Despeje de minas, un trabajo silencioso, pero vital para el futuro del país

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Este martes 4 de abril el mundo vivió una nueva jornada de concientización contra las minas antipersonal. Una buena excusa para contar el trabajo que se hace en Colombia con la meta de cubrir 52 millones de metros cuadrados y limpiarlos de minas.

De Sergio Bueno se puede decir que está cumpliendo un apostolado. Tras pasar por la dirección del DAS (en el momento en que la entidad debía desaparecer) y de Migración Colombia y de ejercer durante un año como cónsul en Santiago de Chile, se entregó de lleno a una tarea a la que no le cabe otro adjetivo que el de titánica: despejar todo el territorio nacional de minas antipersonal sembradas durante décadas de guerra, casi todas ellas irregulares, lo que las hace más peligrosas y más difíciles de rastrear.

Está al frente de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (Daicma), entidad que fue elevada a ese rango alto de la organización del Gobierno (con dependencia del ministerio del Posconflicto, el de Rafael Pardo) para que manejara mejor los recursos nacionales e internacionales destinados a esa tarea de limpieza, que puede convertirse en uno de los símbolos más fuertes del éxito del posconflicto.

Hoy el mundo entero vivirá una nueva jornada de concientización contra las minas. En Colombia será una buena nueva excusa para contar el trabajo que se hace con la meta de llegar a 673 municipios del país y cubrir 52 millones de metros cuadrados, para que antes de cinco años los campesinos puedan caminar por ellos sin el temor de que una explosión traicionera les arranque las piernas.

Con esa ocasión, Colprensa, habló con Sergio Bueno.

- ¿Cuáles son las metas específicas del año 2017 en desminado humanitario?

Lo primero que hay que decir es que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos nos impuso la meta de que Colombia esté libre de sospecha de minas al 2021 y sobre eso hemos venido desarrollando una serie de acciones y de estrategias encaminadas a fortalecer la operación en toda Colombia. De los 52 millones de metros cuadrados de posible estimación de contaminación en Colombia, en los últimos siete meses hemos hecho una asignación de más de 23 millones de metros cuadrados, es decir, estamos llegando al más del 47% del total de la contaminación en Colombia.

En los próximos dos años, estamos empeñados en llegar a estos 23 millones de metros cuadrados que están condicionados, lógicamente, también por los fenómenos meteorológicos y por las dificultades que podamos encontrar en el tipo de contaminación.

- ¿Con la experiencia que han venido recogiendo, con qué se han encontrado, qué han tenido que ajustar?

El aprendizaje de gestos de paz en el Orejón (Antioquia) y Santa Helena (Meta) nos permitió tener una fortaleza iniciando esta gran capacidad operativa, que ha sido avanzar en los estándares internacionales que nos permitan adelantar de manera segura el proceso de desminado humanitario. Dentro de estos estándares internacionales está establecer, por ejemplo, la rigurosidad para que la operación sea la más segura posible, tanto para las organizaciones como para las comunidades. Nos ha permitido entender, igualmente, la importancia de involucrar a las comunidades en el proceso de la Acción Integral contra Minas; antes de las operaciones, la identificación de los riesgos de las zonas; en el proceso, familiarizarse con él; y posteriormente, medir el impacto de lo que significa la restitución del derecho de la movilidad y el uso de la tierra en las comunidades.

- La articulación con los entes territoriales y la educación sobre el riesgo de las mismas son otros aspectos…

Sí, esas experiencias nos han permitido entender la importancia de estar muy articulados con los entes territoriales, con las gobernaciones, con las alcaldías, por el conocimiento que tienen de sus territorios y porque tenemos que garantizar la continuidad en políticas, especialmente enfocadas en la educación del riesgo y la atención a víctimas.

- ¿Cómo se está adelantando esa educación del riesgo?

En aquellos municipios y departamentos donde no estamos llegando actualmente en despeje, lo estamos haciendo a través de otras metodologías de intervención, como la realización de estudios no técnicos que nos permitan cualificar la información y, adicionalmente, estrategias de educación en el riesgo a través del apoyo de organizaciones como el Sena, el Ministerio de Educación, la Cruz Roja Internacional y Defensa Civil, que nos permitan decirles a las comunidades algunas acciones de carácter preventivo para evitar que haya más víctimas. En tal sentido el Daicma ha venido fortaleciendo todo este tema de articulación con los entes territoriales y con las comunidades y estamos llegando a cada uno de los municipios para socializar la política.

