“¿Por qué cuando muere un miembro de la Fuerza Pública no lo rechazamos?

COLPRENSA – EL NUEVO DÍA
Con la conmemoración del ‘Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas del conflicto armado’ la Policía nacional busca visibilizar los uniformados fallecidos que superan los 70 mil.

El coronel Fernando José Pantoja, jefe del Área de Memoria Histórica y Víctimas de la Policía nacional, explica cómo se hace esta tarea y pide recordar a los fallecidos.

El área, que hace parte de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep), lanzó el viernes pasado una serie de monumentos en varias ciudades del país para recordar a sus uniformados caídos.

- ¿En qué consiste este trabajo?

Nuestra responsabilidad es la de hacer visible lo invisible, de recrear la construcción de la historia con énfasis en el contexto colombiano y la edificación de la memoria de aquellos hombres y mujeres que, portando este uniforme, se hicieron víctimas. Nuestra visión es hacerlos visibles, representarlos ante la Unidad de Víctimas.

- Se han identificado 45 mil víctimas del conflicto…

En el registro que tenemos en la Policía nacional tenemos 75 mil 433 víctimas, fuera de las últimas que se han suscitado en El Catatumbo, en Arauca. De esas, a partir de los protocolos de la Unidad de Víctimas y por los espacios de tiempo de la Unidad de Víctimas, entre 1985 al 2015, se han reconocido 44 mil 500. Esto, entre familias y uniformados. Tenemos 42 mil 516 víctimas hombres y mil 948 damas.

Pero también tenemos un universo de nueve mil 439 víctimas todavía trabajando con la Policía nacional.

- ¿Las víctimas de la Fuerza Pública han sido afectadas principalmente por qué hechos?

Hay un cuestionario muy grande que permite caracterizar a cualquier víctima del conflicto. Sin embargo, estamos trabajando con la Unidad de Víctimas para que esos criterios sean definidos también en el marco de la Fuera Pública porque hay unas diferencias, por el rol que manejamos.

Ejemplo: para nosotros el hogar es diferente, nuestro hogar puede estar en Putumayo y nosotros estamos en la Costa. La Unidad está muy abierta a la posibilidad de aterrizar mejor esos criterios de valoración.

Sin embargo, existe el homicidio, el desplazamiento forzado, la violencia contra la mujer…los criterios que se utilizan para cualquier víctima son observados en el caso de la Policía. Inclusive, hay jóvenes que antes de ingresar a la Policía fueron víctimas de desplazamiento forzado.

¿Cuántos desparecidos tiene la Policía?

Tenemos 120 desaparecidos.

¿Son secuestrados que se presumen muertos?

Estamos mirando con las investigaciones. Hay un grupo especial de la Fiscalía General de la Nación con la Fuerza Pública para ubicar al universo de desaparecidos en Colombia y, allí, ponemos de presente que tenemos 120 desparecidos en la Policía nacional y que sus familias reclaman la verdad. Tenemos que trabajar en esa necesidad de encuentro y de un estadio de sosiego, es saber en dónde están sus familiares.

Se reconocen las víctimas en el Registro Único de la Unidad y, ¿hay petición de reparación?

Según la Ley 1448 de 2011, para dineros, se suscribe el régimen especial. Pero hay muchachos que no tienen régimen especial como, por ejemplo, los auxiliares de policía.

Los auxiliares entran a prestar su servicio, pero no se suscriben a ese régimen y hay varios funcionarios de la Fuerza Pública que no lo tienen, como los soldados campesinos. Entonces, tratamos que tengan las mismas posibilidades de apoyo con el estudio o vivienda, que tengamos, todos, la posibilidad de tener una reivindicación de los derechos.

¿Cuál es la diferencia entre un civil que acude a la Unidad de Víctimas y un uniformado?

