En Colombia son altamente preocupantes las estadísticas de pacientes con Traumas Cráneoencefálicos (TCE), especialmente como consecuencia de accidentes de tránsito originados en su mayoría por el abuso del alcohol, y cuyas consecuencias son impredecibles.

De hecho, en el país se registran 200 casos de TCE por cada 100 mil habitantes, la mayoría en hombres entre los 12 y 45 años. De ellos, 70% logra recuperarse, 9% muere antes de llegar al hospital, 6% fallece mientras está hospitalizado y 15% queda con secuelas moderadas, graves y hasta en estado vegetativo.

Así se desprende de un reciente estudio de la Clínica Universidad de La Sabana, donde se evidencia que el TCE es una de las patologías traumáticas de mayor prevalencia en Colombia.

Para Juan Guillermo Ortiz, director del centro hospitalario, “el TCE es una de las principales causas de muerte y discapacidad permanente, por lo que se considera como un problema de salud pública”.

El experto recordó que, según cifras oficiales de Medicina Legal, el politraumatismo (incluyendo TCE) se registró en 65.5% de las lesiones fatales en accidentes de tránsito, seguido por el TCE, con el 27.2%.

¿Qué sucede con el cerebro?

Dado que los nutrientes principales del tejido cerebral son la glucosa y el oxígeno, éste no tolera disminución alguna en el aporte de ese oxígeno.

Por ejemplo, con solo 10 segundos de falta de oxígeno, se genera pérdida del estado de conciencia y en 10 minutos se agotan las reservas energéticas y se origina lesión neuronal progresiva, que puede ser irreversible si en los siguientes minutos no se recupera el paciente.

Otro aspecto que se altera cuando se presenta un TCE súbito es la relación interna de los elementos que allí están, como el tejido cerebral, el líquido cefalorraquídeo y la sangre que circula por arterias y venas.

“Cuando hay un evento súbito la presión en el cráneo se dispara rápidamente y aparecen el edema cerebral, la hidrocefalia aguda y los hematomas intracraneanos. Ahí se debe intervenir rápidamente para controlar el daño y, por supuesto, intentar recuperar la fisiología cerebral normal”, asegura.

Ortiz también cuestiona que muchos pacientes con TCE no reciben la atención médica oportuna.

“En ocasiones los servicios prehospitalarios de trauma se demoran entre una y dos horas en llevar a las personas a los sitios de atención de urgencias, en donde, además, el diagnóstico no suele ser oportuno y, en consecuencia, la intervención de los equipos de trauma, liderados por el neurocirujano, pierden minutos valiosos”, dice.

Agrega el experto que la situación que afronta la persona con TCE depende de la plasticidad cerebral y del plan de recuperación y rehabilitación.

“Los siguientes seis meses al accidente son cruciales, dado que en este tiempo se estructuran las secuelas definitivas”, insiste.

¿Cómo rehabilitar al paciente con TCE?

En términos de locomoción, comunicación y demás aspectos del desarrollo personal, afectivo y espiritual, la personalidad de cada paciente es definitiva, así como la presencia y la actitud de la familia.

La persona y, también, la familia deben cumplir un programa de rehabilitación coordinado, intensivo, organizado y estructurado, basado en objetivos terapéuticos definidos, en los que se tiene en cuenta la severidad, el tiempo de evolución y el compromiso en los diferentes aspectos (funcional motor, sensorial, neurocomunicativo, cognoscitivo y comportamental).

Conclusiones

El informe de la Clínica Universidad de La Sabana concluye:

- En Colombia se reportan alarmantes estadísticas de pacientes que sufren traumas craneoencefálicos.

- La mayoría de accidentes de tránsito están relacionados con el abuso en el consumo del alcohol.

- Recomienda mejorar el acceso de los pacientes a un adecuado plan de rehabilitación para evitar gravedad en las secuelas.

- Llama la atención en la rápida atención que deben tener los pacientes con TCE quienes, con la oportuna valoración e intervención de los equipos de trauma, mejoran su pronóstico.