- ¿Qué tanto peso tiene la cooperación internacional en este proceso de desminado?

La iniciativa Global para el Desminado Humanitario es una estrategia presentada por el presidente Santos y el expresidente Obama (Barack, de EE. UU.) que ha generado que más de 25 países estén apoyando este proceso. El desminado humanitario tiene una proyección de costos de más de 327 millones de dólares. Esta primera fase tiene un costo aproximado de 136 millones de dólares y vemos cómo ya tiene una financiación de más del 70% para la operación. Adicionalmente, Colombia se está constituyendo a nivel internacional en el modelo, primero, de lo que es el desminado humanitario vinculado con las comunidades -que la cooperación internacional ve con muy buenos ojos-, y por el compromiso que ha tenido desde que suscribió la Convención de Ottawa. Por todo esto la cooperación internacional viene apoyando este proceso, más cuando el desminado humanitario se convierte en una herramienta de paz que permite, en épocas de la negociación, el desescalamiento de la guerra, la construcción de confianza y un modelo de reincorporación.

- En el marco de ese modelo, también se ha fortalecido la institucionalidad para el desminado…

La brigada ya tiene más de 3.800 personas capacitadas y certificadas para hacer desminado, la meta es que al 2017, en diciembre, llegue a cinco mil hombres. Igualmente, la Aedim (grupo de la Armada contra las minas), en toda la asignación de tareas que ha hecho, está sumando más del 47% del total de la asignación y las organizaciones civiles también vienen haciendo su tarea. Hoy se han fortalecido siete organizaciones adicionales, hay dos civiles colombianas: Campaña Colombiana contra Minas y Atexx, que tiene miembros de la Policía expertos en explosivos: eso nos va a permitir avanzar en esta primera etapa de los 23 millones de metros cuadrados. Además de todo lo que se viene avanzando en técnicas de despeje, no solamente a través del manual, sino también fortaleciéndolo por el medio mecánico, en las zonas donde se pueda hacer, y con apoyo de perros. Esta es una fortaleza que estamos desarrollando dada la complejidad de la contaminación en Colombia, que no son minas convencionales sino artefactos explosivos improvisados con características de minas, lo que hace mucho más difícil su identificación, por no tener componentes de metal.

- ¿Cómo ha sido la recepción de las comunidades en esas zonas?

Los diferentes operadores del desminado humanitario han señalado que, en algunas de las regiones del país (por ejemplo, en Caquetá), algunas de las comunidades no han apoyado el proceso de enlace comunitario y estudios no técnicos. Por eso estamos haciendo unas visitas a cada uno de los municipios y las veredas, para socializar de qué se trata la Acción Integral

Contra Minas, especialmente para que las comunidades entiendan que el proceso de la identificación de las zonas es fundamental para iniciar las actividades del despeje, para que entiendan que acá hay una sola política al respecto, representada y ejecutada por la instancia que forman el Ministerio de Defensa, las Fuerzas Militares y la Alta Consejería para el Posconflicto, y que lo que se busca es restituir un derecho de las comunidades del uso de su tierra, lo que es un beneficio para ellas.

- ¿Qué se espera con Humanicemos, que es la organización de desminado de las Farc?

El objetivo que nos hemos trazado a través de la consolidación de la organización y de la metodología es que finalizado los 180 días que van estar ellos en las zonas transitorias, la organización Humanicemos DH esté acreditada y en proceso de crecimiento operacional. Se necesitan unos procesos de capacitación, desarrollar capacidades operativas, capacidades financieras y técnicas; estamos empeñados en estos meses, para poder avanzar en ese proceso.

- ¿Otros grupos armados, como el ELN o las bacrim, siembran minas?

Una de las garantías para desarrollar el desminado humanitario es la garantía de las comunidades de la no repetición y la no reinstalación de las minas, de tal manera que, para poder avanzar hacia él, es fundamental generar zonas humanitarias. Por eso en esta asignación de los 23 millones de metros cuadrados estamos llegando a municipios con prevalencia previa de las Farc, donde podemos garantizar la no repetición.

Credito
COLPRENSA

Comentarios