La Passiflora mariquitensis es una muestra de que la naturaleza está en pie de lucha

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
En el norte del departamento se hallaron cuatro plantas, que aunque no están en su mejor estado, se mantienen en pie y generan una esperanza a la comunidad académica y ambientalista.

La reaparición de la Passiflora mariquitensis en Mariquita, especie bautizada por el sabio José Celestino Mutis durante la Real Expedición Botánica, generó una esperanza en la comunidad científica, al igual que, gran preocupación, pues las cuatro plantas halladas por la bióloga Adriana Isabel Velásquez Gamboa están en un nivel crítico.

La situación fue expuesta en una reunión adelantada por la Fundación Segunda Expedición Botánica, Funbotánica, con la Alcaldía de Mariquita, rectores de universidades, gremios empresariales, docentes, investigadores y comunidad en general. En este espacio se discutió sobre la necesidad de construir una agenda local y subregional, con tres proyectos específicos.

El director Ejecutivo de la Fundación, Guillermo Pérez Flórez, explicó que una de las iniciativas a trabajar es la protección de la Passiflora mariquitensis no solo para la ‘Ciudad frutera’, sino para el mundo, “ese es un proyecto del ámbito local, pero que tiene dimensiones nacionales. Si no hacemos nada y dejamos que las cuatro plantas se mueran, adiós, despidámonos”.

 

La planta que se resiste a desaparecer

La bióloga Adriana Isabel Velásquez, egresada de la Universidad del Tolima, explicó que el enfoque es rescatar los cuatro ejemplares que encontró junto a su padre Orlando Velásquez Molina en la reserva forestal protectora de las quebradas El Peñón y San Juan, específicamente, en el Bosque de Mariquita.

“Es de aclarar que no están en sus mejores condiciones, porque las han cortado constantemente y eso impide que ellas logren florecer y por ende dejarnos un fruto”, precisó la profesional.

Explicó que este tipo de Passiflora necesita humedad para poder desarrollarse, sin embargo, las captaciones ilegales de agua dentro de la reserva le está restando este factor al Bosque. Al parecer también hay muestras de que las invasiones además generan tala, minería y contaminación con residuos sólidos.

“He evidenciado colchones, sillas, televisores, maletas, zapatos, durante el recorrido de este proyecto de apertura, evidenciamos (hasta) pegante bóxer”, narró la Bióloga.

Pero como si esto fuera poco, en la parte alta del Bosque, lugar en donde hay una planta, existe ganadería, otros factores que juegan en contra de la especie, es que hay pérdida de biodiversidad y una especie de ‘parches’ o vacíos muy notorios al interior de la reserva, por lo que es urgente una reforestación.

Hay otra planta en zona aledaña al río Sucio, sin embargo, según las características ya es adulta, por lo que no muestra florescencia. La meta en esta tema es lograr que mínimo una de las especies en desarrollo, florezca para que dé frutos y poder aumentar el número de ejemplares por semillas o a través del método de acodo aéreo.

De otro lado, cabe resaltar que Velásquez viene adelantando un proceso de investigación de observación con una planta, de esta forma busca redescubrir, junto a otro investigador, las características que en su momento llamaron la atención del sabio Mutis.

La profesional contó que se interesó en este tema como bióloga y mariquiteña, pues busca “conservar un legado, una planta que insiste en estar acá” a pesar de las adversidades y falta de conciencia ambiental.

 

Gremios y comunidad

 El director de la Cámara de Comercio de Honda, Guaduas y Norte del Tolima, William Calderón, explicó que como miembro de la Fundación acompaña y espera que las iniciativas de conservación de la flora y del Bosque prosperen. “Nos parece una coincidencia muy positiva que instituciones como Analdex, las Universidades, Fenalco y otras organizaciones, se interesen en hablar de estos temas. Esperamos que entre todos podamos hacer equipo para lograr una consolidación de los procesos de desarrollo”.

Por su parte, Humberto ‘El Mono’ Riaño, ambientalista de esta población opinó que los proyectos expuestos brindan optimismo, pues ayudará a beneficiar el entorno del municipio y mantener la biodiversidad, ya que lamentablemente, con el paso del tiempo se nota una reducción de diferentes especies.

“Anteriormente, uno iba a ese Bosque y encontraba más aves, la reserva forestal era inmensa, ahora hay mucha tala, arrojan basura, no hay conciencia, se ha invadido mucho”.

En su caso su labor consiste en adelantar trabajos de reforestación junto a 75 niños que viven en barrios vulnerables, de esta forma se aporta a la conservación y se aleja a los menores de problemáticas sociales como el consumo de psicoactivos. En tres años han sembrado 3 mil 500 árboles.

 

Las propuestas

De otro lado, el director Ejecutivo, Guillermo Pérez Flórez, explicó que otra iniciativa es estructurar e impulsar la Cátedra Mutis para llevarla a colegios, escuelas y universidades, con el propósito de generar una reflexión sobre el patrimonio ambiental de la región.

Asimismo, hay un proyecto de etnobotánica urbana, que consiste en una investigación sobre 25 especies que se encuentran en jardines y solares “todo Mariquita, realmente es un jardín botánico”, comentó.

En la reunión se contó con la asistencia de representantes de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, la Universidad del Tolima, la Corporación Universitaria Minuto de Dios, la Universidad de Ibagué y Coreducación, gremios, alcaldes y ciudadanía, por lo que Pérez Flórez comentó que “si logramos una articulación vamos a tener una hoja de ruta y un plan de acción que nos va a permitir ejecutarlos”.

Una de las preocupaciones de la comunidad es que las propuestas queden en el papel, por lo que el director de la Fundación explicó que espera que haya responsabilidad por cada uno de los participantes.

Por su parte, el mandatario de Mariquita, Juan Carlos Castaño, dijo que se debe constituir una mesa de trabajo para definir cuáles van a ser las líneas de acción, quiénes serán los responsables y hacer un seguimiento constante.

“Le he pedido al rector de la Universidad del Tolima, Ómar Mejía, que nos apoye con otra línea que va ha estar en el Plan de Desarrollo y es una política pública medioambiental para el municipio”.

Añadió que hay interés de entidades y gremios, a lo que se le suma que existe una oportunidad presupuestal tras la modificación al Sistema General de Regalías, la cual consiste en la destinación del uno por ciento de recursos a los programas de reforestación y recuperación de ecosistemas.

Otra alternativa de financiación es aplicarse al Fondo de Ciencia y Tecnología de regalías.

Y una meta en la administración de Acero es comprar 100 hectáreas para doblar el área del Bosque de Mariquita, que hoy se calcula en tan solo 95 hectáreas.

 

Dato

La reserva forestal protectora de las quebradas El Peñón y San Juan tiene alrededor de 630 hectáreas y el Bosque de Mariquita que hace parte de ella cerca de 95 hectáreas.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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