La madre tierra: víctima del conflicto

En los ecosistemas que son contaminados por el derrame de crudo, la recuperación puede demorar años porque así se recoja el material, hay mucha vegetación que queda impregnada y los daños al medio ambiente son incalculables, señala Jairo Puente Bruges.

Deforestación, minería ilegal, cultivos ilícitos y atentados a la infraestructura petrolera son el resultado del accionar de grupos al margen de la ley, convirtiendo el medio ambiente en una víctima más de la violencia que vive en el país.

Según el último boletín de detecciones tempranas del Ideam correspondiente al cuarto trimestre de 2018 (octubre-diciembre), en la Amazonia se concentra el 75% de la deforestación del país.

Además, durante la reciente tregua de semana santa de la guerrilla del Eln, se registró el más reciente atentado contra el oleoducto Caño Limón - Coveñas, en la zona de Tibú que dejó a cerca de 27 mil habitantes sin agua potable, porque la mancha de petróleo afectó las fuentes que abastecen el acueducto del municipio.

Ante esta situación, Jairo Puente Bruges, experto en temas ambientales, considera que los constantes ataques de los grupos al margen de la ley al medio ambiente es un problema de hace muchos años y es totalmente irracional, porque políticamente nadie ha entendido qué significado tiene, porque afecta sobre todo a las personas más pobres.

“En el caso de los atentados al oleoducto, son en zonas rurales, campesinas, que utilizan el agua para sus cultivos y para su sostenimiento, y se supone que las guerrillas están es por los pobres, entonces es un contrasentido total y es irracional desde todo punto de vista, incluso desde el punto de vista político”, precisa Puente Bruges.

Otro factor que también afecta el medio ambiente, según el experto en temas ambientales, son los cultivos ilícitos que además han traído deforestación; Colombia tiene una tasa vergonzosa de deforestación que es de 230 mil hectáreas anuales, que equivale a desaparecer 300 mil canchas de fútbol cada año.

De acuerdo con el ambientalista Puente Bruges “los cultivos ilícitos son la causa de la deforestación y esta, a su vez, es la causante de los grandes deslizamientos originados por las lluvias (como lo que sucedió en el municipio de Rosas, Cauca) y la sedimentación de grandes ríos que van acabando con el ecosistema”.

 

Desarrollo sostenible

De acuerdo con Puente Bruges, ante el grave problema de los cultivos ilícitos, la solución sería aplicar los objetivos de Desarrollo Sostenible en el país, que son combatir la miseria, la pobreza y buscar la reducción del hambre, pero “no son problemas que se están solucionando, sino que, por el contrario, se convierte en combustible para las actividades ilícitas en el país”.

 

Presión a las empresas

“La estrategia de las guerras va fundamentalmente en contra del sector rural donde se concentra todo lo que tiene que ver con la minería y los hidrocarburos, entonces todo el terrorismo termina teniendo como actor el medio ambiente. Sin embargo, el medio ambiente no es el objetivo del atentado, sino los oleoductos como forma de presionar a las empresas petroleras para que paguen las vacunas”, explica Jaime Rendón, docente en Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de La Salle.

Con este tipo de acciones en contra de la infraestructura petrolera y en las zonas donde están las minerías (legales, informales o ilegales), la guerrilla gana mucho porque hay dinero de por medio como las vacunas, o terminan apropiándose de ganancias de la minería y también a través de los robos de combustible a través de los oleoductos que les genera grandes rentas a estos grupos al margen de la ley, considera el docente de La Salle.

Recientemente sobre el atentado al oleoducto en la zona de Tibú, Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, expresó que “atentado tras atentado se destruye el patrimonio biológico de las generaciones futuras. Es un suicidio que no tiene nada de político”, y explicó que la recuperación del ecosistema tardará al menos una década y dependerá, entre otras cosas, de si el derrame se queda en pozas, si afecta playas o no, si se logra limpiar una buena parte del crudo y se aplican los recursos de restauración”.

 

Decenas de atentados

En lo que va del año, la infraestructura petrolera operada por Ecopetrol ha sido objeto de 23 atentados por parte de grupos al margen de la ley. Del total de atentados, 15 son contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, seis contra el Oleoducto Trasandino (OTA) y dos contra el Oleoducto Mansoyá-Orito (OMO).

En el primer trimestre de 2019, el costo de las reparaciones por voladuras e instalación de válvulas ilícitas en los sistemas de transporte de hidrocarburos asciende a un poco más de $25 mil millones. En el 2018 (año completo) fue cerca de $157 mil millones.

 

Cifra

105 atentados sufrió la infraestructura de transporte de crudo en 2018 y en el 2017 se reportaron 62.

 

Frase

"Crímenes a la biodiversidad atentan contra recursos estratégicos de la Nación", dijo el presidente Duque.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios