Captura de Santrich no afectaría compromiso de las Farc en la implementación del acuerdo de paz

COLPRENSA – EL NUEVO DÍA
La captura de uno de los líderes de las Farc, Seusis Hernández, más conocido como Jesús Santrich, ha generado polémica por la postura que puede tomar este grupo desmovilizado ante la posible extradición que tendría efectos en la implementación del acuerdo de paz.

La captura de Santrich se presentó el pasado lunes 9 de abril, luego de que el CTI de la Fiscalía allanara su vivienda en el occidente de Bogotá, tras una circular roja de la Interpol emitida por el delito de narcotráfico, por el que estaría comprometido al pactar con el Cartel de Sinaloa el envío de diez toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos por un valor de 15 millones de dólares.

Ante esta situación, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, fue enfático en señalar que quien cometa un delito después de la firma de los acuerdos de paz será sometido a la justicia ordinaria y que este hecho no puede afectar la implementación de lo pactado con el grupo desmovilizado.

“Esas son las reglas de juego y las haré cumplir. La justicia Especial para la Paz deberá verificar si los delitos de los que se acusa a Santrich fueron posteriores a la firma del acuerdo. Como cualquier Colombiano se le respetarán los derechos y el debido proceso”, afirmó Santos.

El mandatario también resaltó que el gobierno seguirá “cumpliendo con todos los compromisos del acuerdo. Todos los excombatientes que se mantengan en la legalidad no tienen nada que temer. Les garantizamos que las reglas acordadas se van a respetar y los delitos cometidos antes de la firma del acuerdo serán judicializados por la JEP. Todo el que haya delinquido después del primero de diciembre de 2016 se va para la cárcel”.

Sin embargo, dos días después el líder de la organización política Rodrigo Londoño, conocido como ‘Timochenko’, a través de una carta a los desmovilizados y militantes del partido, pidió mantener la unidad y seguir adelante con lo acordado.

No podemos dejarnos desmotivar. Vamos a imponer, por encima de fiscales enemigos de la paz, la implementación de los acuerdos. Cueste lo que nos cueste, se trata de la paz de Colombia”, manifestó ‘Timochenko’.

Según Londoño, el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, representa el sector que le está apostando a hacer fracasar el proceso de paz y quiere a todos los dirigentes de la exguerrilla encarcelados y a la militancia dispersa. “Es el abanderado de ese sector que jamás nos perdonará que alguna vez nos alzamos en armas y por eso aprovecha toda coyuntura real o artificial para hacer realidad su propósito”.

Este hecho se convirtió en uno de los momentos más difíciles que ha tenido el acuerdo después de su firma, porque generó incertidumbre sobre las posturas que podría tener las Farc ante las decisiones judiciales que enfrentaría uno de sus más visibles integrantes, ya que sería visto como un incumplimiento a los acuerdos.

El experto en procesos de paz de la Universidad Libre, Luis Fajardo, señaló que a pesar de la captura de Santrich se están cumpliendo con los acuerdos, sin embargo, aclaró que es necesario que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entre a operar y defina el procedimiento que debe enfrentar.

“Con este hecho creo que se están cumpliendo cabalmente los acuerdos en donde quedó expresamente que los delitos cometidos después de la firma iban a tener un tratamiento por la justicia ordinaria. Por eso creo que es un buen momento para que la JEP comience su labor y defina si el delito por el que se le acusa a Santrich fue cometido antes o después de la firma del acuerdo”, explicó Fajardo.

Con esta postura coincidió el director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, quien señaló que es importante que la JEP tome una determinación sobre “la fecha en que se cometieron esos delitos. Aunque podemos tener una colisión de competencias entre la JEP y la Corte Suprema de Justicia frente a este caso, porque hay una serie de presiones para que lo de Santrich llegue a uno u otro de estos organismos, en donde está en juego el tema de la extradición”.

De acuerdo con Rosanía, las Farc tienen un antecedente con el narcotráfico y muchos de los hombres de las zonas de reincorporación están involucrados en estos delitos, pero el foco debe estar en las disidencias de este grupo, porque “estos sí son una potencial amenaza para la implementación de los acuerdos, ya que siguen en temas de narcotráfico y en este momento esa visión de ellos no va a cambiar”.

Por su parte, el especialista en conflicto armado, Víctor Decurrea-Lugo, manifestó que la implementación del acuerdo de paz “está en riesgo desde su propia formulación, porque su arquitectura fija con fechas exactas y días contados para la entrega de armas, la concentración de guerrilleros y otra serie de medidas, pero no mide con la misma rigurosidad los compromisos por parte del Estado”.

Para Fajardo, por su parte, en este caso las responsabilidades penales son individuales y no se puede pensar que, en caso de que se confirme una condena sobre estos delitos, necesariamente involucre a todo el grupo desmovilizado.

