Esta semana, el gigante británico de telefonía móvil Vodafones anunció la compra del operador de cable español Ono por 10 mil millones de dólares, apropiándose así la primera red de fibra óptica de España que conecta a 7.2 millones de hogares.

“Esta adquisición evidencia la tendencia en Europa a una consolidación entre los operadores móviles y televisión de pago, con actores de ambos sectores que quieren vender servicios convergentes”, resumieron los analistas del gabinete británico IHS.

Más negocios

El gigante británico ya había comprado en 2013, por unos 107 mil millones de dólares, el alemán Kabel Deutschland, un pequeño actor en comparación de Deutsche Telekom, pero operador importante en el país por su red como operador de cable.

Vodafone se posiciona así como uno de los principales actores de la recomposición del sector de los operadores de cable Europa, con Americain Liberty Global.

Este último compró en enero el operador holandés Ziggo, valorado en 10 mil millones de euros, tras haberse hecho con el británico Virgin Media (telefonía fija, móvil, televisión por cable) el año pasado por 23 mil millones de dólares

Otros acercamientos similares se han visto en los últimos meses en Europa, entre los cuales destaca el de la compañía de móviles Optimus y del operador de televisión por cable Zon en Portugal en enero, o la adquisición en Polonia del operador Polkomtel por parte del líder de la televisión de pago Cyfrowy Polsat a finales de 2013.

Usos domésticos

“Estamos en la era de la muy alta velocidad, y tiene sentido acercar al cable y al móvil para proporcionar a los clientes el mejor servicio”, resumió Patrick Drahi, director de Altice, en una conferencia de prensa sobre el proyecto de adquisición de SFR.

“Coincidencia de agenda, la adquisición de Ono por Vodafone acaba de ser anunciada. Es lo que está ocurriendo en todo el mundo, y estamos desplegando en Francia la misma estrategia”, que en los otros países, agregó.

El interés de los operadores móviles por las redes de cable se explica por el boom de las utilizaciones domésticas (videos en tabletas y smartphones, que consumen mucho en banda ancha), así como la multiplicación de usuarios en un mismo hogar.