El bochornoso enfrentamiento en sesión de las víctimas

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Todo empezó cuando abrieron los micrófonos a las víctimas, y la primera en hablar, Gloria Gaitán, hizo duros reclamos a los congresistas, en especial a la representante Clara Rojas, al senador Juan Manuel Galán y a Álvaro Uribe Vélez.

La sesión del Congreso en pleno que se citó el pasado domingo con ánimo de conmemorar el Día de las Víctimas, terminó convirtiéndose en una discusión sobre una réplica y con el reclamo de las víctimas de no ser escuchadas por el Centro Democrático.

“¿No va a escuchar a las víctimas?”, preguntó Iván David Márquez, joven abogado, al senador Álvaro Uribe cuando decidió -por consejo de sus congresistas, en especial de la representante Margarita Restrepo, quien decía: “nosotros somos las víctimas”-, no volver a ingresar a la plenaria.

“A las víctimas hay que escucharlas en un contexto democrático, no en este contexto”, le respondía Uribe. Él afirmó que se iría a la Plaza de Bolívar, y mientras salía, en su defensa apareció la representante María Fernanda Cabal, para responder al joven que insistía que las víctimas no tenían la culpa de que el presidente de la Cámara de Representantes, Miguel Ángel Pinto, les hubiera negado la réplica.

“El presidente Uribe es víctima, le mataron su papá las Farc. En este país no hay democracia, no le mientan más al país. ¡Quiero escuchar a una víctima que es Uribe!, ¿por qué no lo puedo escuchar?”, decía Cabal. El joven, según el uribismo, hace parte de la unidad de trabajo de la representante Angélica Lozano.

“Usted nos tiene que respetar y al señor Uribe nos tiene que respetar a nosotros. Nosotros también somos víctimas y pedimos el turno, el señor Uribe no es Dios, él puede esperar. ¡Hoy es nuestro día y el Centro Democrático tendrá que respetar a las víctimas de este conflicto! No puede ser que un congresista venga y desbarate la audiencia que era en memoria de las víctimas”, decía Alejandra Gaviria Serna, representante de las víctimas de crímenes de Estado, quien también reprochó a los periodistas por entrevistar a Uribe cuando los había irrespetado.

Antes del encuentro, el senador afirmaba que la negación de la réplica le recordaba Venezuela: “Lo que acaba de pasar en este Congreso, donde los gritos de dos o tres se imponen sobre las reglas democráticas va acreditando que el país avanza hacia la creación de otra víctima: la restricción de la democracia. El futuro democrático de la patria está en riesgo. En este Día de las Víctimas tenemos que llamar la atención para que nuestra democracia no sea una nueva víctima de estos abusos de Santos, la corrupción y el terrorismo”.

Luego, la bancada del Centro Democrático habló fuera del Congreso. El expresidente afirmó: “Me negaron el derecho a la réplica allá adentro y nos insultaron, entonces nos tocó hablar afuera”, y aunque algunas personas lo aplaudieron y los apoyaron, algunas otras les terminaron gritando: “¡asesinos!”.

La colectividad aseguró además que Márquez, el joven que increpó al senador, es miembro de una de las Unidades de Trabajo Legislativo de uno de los congresistas opositores al uribismo y terminaron emitiendo un comunicado.

“La Bancada recuerda que la sesión del día de hoy, para conmemorar el Día de las Víctimas, se rige por el reglamento del Congreso, Ley 5 de 1992, donde está consagrado el derecho a réplica, ley que por ser orgánica prima sobre las leyes ordinarias”, aseguraron.

La réplica

Todo empezó cuando abrieron los micrófonos a las víctimas, y la primera en hablar, Gloria Gaitán, hizo duros reclamos a los congresistas, en especial a la representante Clara Rojas, al senador Juan Manuel Galán y a Álvaro Uribe Vélez.

Su reclamo a los dos primeros, y de paso al senador Roy Barreras, se dio por un proyecto de ley que ella quería que se adelantara para que se cumplieran las normas de resarcimiento para las víctimas. Sobre Barreras afirmó que tomó el proyecto, lo cambió y lo presentó a nombre de ella, pero que al final lo retiró.

“Pero la señora Clara Rojas, de una manera oportunista, presentó un proyecto gemelo al de Roy Barreras dizque para rendir homenajes a Jorge Eliércer Gaitán”, alegaba Gaitán, afirmando que eso se hacía en complicidad con el senador Juan Manuel Galán.

Y después empezó a hablar de Uribe: “cometió inequidades en su gobierno al liquidar el Centro Jorge Eliécer Gaitán, también liquidó el Instituto Luis Carlos Galán”, pero a este último le dio recursos, “mientras que a Colparticipar, me destituyó ilegalmente y para tener una disculpa me interpuso 44 demandas -claro que él dice que no fue él sino que fue a sus espaldas como todo lo que le pasó a él-, y yo quiero decirle, señor Uribe, una persona cuyos funcionarios actúan ilícitamente a las espaldas de él es un mal gobernante”.

Y agregó que en La Habana no la dejaron hablar y que “mucha gente hace las diferencias entre el gobierno de Álvaro Uribe y el del presidente Santos y yo no he podido encontrar la diferencia. Por lo menos, en lo que a mí respecta”.