Son protocolos diferentes. Obviamente todos somos iguales, hay una declaración ante el Ministerio Público que se envía a la Unidad, la Unidad hace una valoración y define si se cataloga a la persona como víctima o no del conflicto. En los miembros de la Fuerza Pública, para la reparación, se tiene en cuenta los decretos que rigen la carrera. Si pierden una mano o capacidad psicofísica, se tiene en cuenta la valoración que hace Sanidad y con eso se indemniza a la persona. Sin embargo, también está el tema de no revictimizar, de una verdad, se extiende más allá del dinero. La gente pide más la verdad, que el dinero.

¿Qué pasa cuando la Unidad rechaza una petición?

Todos somos un mismo país, una misma Fuerza Pública, hay diferentes roles. A veces cuando de manera independiente una persona se presenta ante la Unidad y en algún momento puede haber desconocimiento del rol que se ejecuta, pero ya esos tránsitos son más digeribles, estamos trabajando con ellos.

¿Quién hacía este trabajo antes que lo tomara la Unipep?

El tema de víctimas ha sido trabajado por la Inspección General. Cuando se creó la Unidad para la Edificación de la Paz, se suscribe todo lo que tiene que ver con la protección, acompañamiento y para la construcción de la memoria. Ahora hay más dinámica en todo lo que se está trabajando en pro del posacuerdo.

¿Qué pasa con el resto de las víctimas?

Tenemos un desbalance de más de 30 mil víctimas que todavía tenemos que ayudar a que sean visibles, que puedan llegar a tener, como todo colombiano, los mismos derechos.

¿Antes del Acuerdo de Paz hablar de víctimas de la Fuerza Pública era posible?

Hemos estado en varios estadios, hemos intercambiado conocimientos con los que antes llamábamos adversarios, que no debe ser así porque todos somos colombianos. Estuvimos hace poco en el Externado, donde estaba el Centro de Memoria, activistas del M-19, voces de todas las corrientes, y nos dábamos cuenta de que hay diferentes tipos de verdades. Hay familias, todos somos seres humanos, nacimos de la misma tierra, por razones de la vida quisimos entrar a una institución castrense, sea policía o militar, y tenemos un rol. Hagamos ese ¡Basta ya!, paremos ya esta guerra, este conflicto. Que se presenten los temas con diferentes visiones pero que sean respetadas. No ha sido una tarea fácil, pero tenemos la convicción de que se puede construir un mejor mañana.

Se recuerda que hubo secuestros muy largos, que hubo tomas guerrilleras, pero más allá de esos casos, ¿Quiénes son las víctimas de la Fuerza Pública?

Cuando usted habla con el hijo de un policía que fue muerto, cuando usted habla con las viudas, las madres, los hermanos, usted entiende la magnitud. Y cuando le toca poner la cara y explicarles qué estamos haciendo, qué deber tenemos de construir un mejor país, usted entiende que todavía faltan más víctimas. 44 mil 500 es un número y un número no refiere a sentimientos, no devuelve a un hermano, un amigo o a un esposo. Es una estadística, pero son muchas víctimas. Policías con discapacidad física y la emocional. Y perdonar no es fácil, es de cada persona. Se puede concienciar que todo esto que pasó sirve como un espejo para no volverlo a repetir. Entonces, no se imagine estos 44 mil 500 hombres o mujeres, sino que hay mucho más detrás de ellos.

CENTRO DE MEMORIA

¿Cómo se hace trabajo de memoria?

A partir de estudios y reuniones con el Centro de Memoria queremos ayudar a esa memoria nacional. Consideramos que la memoria es como un rompecabezas en donde todos ponen. Lo primero es la construcción de la historia, el desenvolvimiento del país, desde su ámbito político, historiográfico. Y lo otro es la edificación de la memoria, cómo a partir de esos escenarios de transformación de Colombia la Policía ha intervenido. Esa dignificación de las víctimas nos hace parte fundamental y ayudamos a construir una verdad.

¿Con qué instrumentos se hace?

