Los jóvenes colombianos sí quieren hacer política, pero de otra manera

Las marchas en el país, especialmente lideradas por jóvenes desde noviembre del año pasado, motivaron a la Universidad del Rosario a preguntarse cuáles eran las razones del inconformismo de esta población, por qué marchaba y que proponía frente a la situación coyuntural del país.
Crédito: COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El estudio ¿qué piensan, sienten y quieren los jóvenes? muestra cómo la desconfianza de las personas de entre 18 y 32 años en las instituciones está llevando a que ya no quieran hacer parte de partidos políticos y prefieran expresarse a través de cacerolazos.
PUBLICIDAD

Contrario a lo que se podría creer por los convulsos meses que vivió el país a final del 2019 con el paro nacional, la protesta no es la principal herramienta que los jóvenes colombianos prefieren para pedir transformaciones sociales y comunicarse con las autoridades para exigir sus derechos.

El diálogo directo con amigos y familiares y las redes sociales son los canales que los jóvenes entre 18 y 32 años prefieren para manifestar sus ideas y expresar sus frustraciones tanto a su círculo social como a las autoridades, como el Gobierno nacional.

Así se desprende de una encuesta realizada en alianza con la Universidad del Rosario, El Tiempo, Cifras y Conceptos y la Fundación Hanns Seidel, la cual busca definir un panorama de lo que hacen, piensan y sienten los colombianos con respecto a la situación del país.

En la encuesta se entrevistaron personas entre los 18 y los 32 años en enero de este año y se les preguntó acerca de temas políticos, como la confianza en las instituciones y su interés en hacer parte de lo público.

Entre los resultados del estudio está que una de las principales causas de la indignación de la población joven es la corrupción, lo que va ligado a una muy poca confianza en el Gobierno y en el Congreso. Según la encuesta, solo el 13% confía en la Presidencia y el 12% confía en el Legislativo.

Con 21% y 23% en nieves de confianza están el Concejo de las ciudades y las gobernaciones. La Policía le da confianza al 29% de los jóvenes.

Entre las conclusiones más destacadas está que a la hora de participar en política, el modo de hacerlo ya no es mediante los partidos políticos tradicionales, sino a través de las denuncias, manifestaciones, cacerolazos, las redes sociales y los voluntariados en causas como la preservación de los animales y el cuidado del medio ambiente.

“Los jóvenes tienen una visión de la política como politiquería. Esto se debe en gran parte a la corrupción que hay en el país y porque ellos no creen en el Gobierno. Aún así, a pesar de ello, se manifiestan contra él para exigir que cumpla y garantice sus derechos”, explicó Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.

Cheyne manifestó, además, que los jóvenes participan a través de las plataformas virtuales pero también desean ser escuchados a través del diálogo directo.

“Lo que buscan es un reconocimiento como lo que son, como jóvenes con propuestas concretas en la construcción de Colombia”.

Otro punto que el rector destacó es el de las emociones que tienen los jóvenes. Un 66% siente alegría en aspectos de su vida personal, como la familia, amigos y mascotas; y la situación de país en cuanto a Logros de deportistas, artistas y científicos destacados; la diversidad cultural (representada en sus tradiciones y gastronomía) y la biodiversidad.

No todo fue quejas, los jóvenes plantearon soluciones. En educación aseguran que es necesaria la conformación de grupos estudiantiles e investigativos con financiación para estas alianzas.

Sin embargo, hay un 32% que siente miedo por aspectos como el conflicto armado, la delincuencia, el asesinato de líderes sociales y la corrupción.

Por su parte, César Caballero, director de la firma Cifras y Conceptos, afirma que hay un debilitamiento de los partidos tradicionales para dar paso a nuevas alternativas. “Los jóvenes ya no están dispuestos a trabajar en los canales de la institucionalidad tradicional, ni a destinar su dinero en impuestos, puesto que perciben que no ven su inversión en los bienes y servicios públicos”.

Este comportamiento se debe a la falta de confianza existente en las instituciones de Gobierno y a las preocupaciones que tienen los jóvenes en cuanto a desempleo, inestabilidad laboral e inseguridad, debido a la corrupción gubernamental.

“Según cifras del Dane, el desempleo juvenil está en un 17%. A pesar de que Colombia creció económicamente en los últimos años, no lo hace en el ritmo que se espera”, resaltó.

Con respecto a las preocupaciones más evidentes de los jóvenes, Bogotá se enfoca más en educación y desempleo, al igual que Medellín, Cali y Riohacha. En la capital de Antioquia, otros puntos que generan incertidumbre en esta población son corrupción y violencia.

Por otro lado, ciudades como Cúcuta y San Andrés tienen principalmente problemas de salud, desempleo y violencia, y a Yopal se le suma la migración y la situación económica de la región.

 

Organizaciones gubernamentales cada vez más desprestigiadas

En cuanto a la confianza en las organizaciones, el estudio afirmó que los jóvenes tienen una credibilidad mayor en organizaciones como universidades públicas y privadas con un 73% y 62% respectivamente, fundaciones y ONG con 55%. Las instituciones que se “rajaron” en el listado fueron los jueces de la República (19%), presidencia (13%) y Congreso (12%).

“La imagen del presidente está muy desgastada debido a la falta de empatía. Se necesita entender que los jóvenes no se están movilizando por temas imaginarios, la principal angustia que tienen es el desempleo y cada vez más va en aumento, el país tiene problemas de seguridad y de corrupción más profundos. Los temas de protesta son objetivos y considero que las instituciones deben entender estas nuevas dinámicas. Es innegable que hay una configuración de la sociedad colombiana”, puntualizó Caballero.

Otro punto mencionado por el director es que el 64% los jóvenes acude casi siempre a su familia cuando tienen un problema, y en general a su círculo más cercano, mientras que tan solo el 19% va a la Policía y el 6% no sabe a quién acudir en un caso así, lo cual disminuye la confianza en las instituciones públicas.

 

Familias diversas

Otro aspecto que sobresalió en el informe es el de la conformación de los hogares. Caballero reconoce que el concepto de familia ha ido cambiando de una generación a otra y que la figura de padre, madre e hijos ha venido transformándose.

“Los jóvenes tienen interiorizado que no existe un solo modelo de familia, sino que hay gran diversidad. Está el modelo de dos padres o dos madres, y la de una persona con una o varias mascotas. Cada vez menos jóvenes colombianos desean tener hijos y ven en las mascotas a una figura de afecto y cuidado”, indicó.

Esta suele ser una de las causas por las cuales ellos priorizan el cuidado animal y de la naturaleza como forma de voluntariado y por ende, de participar en asuntos de interés público.

 

Dato

La desconfianza en la Presidencia o el Congreso refleja que los jóvenes son reticentes a los actores políticos, pues no se sienten representados, como sí ocurre con las universidades.

Credito
COLPRENSA

Comentarios