“Tampoco podemos ser ingenuos de pensar que las Farc en su historia no participaron en el narcotráfico, pero mientras no se demuestre lo contrario creo que la responsabilidad es individual y la justicia tiene la oportunidad de mostrar resultados y también de fortalecer la idea de que no va haber impunidad y que el Gobierno está obrando de acuerdo a los compromisos pactados”, manifestó Fajardo.

 

Sin políticas de estado

El director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz también aseguró que uno de los grandes problemas que tiene el país en la implementación del acuerdo es que no cuenta con unas políticas de Estado que garanticen que lo pactado no pueda ser modificado con el cambio de un gobierno.

“Hay un gran riesgo y es que Colombia no tiene unas políticas de Estado sino de gobierno, lo que quiere decir que cada cuatro años se va construyendo un marco normativo de políticas publicas con el inicio de un nuevo gobierno, que no podrían dar una continuidad y seguridad sobre lo pactado y esto es importante para que los procesos de paz puedan avanzar sin que tengan el riesgo de tener modificaciones”, concluyó Rosanía.

 

Seguirán firmes

Los analistas también consideraron que a pesar de este difícil momento que atraviesa la implementación del acuerdo de paz, las Farc han estado comprometidas con cumplir lo pactado, por lo que no se vería en riesgo que este grupo desista del acuerdo y regrese a una época de violencia.

El director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, señaló que el compromiso de las Farc ha estado liderado por ‘Timochenko’ quien, ante la situación de Santrich, envió un mensaje de unión a los desmovilizados para continuar con la implementación.

“El mensaje de ‘Timochenko’ fue de cohesión hacia los desmovilizados y que no hay un paso atrás en la implementación de los acuerdos. Pero lo que se nota es que hay unas diferencias en las posturas de varios líderes del secretariado, quienes han manifestado que hay que presionar al gobierno para que no se presente la extradición de Santrich, y otros que ha sentado su postura para continuar con la implementación y que este caso sea un tema aparte que no afecte el proceso”, explicó Rosanía. 

Con esta postura concuerda Víctor Decurrea-Lugo, quien consideró que las Farc no van a dar un paso atrás en este tema, pero el problema está en una serie de incumplimientos por parte del Gobierno Nacional, los cuales podrían generar que muchos de los excombatientes ingresen a las disidencias.

“Las Farc no tienen vuelta atrás y el gobierno, la fuerza pública y el paramilitarismo saben que este grupo han dado un paso y una apuesta política que es irreversible, por lo menos por parte de la cúpula de esta organización, porque otra cosa podemos decir de las disidencias, pero creo que ha habido un abuso de buena fe con la que se sentaron a negociar”, explicó el analista. 

De acuerdo con Rosanía, temas como la falta de infraestructura en las zonas de concentración, las demoras en la implementación de la JEP y los proyectos productivos han reflejado ese incumplimiento del Gobierno con los acuerdos y esto puede generar una desconfianza de los desmovilizados, al ver los pocos avances en los compromisos acordados.

Luis Fajardo también señaló que es importante entender que este tipo de procesos son bastante complejos y hechos como el de Santrich ya eran previsibles dentro del acuerdo.

“Todos los países que han logrado tener avances en procesos de paz aseguraron que este tema es complejo y por eso la firma del acuerdo solo es el inicio de un proceso que está lleno de dificultades. Este escenario se presenta porque hay una serie de intereses, por ejemplo, en los territorios en donde se están disputando el control de los cultivos ilícitos, la contratación estatal y la corrupción, y por eso seríamos muy ingenuos en pensar que la implementación estaría exenta de cualquier tipo de complejidad”, aseguró Fajardo.

Por su parte, el docente de la Universidad Nacional manifestó que las Farc ya tomaron una decisión de continuar con la implementación del acuerdo, mientras que las posturas del gobierno dejan mucho que desear, porque “cuando la ONU señaló a finales del año pasado que el 55% de los guerrilleros han salido de las zonas de ubicación significa un fracaso parcial en la implementación”.

De acuerdo con Rosanía, el país se encuentra en un proceso de transición, porque está saliendo de la violencia política a una violencia de economía criminal, que no solo se alimenta del narcotráfico, sino de la explotación ilegal de minerales.

“Estos problemas ya se han comenzado a ver en varias partes del país y, a pesar de eso, creo que las Farc no se van a devolver a la violencia política, en ese sentido fue el pronunciamiento de Timochencko, pero lo que sí queda abierto son las disidencias que no tienen discursos políticos sino basadas en economías criminales, en donde se debe centrar toda la atención”, explicó Rosanía.

 

Dato

Según Londoño, el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, representa el sector que le está apostando a hacer fracasar el proceso de paz y quiere a todos los dirigentes de la exguerrilla encarcelados y a la militancia dispersa.

Credito
COLPRENSA

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