Por mencionarlo entonces el expresidente Uribe pidió la réplica; el presidente de la Cámara, Miguel Ángel Pinto, se la aprobó, pero empezaron gritos en la plenaria y la reacción de Pinto fue decir que se seguirían con las intervenciones de las víctimas registradas -que eran 43-, y luego de ellos hablarían los congresistas. Por eso, la bancada de Centro Democrático se retiró, Uribe habló a los medios y salieron del Congreso.

Lo único que mencionó el expresidente con respecto a lo enunciado por Gaitán fue: “Yo cerré 460 entidades del Estado, porque gastaban y gastaban burocracia, y dije que la Universidad Nacional manejara la Fundación Gaitán”.

Mientras tanto, en el recinto se prosiguió con la sesión y a continuación María Violet Medina, representante de la Mesa Autónoma de Víctimas Indígenas, afirmó: “¡Parecen unos niños pequeños levantándose de los asientos porque no les dan una réplica, cuando han tenido toda una vida hablando por nosotros!”.

Las alertas de la Ley de Víctimas que quedaron opacadas en Congreso

¿Sirven o no sirven las sesiones del Congreso que se adelantan los 9 de abril? es la pregunta que queda después de la sesión. Para algunos el balance fue positivo, para otros, el formato de la audiencia hay que cambiarlo para que sí tenga efectos reales.

Para el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, la sesión fue muy positiva: “Escuchamos alrededor de 55 víctimas de las Farc, del Estado, de las Fuerzas Militares. Asistió más del 80 % del Congreso, 120 representantes a la Cámara y 70 en Senado. La verdad, es un buen balance, completamos más de ocho horas de escuchar a las víctimas”. 

Pero otros, como por ejemplo la representante Ángela María Robledo -quien pidió que se llamara a lista cuando las víctimas habían terminado de hablar y solo se contaban 11 senadores y 23 representantes-, preguntan qué efectos tendrá, en especial al escuchar balances sobre la aplicación de la Ley de Víctimas como el que dio el senador Juan Manuel Galán.

“Esta ley fue presupuestada para cuatro millones de víctimas, ya van más de 8’400.000 en el Registro Único de Víctimas. Ya va más del 91 % del presupuesto asignado a través de los documentos Conpes. Eso quiere decir que esta ley está desfinanciada, no va a llegar a cumplir el objetivo de reparar a todo el universo de víctimas”, dijo el Senador.

Galán aseguró además que de ese universo de víctimas se ha indemnizado a 474.457 hogares, lo que representaría 2.4% de las personas registradas; y que en materia de restitución de tierra de las 102.292 solicitudes apenas va el 0,2 % tramitadas y con sentencia.

“Si no garantizamos que no solo este Gobierno y todos los gobiernos lo profundicen y lo lleven hasta el final, esta Ley de Víctimas, este proceso de paz se puede convertir en la más grande frustración de nuestra historia”, advirtió.

Pero el Gobierno, en voz del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, afirmó que tras seis años de la creación de esta normativa el resultado para las víctimas ha sido muy positivo.

“Hoy las víctimas son reconocidas; hoy tienen un instrumento legal para exigir sus derechos; hoy las víctimas están organizadas en todo el país y participan activamente en la definición de sus políticas. Avanzamos con más de 650 mil indemnizaciones individuales a las víctimas, se le han restituido predios por más de 200 mil hectáreas a más de 25 mil familias que han retornado a las labores del campo”, dijo el jefe de la cartera.

Sin embargo, Ángela Robledo afirmó que se debe hacer un cambio para que realmente se haga un control sobre la aplicación de la Ley de Víctimas, es decir, que además de que se dé voz a las víctimas exista una obligación de respuesta por el Gobierno nacional, y se logre ese análisis profundo a la ley que va de la mano con el proceso de paz. 

“Este formato de la audiencia se agotó, como la reforma a la ley 1448, que es la Ley de Víctimas, está contemplada en el acuerdo de La Habana hay que retomarlo y esta audiencia tiene que ser una audiencia de respeto de reconocimiento y convertirse más en una especie de control político para que tengan consecuencias para los funcionarios y para los congresistas”, expuso la congresista.

Pero mientras se piensa en la posibilidad de cambiar el formato de esta audiencia, que se ha vuelto conmemorativa, lo cierto es que de la sesión de este domingo 9 de abril quedó solo un sabor amargo, por el reclamo del senador Álvaro Uribe ante la negación de una réplica y por la salida de toda su bancada de la sesión plenaria.

“Él está acostumbrado a hacer lo que quiere, incluso a veces en este Congreso hace lo que quiere. Él pidió derecho a réplica, pero fueron muchos los congresistas a los que hizo alusión Gloria Gaitán, incluso, yo diría a todos los congresistas que estábamos allí porque ella fue muy fuerte y muy demandante ante nosotros. Entonces si él quería hablar como víctima, debía haberse inscrito como lo hicieron las 40 víctimas. Él es un hombre que no soporta que le digan la verdad y se viene el tiempo de la verdad”, opinó la representante Robledo.

Credito
COLPRENSA

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