Así rescaté a un trabajador atrapado en el río Guayuriba, capitana Charry

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
La capitana Alejandra Charry es la primera mujer en convertirse en piloto de helicópteros UH 60, también conocidos como Black Hawk. Este tipo de aeronaves son empleadas por la Fuerza Aérea, que por estos días cumple un siglo de existencia, en la extinción de incendios, la evacuación de personas o en el transporte de víveres.

Justamente, una de las más recientes misiones que comandó la capitana Charry ocurrió el pasado viernes en el Meta. Este es su relato de cómo rescató a un trabajador de las aguas del rio Guayuriba.

“Debido a la creciente del rio Guayuriba en el Meta recibimos un llamado de alerta. Uno de los operarios que está haciendo un trabajo en ese río, quedó atrapado por la creciente. Teníamos que evacuarlo y lo hicimos usando visores nocturnos, porque fue de noche”.

“La maniobra empleada es de la grúa de rescate, porque no podíamos hacerlo en el lugar. Es decir, no podíamos aterrizar y tuvimos que hacerlo mediante vuelo estacionario que es cuando la nave se mantiene en el aire, pero en un mismo punto”.

“La grúa es un brazo que se despliega hacia afuera del helicóptero, tiene una guaya por la que baja un rescatista, que socorre a la persona, la asegura y la sube. En la nave hay personal especializado que le brinda primeros auxilios”.

“Esa noche fue bastante complejo, porque en esa área hay un cañón. Todo el viento que se acumula en las montañas bajaba y golpeaba demasiado fuerte la aeronave, que, a pesar de ser tan fuerte, el viento nos afectó muchísimo. Se movía bastante”.

“En esa maniobra duramos unos 15 minutos, mientras que se suelta la grúa, descienden, enganchan y a aseguran a la persona y la suben”.

“Cuando realizamos estos rescates les entregamos una moneda a las personas. En esa moneda se lee ‘Un ángel de metal te salvó la vida’. Para mí, las misiones más gratificantes son estas, en las que salvamos vidas. Uno puede ver la gratitud de las personas en esa acción que uno hizo”.

“Soy de Neiva, tengo 32 años. Llevo tres años comandando el UH 60. La intención de llegar acá no es ser protagonista, sino demostrar que las mujeres tenemos capacidades para diferentes tareas y labores. Dentro de la Fuerza Aérea las mujeres cada día tienen más y más campos”.

Credito
COLPRENSA

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