La minería no debe ser un juego de niños

En las estadísticas Ibagué se ubica en el primer puesto de ciudades con niños trabajadores, y las imágenes del reportero gráfico Juan Carlos Escobar ratifican que este flagelo se extiende en el departamento.

Aparte de estar dedicados a labores que no les corresponden, los niños que trabajan en la minería artesanal a la orilla del río Saldaña están expuestos al reclutamiento forzado por parte de los grupos armados al margen de la ley, según confirmó la Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas en el Tolima.

En el caso de los habitantes de veredas de Ataco, Chaparral, Ortega y Coyaima, los padres  justifican la incursión de sus hijos a la vida laboral (en este caso a la minería artesanal), debido a la situación económica, incluso aseguran que sus ingresos son de 10 mil pesos semanales, por lo que no son suficientes para la manutención. 

El oro, ¿una solución? 

Al cuestionarles acerca del abandono de los cultivos, se refirieron a que el clima no los favorece, en época de sequía no hay tierra para cultivar y en invierno todo se inunda; con respecto al estudio de los menores, aseguran que las veredas están muy alejadas de las escuelas y que es más provechoso buscar oro en el río. 

Reportaje gráfico 

De la iniciativa del reportero gráfico Juan Carlos Escobar por retratar la otra cara de la sociedad, han surgido preguntas acerca de la claridad de las políticas de gobierno departamentales y municipales.

¿Quizá es desconocimiento de los programas de asistencia técnica a entidades territoriales del Ministerio de Trabajo?, ¿Pueden organizaciones internacionales como la Unicef intervenir en las zonas vulnerables, para generar conciencia gubernamental acerca de la protección de los derechos de la infancia y sobre los análisis de situación?

Las cifras del Dane dejaron al descubierto el alto índice de trabajo infantil en Ibagué; por otro lado, se debe tener en cuenta que en el área rural, las labores se inician a temprana edad, gracias a las dinámicas sociales y culturales.

LORENA NÚÑEZ MEJÍA

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