, entiendo que había algo de confidencialidad, relacionada con tarifas, eso lo hacen los hospitales para competir.

No es conveniente para el Hospital publicar los cobros que se hacen a las aseguradoras. No es que hubiera secreto sobre alguna información financiera relacionada con los pasivos o la contratación, sino seguro tiene que ver con el esquema de tarifas.

En general la información es pública, pero para poder competir hay cosas que se manejan con acuerdo de confidencialidad, pero es por beneficiar al hospital, no por no dar información a la Gobernación (del Tolima).

E.N.D.: ¿En el tema de contrataciones y del pago de empleados qué reporte se tiene?

J.V.: Estamos pendientes del recaudo del pago de EPS que a veces nos colgamos un poquito, pero en general estamos al día, el Hospital está tranquilo, no tengo protesta de especialistas, enfermeras o camilleros, ni nada de eso.

Tenemos problemas de caja, pero el sistema atraviesa un momento de crisis; hay que estar muy pilos con el recaudo, por eso es necesaria la modernización tecnológica en el proceso de facturación, entre más rápido podamos pelear a las EPS las glosas que nos hace por el servicio prestado, más rápido nos van a consignar el recaudo mensual y con eso vamos a estar al día en insumos y salarios.


E.N.D.: Otra crítica a la intervención es la fuerte inversión que se hizo en la contratación de un software, que al parecer aún no está funcionando. ¿Tiene conocimiento de este tema?

J.V.: Esto es una modernización que el hospital necesitaba, ya que tenía todos los procedimientos de manera manual, eso lo hace muy poco competitivo y lo que genera es que a la hora de cobrar a las EPS se demora demasiado, tienen muchos errores y desglosan gran parte de lo que se factura.

Lo que se hizo fue una modernización, para sistematizarlo y ponerlo en un sistema de información y así, hacerlo de una manera más eficiente.

E.N.D.: ¿De dónde surgieron los recursos?

J.V.: La fuente de financiamiento de ese gasto no la puso el Departamento, ni salió de la operación corriente del hospital y se financió con recursos Fonsaet de 2015.

En este momento entiendo que está en etapa de parametrización, y esa es la razón por la que todavía no está en marcha, pero no quiere decir que se gastaron una plata y no hicieron nada.

Los ‘sabios de Bogotá’

Según la explicación del Superintendente Delegado de Medidas Especiales, la intervención fue para encontrar un equilibrio financiero, mas no para hallar soluciones económicas.

Por eso EL NUEVO DÍA también le consultó por las fuertes críticas hechas constantemente por el gobernador Óscar Barreto, específicamente, cuando indicó que “todo deben ser maravillas, porque cuando intervinieron (la entidad) dijeron que el Tolima estaba lleno de ladrones y de gente que no sabía administrar y trajeron estos sabios de Bogotá”.

“Digamos que ese es un lenguaje altisonante con el que no voy a interlocutar. Nosotros somos funcionarios técnicos, no políticos. Damos respuestas técnicas, no políticas; si se miran los actos administrativos en donde se decidió la intervención, eso tiene un fundamento de carácter técnico, si hay ladrones o no, no sé de eso, porque los ladrones los maneja la Fiscalía, nosotros como Superintendencia Nacional de Salud no opinamos sobre presuntos delitos o conductas punibles.

“Por otra parte, en cuanto a los ‘sabios de Bogotá’, realmente le diría (que) consultemos los actos administrativos y tengamos un poco de tranquilidad en el lenguaje. Es como un poco la invitación para que podamos hacer la entrega del Hospital de una manera ordenada y tranquila.

“En el tema de los pasivos no es una información, es lo que dice la Ley, las leyes especiales que adopta la Superintendencia Nacional de Salud están contenidas en el estatuto orgánico del sistema financiero.

“La intervención forzosa para administrar tiene como finalidad estabilizar la prestación del servicio y garantizar a los afiliados del sistema de salud el acceso al servicio. Existe otra figura distinta, que son los programas de saneamiento fiscal y financiero: eso se adelanta ante el Ministerio de Hacienda, que se encarga de aprobarlo y autorizar al Departamento gestionar recursos para sanear el pasivo financiero que se tenga y esa no es la finalidad de la medida especial”, sustentó.

¿Quién vigila a quién?

Otras preocupación que tienen trabajadores, sindicatos y comunidad en general, es que con la intervención se habían congelado los embargos, ahora el Gobierno departamental, tendría que entrar a hablar con los proveedores teniendo en cuenta que el 3 de enero se retomarían estos procesos judiciales.

Por ello, la recomendación la Supersalud a dicha inquietud, es que si se tiene en cuenta que los Juzgados retoman labores la segunda semana de enero, se haría necesario que la Secretaría de Salud del Tolima, aproveche este plazo para manejar el tema.

El funcionario agregó que el interés es que no pare la prestación del servicio, es decir que no se repita el panorama de hace dos años, “¿qué encontramos nosotros en la intervención? un hospital con servicios cerrados, colgado en salarios, con los proveedores cerrando, es decir que no lo estaban suministrando material por la mora en los pagos”, precisó Villarreal.

Agregó que, el Federico Lleras, tiene una operación corriente y tranquila, con dificultades porque tiene unas deudas grandes y vencidas, pero en la actualidad se le están suministrando los insumos necesarios para que funcione, “esa es la tarea nuestra, sentimos que hemos cumplido, estamos convencido de eso”, reiteró el delegado.

Se descongelan los embargos

Otras preocupación que tienen trabajadores, sindicatos y comunidad en general, es que con la intervención se habían congelado los embargos, ahora el Gobierno departamental, tendría que entrar a hablar con los proveedores teniendo en cuenta que el 3 de enero se retomarían estos procesos judiciales.  

Por ello, la recomendación la Supersalud a dicha inquietud, es que si se tiene en cuenta que los Juzgados retoman labores la segunda semana de enero, se haría necesario que la Secretaría de Salud del Tolima, aproveche este plazo para manejar el tema.

El funcionario agregó que el interés es que no pare la prestación del servicio, es decir que no se repita el panorama de hace dos años, “¿qué encontramos nosotros en la intervención? un hospital con servicios cerrados, colgado en salarios, con los proveedores cerrando, es decir que no lo estaban suministrando material por la mora en los pagos”, precisó Villarreal.

Agregó que, el Federico Lleras, tiene una operación corriente y tranquila, con dificultades porque tiene unas deudas grandes y vencidas, pero en la actualidad se le están suministrando los insumos necesarios para que funcione, “esa es la tarea nuestra, sentimos que hemos cumplido, estam

Credito
XIMENA VILLALBA C.

Comentarios