¿Relación del Gobierno y el Congreso en una nueva etapa?

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El pasado 20 de julio, en el inicio de la nueva legislatura, el saliente presidente del Senado, Ernesto Macías, borró con el codo lo que el presidente Iván Duque había hecho con la mano.

Si Macías no hubiera sido grabado hablando de la ‘jugadita’ que hizo para sabotear el discurso de réplica de la oposición, el llamado que hizo el mandatario de los colombianos a todas las bancadas a trabajar conjuntamente hubiera podido tener más resonancia.

Después de una primera legislatura compleja, en la que el Gobierno tuvo muchas dificultades para conformar mayorías, en la que el Congreso terminó tomando el control sobre varios proyectos de ley y en la que debió someterse a dos mociones de censura, el presidente Duque, con el tono conciliador que lo caracteriza, habló en el inicio de la nueva legislatura de respaldar proyectos distintos a los de la bancada de su partido e incluso tomó como suyo el mensaje de rechazo a los asesinatos de los líderes sociales.

“No reconozco enemigos ni contendores políticos. Mi deseo es gobernar para todos y con todos los colombianos”, manifestó el mandatario.

En la lista de sus prioridades legislativas, Duque no habló de la doble instancia retroactiva, que está promoviendo su partido, el Centro Democrático, y en cambio sí mencionó iniciativas que han sido bandera de Cambio Radical, del liberalismo y del conservatismo, este último que pese a ser uno de los partidos oficialistas se ha desmarcado del Ejecutivo en proyectos clave.

“Invito hoy al Congreso a que en esta segunda legislatura avancemos en la generación de un marco de protección a la vejez colombiana, que impongamos la cadena perpetua a violadores y abusadores de niños, que avancemos en los proyectos anticorrupción, que debatamos el futuro del mercado de capitales y del crecimiento limpio”, sostuvo.

También habló de doble tributación, de la reforma a las consultas previa, de la lucha contra la extracción ilícita de minerales, de las reformas a las Corporaciones Autónomas Regionales, del futuro de las regalías y del fortalecimiento de la extradición.

“Trabajaremos con los partidos en una agenda legislativa para que juntos construyamos un debate democrático en este Congreso de cara a la reflexión nacional”, planteó Duque en el discurso.

Para el nuevo presidente de la Cámara, Carlos Cuenca, militante del partido Cambio Radical, el mensaje del discurso fue claro y es que las cosas políticamente hablando empezaron a cambiar.

“El gobierno empieza a entender que somos una bancada que realmente la necesita a su lado, un coequipero. ¿Por qué? Porque si se hubieran aceptado las iniciativas que presentó Cambio Radical la legislatura pasada, ese hubiere sido un camino para estar pensando diferente a la independencia. No es que nos hubieran aprobado todo, pero sí que hubieran tenido al menos un gesto con el partido de aceptar un número de ellas”, dice Cuenca, quien aclara que el partido por ahora sigue como independiente.

“Nosotros en las reuniones de bancada que hemos tenido jamás hemos tocado ese tema... si en algún momento la bancada determina entrar al gobierno sería con una serie de reglas de compromisos que exista de parte del gobierno hacia la bancada”, explica.

El otro dignatario del Congreso, el presidente del Senado, liberal Lidio García Turbay, igual que el presidente de la Cámara, sostiene que es evidente que el gobierno Duque ya está trabajando con un nuevo estilo de relacionamiento.

“Yo pienso que sí, y si no lo hace va a seguir fallando o si no le halan las orejas un poco porque van a seguir cometiendo errores que después no van a poder mejorar las situaciones, porque aquí el tiempo que se pierda es oro puro”, sostiene García al ser preguntado sobre si cambiará.

Para el presidente del Senado la prioridad legislativa es la ley anticorrupción. “Es un proyecto presentado por el gobierno con el aval de todas las fuerzas políticas que están en el Congreso y acompañado por la Fiscalía General. El país está esperando y creo que sin temor a equivocarme que será votado por todas las bancadas del Congreso”.

Una voz del conservatismo que fue crítica con el gobierno en el primer año fue el senador antioqueño Juan Diego Gómez, quien sostiene ahora: “creo que el presidente Iván Duque mandó un mensaje positivo, lo ha hecho en un tono conciliador, más fluido”.

Para Gómez, el gobierno empezó a entender que la agenda se debe construir desde las regiones y escuchando a los partidos que son los que la llevan al Congreso.

Desde la bancada de gobierno, el senador valluno John Harold Vargas, asegura que lo importante es que el presidente Duque ha ratificado su talante de respetar la independencia de los poderes, tal y como lo hizo en el primer año.

“El mensaje del 20 de julio es de tranquilidad y acercamiento, es decir, va a haber más diálogo, por eso se espera que en los debates haya una interlocución más fluida con los congresistas”, indicó el senador uribista.

Será tan sólo en los meses venideros cuando esté de lleno la discusión de la agenda que se vea si la relación gobierno y Congreso ha cambiado, o si se mantendrá algo distante como pasó en la legislatura pasada.

 

¿Pero seguirán independientes de verdad?

Esa es la pregunta que ha venido surgiendo desde hace poco más de dos meses, es decir casi que terminando las sesiones del periodo pasado. Para el analista Luis Estrada, sería lógico que sigan como independientes, pero más colaborativos. “Estamos próximos a pasar a ver que la etapa de la independencia colaborativa va más allá de sólo aprobar los proyectos a los que el gobierno le tiene interés. Es decir, puede ser que el presidente Duque haga algunos cambios de funcionarios y nombre a algunos que identifiquen más a los partidos”. 


En ese mismo sentido se pronuncia el presidente del Partido Conservador, Omar Yepes, quien sostiene que “se habla de funcionarios de origen conservador pero en el partido nadie los conoce”.

De acuerdo con el estatuto de la oposición será en septiembre próximo cuando los partidos Liberal y Cambio Radical podrán revisar su decisión de seguir independientes o entrar al gobierno. Sin embargo, los resultados del primer año de estar libres pero colaborativos podría llevar a que se mantengan así, pero si reconociendo que algunos de los nuevos ministros, si los hay, son cercanos a esas colectividades.

Credito
COLPRENSA

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