La cuarentena generada por la pandemia del Covid-19 ha significado uno de los mayores retos que ha afrontado la educación en Colombia.

La pregunta sobre cómo llevar educación a las zonas pobres o rurales, donde la mayoría de las personas no tienen acceso a un computador o internet de buena calidad, es lo que tratan de responder actualmente los diferentes centros educativos del país.

Intentando cerrar esa brecha tecnológica algunas alcaldías, gobernaciones, universidades y colegios han comenzado a distribuir portátiles y tabletas; sin embargo, debido a que el Estado también está distribuyendo alimentos entre las personas de más bajos recursos, los fondos para hacerlo son escasos y muchos estudiantes no han podido iniciar sus actividades académicas.

Al ver ese panorama, el profesor William Rincón Prada decidió crear una aplicación que les facilitará el acceso a los estudiantes de las zonas rurales a la educación virtual.

Sesiboc (Sistema Educativo Simón Bolívar Chaparral) es el nombre del aplicativo que fue diseñado para que los estudiantes pudieran aprovechar más fácilmente los contenidos de sus clases y que puede ser descargada por Google Play Store.

“Este aplicativo se diseñó porque nosotros nos encontrábamos con una problemática bastante grande. Nosotros estábamos enviando paquetes físicos a las veredas y grupos de Whatsapp, pero esos grupos se saturaban y los contenidos quedaban enterrados en las conversaciones y después nos volvían a preguntar por los materiales. Necesitábamos otra opción”, aseguró el profesor Rincón.

Los docentes de las institución vieron que eran pocos los estudiantes que tenían un computador en sus casas o una línea de internet; sin embargo, todos, o por lo menos la mayoría, tenían a alguien de su familia con un teléfono, así fuese sin plan de datos. Con ese enfoque se desarrolló Sesiboc.

“La aplicación permite que los estudiantes compren un pin de datos en el momento en que puedan y descarguen los materiales que los docentes subimos al Dive que está enlazado. Así mismo, ellos tienen la posibilidad de subir los trabajos que hagan en sus clases y que haya interacción”, afirmó.

Hasta el momento unos 300 estudiantes de grados noveno, décimo y once se están viendo beneficiados por esta aplicación. A raíz de la difusión que hubo en medios de comunicación muchos docentes de otras instituciones se han querido vincular de alguna manera a la posibilidad de implementarla también en otros colegios.

“Muchas personas con muchas más formación que yo, me han dicho que les ha parecido muy interesante y que no se les había ocurrido hacerlo. Esos profesores están interesados en llevar el aplicativo a sus colegios. Me han llamado de Ortega, de Guamo, unas personas de la Universidad de Ibagué, de la Universidad del Tolima, del Sena y hasta de Cazucá, en Soacha. También Sibaté, donde hay unas personas interesadas en implementar una universidad agropecuaria”, aseguró el docente.

Según dijo, la idea de la aplicación es trascender más allá de su ámbito y buscar formas de repensar los problemas de conectividad por los que están pasando actualmente los profesores de las zonas rurales.

“Estamos en la construcción de una red educativa para poder continuar desarrollando otras metodologías educativas que nos permitan superar las dificultades de conectividad que tenemos en las zonas rurales”, agregó.

Importancia de la educación en épocas del Covid-19

Pese a la situación de emergencia que vive el mundo actualmente, para el profesor la educación sigue siendo imprescindible por varias razones.

“La educación nos permite darnos cuenta de la gravedad de esta situación y de la importancia del sistema de salud. Se evidenció que Colombia carece de un sistema de salud fuerte y de un sistema de educación con conectividad y capacitación docente en manejo de las Tics. Hoy más que nunca la educación es importantísima”, finalizó.

La educación virtual en lo rural, aún más complejo

En las zonas rurales el cambio de lo presencial a lo virtual ha sido mucho más drástico, pues el porcentaje de conectividad a internet es mucho más bajo que en las zonas urbanas. Sería, dice el profesor, que todos los estudiantes se conecten al mismo tiempo a una videollamada grupal, por lo cual los tiempos de retroalimentación de los contenidos es diferente.

“Estamos adaptando la metodología de enviar la información una vez por semana. Si yo dicto dos veces por semana la materia Tecnología e Informática, yo envío la información necesaria para no saturar a los estudiantes”, dijo.

Para William Rincón Prada, el cambio enfocado de los contenidos es importante porque actualmente se está en un contexto cambiante y lo más importante es que los estudiantes sigan accediendo a la educación.

“Desde la Secretaría y el Ministerio de Educación nos dicen que tenemos que trabajar unos temas muy específicos, pero no siempre se acoplan a los contextos de nuestros estudiantes. Entonces hemos tenido que variar muchos contenidos más prácticos y funcionales para nuestros chicos. Es una discusión y depende mucho de la perspectiva de cada docente”, afirmó.

Algunos expertos han asegurado que, dada la situación actual, ningún estudiante debería perder asignaturas. De hecho, varios países, como España o Italia, han cambiado sus métodos de evaluación para evitar la deserción estudiantil. Incluso, estos dos países aprobaron a sus estudiantes de colegio para evitar que perdieran el año escolar por culpa del coronavirus.

Para William Rincón Prada esta situación debe pensarse mucho, pues la calidad en la educación sigue siendo importante.

“En el ámbito rural tenemos pelados que salen a recoger café y ven sus clases. Son situaciones complejas. Lo importante es entablar un diálogo con los estudiantes, tener la seguridad de que recibió el material, que tiene los insumos para aprender. Si les llega lo necesario, debe haber también una corresponsabilidad de los estudiantes”, afirmó a este respecto.