Un grupo de excombatientes de las Farc dejaron a un lado sus actividades en el espacio de reincorporación ‘Antonio Nariño’ en Icononzo para ayudar a la comunidad fabricando más de 300 tapabocas de tela en medio de la escasez del producto a raíz de la pandemia del Covid-19.
Ante el peligro que corren los adultos mayores por un posible contagio de Covid-19, en los hogares geriátricos de Ibagué las medidas de protección se han incrementado. Suspensión de visitas e hincapié en el aseo son las decisiones que se han tomado para protegerlos.
En medio de la cuarentena nacional decretada para proteger a los colombianos de la pandemia del Covid-19, varios grupos de ibaguereños han buscado la forma de ayudar a las personas más necesitadas.
Algunos tolimenses que viven en el extranjero le contaron a El Nuevo Día cómo están afrontando las restricciones en sus lugares de residencia. Unos afirmaron estar preocupados por cómo pueda evolucionar la pandemia, mientras que otros esperan que pase pronto para volver al Tolima.
Los niños menores de nueve años pueden contraer la infección pero hasta la fecha no hay casos reportados de muertes en ese grupo de edad. Sin embargo, ellos pueden ser fuente de propagación del virus.
En diferentes ocasiones el Gobierno nacional le ha pedido a los habitantes de los conjuntos cerrados que adopten las recomendaciones preventivas dadas por el Ministerio de Salud. En ese sentido, la mayoría han clausurado las áreas comunes, aplazado las reuniones de propietarios y reforzado las medidas de salubridad.
Según la Contraloría, el aeropuerto Perales tan solo tiene una persona para el tema médico, no cuenta con zona de aislamiento y no cuenta con medición de temperatura.
La Arquidiócesis de Ibagué y las Diócesis de Espinal, Líbano y Honda dieron a conocer las decisiones para prevenir los posibles contagios y propagación del Coronavirus, debido a lo estipulado por el Gobierno Nacional.
Este lunes unos 300 conductores de taxis taponaron varios puntos neurálgicos de la ciudad en protesta por las plataformas digitales de transporte. Al finalizar la jornada anunciaron que si no son escuchados van a continuar las movilizaciones.
Lo que inició para una familia de la capital tolimense como la búsqueda de un servicio para su mascota, terminó en un drama que mostraría indicios de un delito, sin embargo, estaría pasando inadvertido para las autoridades.