Mientras cae ‘Sopa’ arrestan a empleados de MegaUpload

Una colectiva de miles de Internautas identificada con los símbolos de Anonymous ha amenazado con adelantar toda clase de represalias contra el FBI, en una ­operación que busca retaliación por el arresto de los directivos de MegaUpload. Como ­primera medida, algunos de sus miembros han publicado documentos con toda clase de información sobre su director.

Después de dos años de seguimiento, el Comité de Investigación Federal de Estados Unidos arrestó a varios empleados del portal de subida y descarga de archivos MegaUpload, quizá el más famoso de su clase. Los investigadores norteamericanos tienen evidencia de que los empleados usaban el sistema del portal para obtener material protegido por derechos de autor, y los acusan de no retirar películas, música u otro material protegido por derechos de propiedad intelectual, aún después de que recibían peticiones para desmontarlo.

Los arrestos ocurrieron luego de que se llevaran a cabo protestas mundiales en contra del proyecto de reforma de la ley norteamericana conocido como Sopa, que lograron que su propio ponente, el senador Lamar Smith, declarara el viernes pasado que el proyecto debe ser revisado. Aunque la operación del FBI no tenía ninguna conexión con el proyecto de ley.

    
Directores arrestados
Al sello discográfico Universal Music no le interesa demasiado el estudio adelantado por la agencia francesHadopi, que presenta evidencia de que la distribución libre de material, aún si este está protegido por derechos de autor, ha contribuido a elevar las cifras de venta de música, películas y juegos en el mundo.

El estudio de la Haute Autorité pour la Diffusion des Œuvres et la Protection des Droits sur Internet es la última, pero no la única investigación científica que sugiere que los piratas de contenido son también los mayores consumidores de productos legales.


Durante las últimas semanas, Universal Music había recrudecido su batalla legal contra el portal de almacenamiento y transferencia de archivos MegaUpload, al cual acusa de facilitar la distribución de material cuyos derechos de propiedad intelectual le pertenecen.


Pero esta semana los directivos de la página Web descubrieron que tiene un enemigo peor que ese sello discográfico. Ese enemigo es el FBI, que hace cuatro días arrestó a varios miembros del staff que mantenía en operación al portal.


En una analogía probablemente exagerada, algunos internautas han dicho que arrestar a los directores de MegaUpload porque los usuarios del portal comparten material ilegal es como arrestar al alcalde de Nueva York por dirigir una ciudad tan apropiada para que vivan y cometan crímenes los delincuentes.


Tristemente no son sólo los directores del sitio quienes tienen orden de arresto. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en un documento que puede encontrarse en tinyurl.com/creativoBuscado, el diseñador gráfico del portal Julius Bencko también está entre los empleados buscados por la ley, aunque hasta el pasado viernes no habían dado con su paradero.

    
Acusación de uso ilegal
La razón por la que el diseñador gráfico de MegaUpload forma parte del grupo de empleados del portal con orden de arresto es sencilla: los cargos del FBI no estaban basados en el hecho de que los empleados dirigieran el sitio, sino en que dejaron evidencia de que usaban el sistema de MegaUpload para descargar material de forma ilegal.

Durante más de un año el Comité de Investigación Federal norteamericano recolectó evidencia del mal uso que algunos de sus miembros daban al portal, y de su participación consciente en la financiación de fuentes que subían al portal material protegido por derechos de autor. Finalmente, los directivos del portal son acusados de permitir que el material permaneciera en el sitio aún después de recibir peticiones de retirarlo por parte de los propietarios de derechos de autor.


Pero el proceso resulta especialmente controversial porque, en efecto, las acciones del FBI resultaron en el cierre de MegaUpload mismo, dejando desconectados a millones de usuarios de sus archivos, así estos fueran legítimos o no. Por no mencionar el hecho de que el Comité de Investigación Federal norteamericano arrestó a un ciudadano danés en Nueva Zelanda, por violación de derechos de autor.


La perspectiva no es alentadora para los empleados de MegaUpload arrestados; la evidencia de que cometieron actos de piratería para beneficio personal con el sistema que usaba su portal acumulada por el FBI, parece ser abundante.


Oportunidad para otros
Lo lamentable sobre el caso de Megaupload es que pareciera representar un triunfo del pasado sobre el futuro; el éxito del miedo que tienen las compañías disqueras, cinematográficas y los demás propietarios de derechos de autor, de adaptarse al cambio de las reglas de juego. Los nuevos medios como el Internet proponen un modelo de venta extraño, y puede ser difícil para estas grandes compañías, con gastos astronómicos y enormes responsabilidades, confiar en un sistema cuya base es la transferencia libre de información.

Y sin embargo, estos tiempos podrían ser una oportunidad de renovación para la Red. Mientras los Estados Unidos amenazan con convertirse en un terreno menos fértil para la innovación tecnológica, e implementan herramientas legales que podrían impedir el avance del Internet, otros países han tomado decisiones radicalmente opuestas.


En Suiza, por ejemplo, el gobierno estudió qué hacer respecto a la asombrosa estadística que indica que dos de cada tres de sus ciudadanos descargan música y películas de forma no autorizada. Su decisión: garantizar que estas descargas, para uso personal, se mantendrán dentro del marco legal.


Para explicar su decisión, el gobierno anota en un reporte: “Cada vez que aparece un nuevo medio, este ha sido ‘abusado’. Este es el precio que se paga por el progreso. Los ganadores serán quienes puedan usar las nuevas tecnologías para su ventaja y los perdedores quienes insistan en seguir los viejos modelos de negocio”.


En Suecia fueron más lejos, y fundaron la Iglesia Misionaria del Kopimismo, cuyo nombre se deriva del término ‘cópiame’ y que tiene como precepto fundamental que el derecho a copiar y compartir archivos en Internet es una virtud sagrada.


El gobierno del país dio reconocimiento oficial a esta nueva religión.

Mientras tanto en Colombia fue rechazada la Ley Lleras, que proponía implementar medidas restrictivas para controlar la publicación de material en la Red, una decisión que quizá le permita al país ponerse a la cabeza en materia de desarrollo en la Red.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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