Hace unos meses estuvimos en el Centro de Memoria lanzando tres herramientas. La primera es la cuartilla orientadora para la construcción de memoria histórica institucional. La segunda es un blog institucional, abierta a todo el público, que es www.memoriahistoricapolicial.com y estamos recolectando nuestras memorias. El 8 de marzo, en exaltación a la mujer, lanzamos un libro de crónicas e historias de vida de cinco damas, dos de ellas vivas y tres que son ángeles. Fue una historia liberal, convocamos a periodistas para que contaran nuestras historias de manera independiente. Se llama ‘El género del Coraje’ y se encuentra de manera gratuita en el blog. Ya tres colegios nos han pedido el libro con derecho de petición y eso hace el tema más interesante. También nos lo han pedido en ámbitos internacionales. Es necesario que se lea para entender que estar en la Policía es un reto y que como cualquier ciudadano sufrimos el rigor de la guerra, el rigor del conflicto y que, en los lugares más apartados del país, hay un policía para ayudar a la gente.

- Coronel, esta es una sociedad dividida y hay diferentes aproximaciones al rol de la Policía. ¿Cómo sensibilizar sobre las víctimas de la Institución?

Todos somos colombianos. Por circunstancias de rol, unos decidimos portar los uniformes y otros no, otros son maestros, otros son periodistas. Todos hemos sufrido la guerra y es lo mismo que muera un joven, un adulto, un viejo, que muera un maestro a que muera un policía, porque todos somos seres humanos. Debemos todos apostarle a la vida, no al daño de los demás.

A veces en escenarios en donde hemos estado titulan a unos como victimarios y decimos los victimarios somos todos y las víctimas somos todos. ¿Por qué? Porque todos somos sociedad, todos somos colombianos. Si le sucede una tragedia a los que están ahora en el Putumayo, todos nos volamos hacia ellos. Pero, ¿por qué cuando muere un miembro de la Fuerza Pública no lo rechazamos? No podemos ser insensibles, no podemos ser insensatos ante el dolor de cualquier colombiano, sabiendo que cada uno tiene su rol.

¿Hay un plazo para llevar a cabo esta tarea que se propusieron?

Lo que queremos es utilizar disimiles acciones para construir una memoria, que no se olvide lo que pasó. No podemos olvidarnos de lo que pasó, tiene que haber algo mejor. Todos tenemos que empoderarnos de eso y que Colombia sea un paraíso. ¿Cuánto tiempo se lleva construir historia? No se acaba. Esperamos que los jóvenes del futuro no nos lean con dolor, sino porque dejamos una sociedad mejor.

- ¿Usted cree que se darán espacios de un cara a cara entre las víctimas de la Fuerza Pública y sus victimarios? Están los casos de los policías que duraron muchos años secuestrados en esas jaulas…

Como manifesté, el perdón es muy personal. Sabemos que hay mucho dolor. Hace poco estuvimos en un conversatorio donde estuvo el doctor Alan Jara y el general Mendieta.

Ellos me decían: ‘ahora me río’. Yo puedo manifestar que ellos tienen una gran convicción de país y le quieren dejar algo. Esta construcción es de todos hacia un escenario de paz. Pero sí es claro que en algún momento tendrán que sentarse, que tendremos que sentarnos con quiénes considerábamos adversarios.

¿Qué viene a corto plazo?

El viernes lanzamos unos sitios de memoria a nivel nacional. El objetivo es exaltar los lugares en donde se presentaron eventos, pero también sitios emblemáticos (...) en Barranquilla, en Aguadas, en Neiva, en Mitú, en Fusagasugá, en Villavicencio y en Bucaramanga.

Frase

"Cuando usted habla con el hijo de un policía que fue muerto, cuando usted habla con las viudas, las madres, los hermanos, usted entiende la magnitud. Y cuando le toca poner la cara y explicarles qué estamos haciendo, qué deber tenemos de construir un mejor país, usted entiende que todavía faltan más víctimas. 44 mil 500 es un número y un número no refiere a sentimientos, no devuelve a un hermano, un amigo o a un esposo", Fernando José Pantoja.

Credito
COLPRENSA

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